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La despedida del ‘AIDAnova’ avanza el final de la temporada de cruceros en Canarias

El crucero alemán del grupo Carnival realiza su última escala en el Puerto de Las Palmas | La variante ómicron merma las expectativas de pasajeros en las Islas

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Crucero Aidanova atracado en Santa Catalina este sábado.

Los cerca de 2.000 pasajeros que este sábado embarcan en el AIDAnova son los últimos cruceristas durante esta temporada de la principal naviera que opera en Canarias. El emblema de la marca alemana de Carnival completa sus viajes por las Islas y con su despedida señala el principio del fin del ciclo 2021-2022, un periodo en el que la pandemia del coronavirus –sobre todo, la variante ómicron– ha acabado por causar más mella de la que el sector esperaba allá por octubre, cuando llegaron los primeros buques.

El número de escalas se ha recuperado; los cruceristas son la mitad de los que llegaban en 2019

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El Puerto de Las Palmas completa la temporada con un número de escalas incluso superior al que tenía antes de la pandemia –265 este año, 235 en 2019– aunque la alta frecuencia de paso no se ha materializado en un volumen de pasajeros similar. El número de cruceristas se ha quedado «en torno al 50%» de los ciclos previos a la pandemia, según reconoce el responsable del departamento comercial de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Juan Francisco Martín.

Al alto número de buques ha contribuido la llegada de navieras que no habían operado antes en Canarias y el aumento de travesías llevado a cabo por otras cuya presencia en el Archipiélago era testimonial. Entre ellas, Martín señala el caso de los veleros de lujo Sea Cloud, que tras hallar refugio en Santa Catalina durante el periodo más complicado de la pandemia optaron por quedarse navegando por las Islas durante este invierno, y de la naviera Mystic Cruises, propiedad del empresario portugués Mario Ferreira, que durante la pandemia ha multiplicado tanto su flota como su presencia en el Archipiélago. 

La influencia de ómicron

En cuanto al pasaje, las previsiones que realizaban las compañías al comienzo de la temporada eran muy halagüeñas, con estimaciones de una recuperación de hasta el 70%, pero la aparición de la variante ómicron frenó el ritmo de venta de pasajes, según detalla Martín. Su fácil transmisión hizo que la incidencia se disparara en algunos de los principales mercados emisores de cruceristas, como Alemania, en los que el número de casos se había mantenido bajo a lo largo de las anteriores olas del coronavirus.

Los buques de crucero han experimentado durante este tiempo un singular fenómeno. Aunque las limitaciones fueron reduciéndose con el paso de los meses –la temporada empezó con ocupaciones máximas de entre el 60% y el 65% de la capacidad total y concluye con porcentajes en torno al 95%– el número de pasajeros no aumentaba en la misma proporción. «La temporada apuntaba muy bien, pero ómicron tiró todo abajo en Navidades», lamenta Martín.

Las estadísticas oficiales de la Autoridad Portuaria apuntan en este sentido: la diferencia entre octubre de 2021 y de 2019 solo fue del 33%, pero este porcentaje fue aumentando paulatinamente y el pasado mes de marzo ya alcanzaba cerca del 64%. Las próximas semanas tampoco cambiarán demasiado la tendencia, aunque por Santa Catalina aún pasará en torno a una decena de buques. 

Últimos de la temporada

Para este domingo está prevista la escala final del Mein Schiff 4 de TUI, que también realiza operaciones de puerto base en Las Palmas de Gran Canaria, y este lunes llega por última vez el Marella Explorer, que reparte sus embarques y desembarques entre la capital grancanaria y Santa Cruz de Tenerife. En los próximos días también pasarán por las Islas, aunque solo con pasajeros en tránsito, barcos como el MSC Virtuosa o el Anthem of the Seas de Royal Caribbean, que con sus 348 metros de eslora cerrará la temporada el 11 de junio.  

La Autoridad Portuaria confía en que las señales de recuperación que muestra el mercado de venta de billetes en las últimas semanas de cara al ciclo veraniego en el Mediterráneo se consoliden una vez llegue la temporada invernal, en la que Canarias es más fuerte. Entre julio de este año y junio de 2023 hay cerradas 251 escalas en el Puerto de Las Palmas, aunque el número de buques que realizarán operaciones de puerto base en Santa Catalina se mantendrá.  

Cerca del 95% de la flota mundial volverá a la actividad antes del comienzo del próximo ciclo

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Entre las novedades de la próxima temporada destaca una vinculada directamente con la gestión de las operaciones de cruceros. La Autoridad Portuaria espera cerrar durante las próximas semanas la adjudicación de las terminales de Santa Catalina, Puerto del Rosario y Arrecife a Global Ports Canary Islands, escogida durante el concurso convocado el año pasado. Está previsto que la demolición de la antigua terminal del jet foil comience este mismo verano antes de la construcción del nuevo inmueble, por lo que los pasajeros tendrán que realizar los trámites de embarque y desembarque en carpas.  

AIDA y TUI –tanto la rama alemana como la británica de Marella Cruises– regresarán una vez más con sus operaciones de puerto base y a ellos se sumarán otras compañías, como Virgin, que se han estrenado en Canarias en los últimos meses. El sector confía en tener reactivado en torno al 90% de la flota mundial de cara al verano y de momento mantiene precios, pese al aumento de costes de los últimos meses en productos indispensables como el combustible o las provisiones, para tratar de captar a la clientela que de momento se resiste a volver a pasar sus vacaciones en el mar.  

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