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Comercios históricos de la capital

Casa Suecia, la comida nórdica tradicional a un paso de Las Canteras

Paco Falcón y su hijo Samuel regentan una cafetería con platos internacionales, sobre todo escandinavos, que ya acumula casi 60 años de experiencia en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria

Francisco Falcón y su hijo Samuel Falcón, propietarios actuales de la cafetería 'Casa Suecia' ANDRES CRUZ

La cafetería ‘Casa Suecia’ lleva desde 1964 acercando la comida escandinava a Las Palmas de Gran Canaria. Sus dueños actuales, Paco y Samuel Falcón, continúan con el legado del negocio.

En la calle Tomás Miller, a solo dos minutos de la playa de Las Canteras, una cafetería sueca rompe con el ajetreo habitual de la ciudad. Se sientan en las mesas de la 'Casa Suecia' vecinos y turistas de la capital que buscan un momento de respiro para conversar con sus amigos o familiares, leer el periódico y desconectar del mundo exterior. De las cocinas del local, que acumula casi 60 años de actividad, salen algunos de los platos nórdicos tradicionales más famosos de la isla. 

Paco Falcón y su hijo Samuel regentan desde 1978 la cafetería 'Casa Suecia', que llegó a la isla de la mano de la familia Köller en 1964. Cuando el local abrió sus puertas al público por primera vez la temporada turística de la ciudad estaba en pleno auge porque aún no llegaban muchos extranjeros al sur de la isla. Paco Falcón aseguró que en aquellos años "no había un restaurante que no trabajara bien en Las Palmas de Gran Canaria". En 1970 el lugar cambió de manos y fue a parar a otro matrimonio sueco, en este caso el de los Lunhd

Mientras tanto, Paco Falcón se fue a vivir a Suecia durante su juventud. Ahí fue cuando empezó su interés por la cultura culinaria nórdica y empezó su carrera profesional como metre en restaurantes porque hablaba tanto sueco como inglés. Con el tiempo volvió a la isla y trabajó en un restaurante junto a otras personas del país nórdico. Ahí fue cuando el marido de los Lunhd le propuso ser su socio en esta cafetería y Falcón le respondió: "yo con usted me iría hasta el infierno". 

Exterior de la cafetería Casa Suecia, ubicada en la Calle Tomás Miller. ANDRES CRUZ

"Cuando vine aquí lo que no quería era cambiar nada porque estaba funcionando todo de forma estupenda y tocaba continuar con lo que había", comentó el dueño actual del local. "Ahora todavía no hemos cambiado, lo único que hemos hecho es añadir cosas nuevas porque hay que adaptarse a la evolución de la cocina. Tienes que añadir productos nuevos para que venga a comer la gente joven, las personas veganas o vegetarianas, entre otros". 

Nada más entrar a la cafetería, la mirada se dirige al enorme mural que decora una de las paredes del local y que lleva presente ahí desde que lo crearon sus dueños iniciales en 1964. Salvo algunas reformas en las paredes para corregir humedades, la sala apenas ha sufrido cambios en estos 58 años. Su tapizado, sus mesas y sus sillas, traídas de Estocolmo, conforman un ambiente cálido para los clientes. "Yo he ido a bares que tienen una iluminación escandalosa, la televisión, las máquinas tragaperras por un lado, la del tabaco por el otro, y pienso que yo aquí no aguantaría ni cinco minutos", confesó Falcón.

"No hemos cambiado, lo único que hemos hecho es añadir cosas nuevas porque hay que adaptarse a la evolución de la cocina", explicó Paco Falcón

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La cafetería fue una de las pioneras de la isla en empezar a traer comida escandinava. En sus mesas muchas personas probaron por primera vez productos como el salmón marinado o el arenque, que ahora ya están más asentados en las dietas españolas. A día de hoy muchos clientes siguen repitiendo en el lugar y, como aclara Falcón, "han venido niños que hoy son abuelos y vienen con sus hijos y sus nietos. Tan mal no lo estaremos haciendo".

"Durante las navidades teníamos la fiesta de Santa Lucía, por lo que venía el colegio sueco con diez o doce niños cantando las típicas canciones de la Lucía y nos daba momentos muy gratos. Aquí celebrábamos la festividad más al estilo sueco que al nuestro con pasteles y comidas especiales para la navidad", explicó el dueño.

Algunos de los platos que más demandan sus clientes son los sándwiches de salmón, de gambas o de arenques y otros platos tradicionales suecos como el Pittypanna, que es "una especie de ropa vieja" en la que se incluyen carne, pollo, papas y cebolla muy picados a los que se le añade huevo frito y remolacha. Otras comidas clásicas del lugar son el pastel de carne con salsa de champiñones, las albóndigas con arándanos o el Janssons frestelse (que se traduciría al español como la tentación de Jansson), un plato célebre con varias capas de papas, cebolla y anchoa con nata que después se gratina.

Samuel Falcón, uno de los propietarios actuales, sirviendo a un cliente en la 'Casa Suecia' ANDRES CRUZ

La época más difícil para el negocio fue durante la pandemia porque la cafetería no tenía espacio en la acera para poder poner una terraza, lo que les llevó a cerrar las puertas durante casi cinco meses. "Empezó el confinamiento, después comenzaron a abrir un poco pero cada vez que subía la incidencia se cerraba un mes. Al mes siguiente ya te decían de nuevo que podías abrir, abrías 15 días y tenías que volver a cerrar. Así estuvimos con la gente en los ERTE y volviéndolos a contratar", añadió.

Samuel Falcón nació cuando su padre ya dirigía la cafetería y de pequeño siempre venía a jugar. "Recuerdo que me comía los mismos dulces, los discos de chocolate y canela, que todavía los tenemos. Hasta me acuerdo de los cumpleaños porque, como mi madre trabajaba por la mañana y mi padre también, me traían aquí y los regalos me los daban en la entrada", reveló. Por eso, en julio de 2020, cuando su padre iba a dejar el lugar porque no podía llevarlo solo, vino de Madrid para echarle una mano.

En los últimos años han empezado a probar nuevos sabores y a añadir también a la carta platos de otros países. Entre esas novedades destaca la oferta de tartas, que quieren seguir ampliando para fomentar la compra de tartas enteras para cumpleaños y eventos. Algunas de las que más éxito han tenido hasta la fecha son la tarta de queso con Baileys y chocolate o la Red Velvet. Samuel Falcón resaltó que "hay que probar cosas distintas, no es llegar y decir este plato es de este país. Es cuestión de probarlo y si le gusta a la gente pues perfecto, ahí se queda".

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