La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Semana Santa | Procesiones

La «ilusión» por ver a la virgen de los Dolores tras la pandemia llena las calles de Triana

El público aclama que la procesión de la hermandad con sede en San Telmo cambie de día para no coincidir con el Encuentro, «ya no hay que ir corriendo»

Procesión de los Dolores de Triana

Procesión de los Dolores de Triana

Para ver este vídeo suscríbete a La Provincia - Diario de Las Palmas o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Procesión de los Dolores de Triana Adzubenam Villullas

El reloj marca casi las ocho y media de la tarde y la banda comienza a escucharse de fondo. Comienzan a llegar a la calle Travieso los primeros cofrades y religiosos. Es en ese momento en el que Fefi, acompañada de su hermana Alicia, comienza a emocionarse y se le escapa la primera lágrima. Han sido tres años desde la última procesión de los Dolores de Triana y la ilusión y el fervor está a flor de piel. «Siempre te emocionas, pero después de todo este tiempo y todo lo que ha pasado, da más ilusión si cabe», repiten las hermanas Martín Torres.

43

Procesión de los Dolores de Triana José Carlos Guerra

La «ilusión» de los más creyentes por ver a la virgen de los Dolores tras la pandemia llenó las calles de Triana este Martes Santo. La cita anual por Semana Santa de la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores de Triana, Virgen de las Angustias y San Telmo estrenó día y lo hizo con éxito. El público agradeció que, a diferencia de ediciones anteriores, no tuvieran que ir a la carrera a Vegueta para ver el Santo Encuentro o tuvieran que elegir entre una de las dos procesiones. La Unión de Cofradías, Hermandades y Patronazgos decidió mover la cita de la dolorosa que custodia la ermita de San Telmo y la gente respondió. «Así no tienes que estar yendo apurada a la otra», señala una de las hermanas Martín Torres.

Un devoto le dedicó unos versos a la Virgen: «por derecho tú eres guapa, por aclamación, bonita»

decoration

Y es que estas dos vecinas de Las Palmas de Gran Canaria llevan toda la vida acudiendo a ver la Semana Santa capitalina, «desde niñas», reconocen. «Cuando cantan la malagueña, la banda, ver cómo la sueltan y la vuelven a cargar, todo influye para ilusionarte más», indica Alicia, «se nota que la gente tenía ganas, después de todo lo que hemos tenido de por medio». Mientras, su hermana Fefi, todavía con los ojos llorosos, no duda a la hora de lanzar un piropo, «la Virgen estaba guapísima».

Claveles blancos, lirios rosas y siemprevivas azules adornaron el trono de la talla, que data del siglo XIX y es de autor desconocido. En esta ocasión los cargadores de la Virgen la llevaron a hombros repartidos, algunos bajo el paso y otros en largueros al aire libre, similar a como lo hacen en Málaga. Todo con la intención de asegurar la distancia social.

La impresión de regresar corría por Triana al unísono con los acordes de la Banda Isleña

decoration

A lo largo del recorrido, la Virgen recibió el calor del público. También de quienes le recitaron poemas o le cantaron malagueñas a lo largo de las siete estaciones. En la misma Triana, a la altura del número 96, un devoto de la imagen le recitó, «con toda la sal del mar de mi playa de las canteras, porque es mi versar, por derecho tu eres guapa; por aclamación, bonita». Quienes estaban allí rompieron en aplausos nada más terminar. Algunos contuvieron las lágrimas, otros manifestaron aquello que no pudieron hacer ni en 2020 ni en 2021.

«Esto es como volver a la medio normalidad», señala Ana Castro junto a su marido Antonio, sentados ambos en plena Triana. La virgen acaba de pasar y reconocen ambos que fue «precioso» ver el paso de la procesión. Aún recuerdan que la última vez, tras presenciar la manifestación en la calle Mayor, tuvieron que salir corriendo a Vegueta para poder ver el Santo Encuentro [que saldrá este miércoles desde Santo Domingo]. «Yo que soy de verlas todas, lo agradezco», matiza.

Una impresión, esta última que corría por toda Triana, al unísono con los acordes de la Banda Isleña y sus 20 músicos. «El Encuentro le quitaba protagonismo», reconoce Teresa mientras espera la llegada de la imagen. «Yo siempre he venido a esta, porque es la de mi barrio y no la iba a dejar solita», añade. Aunque, más allá de esta novedad, lo más importante es que podían volver a vivir la fe en la calle o, algunos simplemente saciar su curiosidad. De hecho, entre el público había un buen número de turistas de diferentes nacionalidades; padres, hijos, abuelas, familias enteras reunidas. «Se siente la emoción entre la gente, que estamos saliendo paso a paso», apunta una amiga de Teresa. Sentimientos que también afloraron en la estación penitencial frente a la iglesia de los Padres Franciscanos, «viva la Virgen de los Dolores», gritaron en ese momento.

Compartir el artículo

stats