Bajo una bóveda de cañón estrellada, una imagen de Cristo Resucitado preside desde hace poco más de un año el coro de la iglesia de Santo Domingo de Las Palmas de Gran Canaria. De nueva confección, contrasta con las históricas esculturas que guarda este templo con cinco siglos de historia. Un pedestal policromado y de detallada decoración que se remonta al siglo XVIII lo sostiene y realza. «Es el triunfo de la vida», apunta el párroco José Domínguez Pérez. El próximo Domingo de Resurrección, 17 de abril, esta imagen saldrá en procesión por las calles de Vegueta; será la primera vez que un monumento bajo esta advocación recorra junto a los fieles el casco histórico de la capital.
La Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria carecía hasta ahora de actos de celebración religiosa de renombre en el día culmen que pone fin a la cuaresma y marca el punto de inicio de la pascua cristiana, más allá de las eucaristías en el interior de las iglesias -la Semana Santa del Puerto celebra una procesión de un Cristo Resucitado en la vigilia del sábado, pero es claustral en el interior de la iglesia de La Luz-. Una carencia que en esta ocasión estará resuelta y, precisamente, en un año simbólico, puesto que en los próximos días los barrios de Vegueta y Triana vivirán la vuelta de las procesiones a las calles tras dos años sin poder hacerlo por culpa de la pandemia.
«Hay que tener en cuenta la importancia de la imagen», expresa Domínguez. Tras acudir a un congreso en Roma, el párroco llegó a la conclusión de que el templo que preside cuenta con un buen número de esculturas que representan «magníficamente el dolor», pero, por otro lado faltaba algo. «Incluso, la virgen de la Esperanza fue inicialmente la de la Misericordia», apunta, «muestra que no todo es derrota, sin embargo su rostro está cubierto de lágrimas, por eso estaba obsesionado con buscar un resucitado». Según este sacerdote, era necesario expresar «el triunfo de la vida».
En un principio, Domínguez pensó en hacer una reproducción del resucitado que guarda la basílica de Teror, del imaginero Luján Pérez. «Pero era algo complicado y además no es una imagen muy expresiva», indica. Recurrió entonces al taller Arte Martínez, situado en la pequeña localidad de Horche, Guadalajara, quienes esculpieron una talla de dos metros de alto. Para su ubicación definitiva en el interior del templo de Vegueta decidieron colocarlo sobre un pedestal presidiendo el coro, de tal manera que mira y apunta, al mismo tiempo, hacia el altar mayor y el techo abovedado del templo. Un pedestal que, según el párroco, era donde los monjes dominicos del desaparecido convento colocaban las partituras.
La talla, de dos metros de alto, ha sido esculpida por varios autores en el taller Arte Martínez de Guajalara
La imagen de Cristo Resucitado irá por primera vez en procesión por las calles de Vegueta el próximo Domingo de Resurrección, el 17 de abril, a partir de las 11:30 horas. Saldrá del templo de Santo Domingo y recorrerá las calles del entorno más inmediato. «En un principio queremos probar, es la primera vez y no sabemos qué respuesta dará la gente», apunta Domínguez.
La talla irá sobre el trono del Cristo atado a la columna que cada año procesiona en la Magna del Viernes Santo -obra de Tomás Calderón de la Barca, 1779-. Presidido de candelabros de plata, todavía desconocen qué arreglos florales llevará. La nota musical la pondrá la banda La Salle de Agüimes.
La incorporación de este Cristo Resucitado al calendario de la Semana Santa capitalina supone afianzar a la parroquia de Santo Domingo como el templo del que parten un mayor número de imágenes en procesión. Precisamente, la Cofradía de la Esperanza de Vegueta y del Cristo de la Salud será la encargada de abrir este Domingo de Ramos el calendario de procesiones de la capital.
