Francisco golpeó en reiteradas ocasiones a su tía Angelines hasta acabar con su vida y después intentó deshacerse del cuerpo quemándola. Así se refleja en el cadáver de la víctima, que presentaba quemaduras visibles, pero que en ningún caso llegaron a provocar que se convirtiera en cenizas como pretendía el homicida. Para ello, Francisco, que fue detenido tras entregarse a la Policía Nacional y reconocer lo ocurrido, había fabricado una especie de horno con bloques en el que prender un fuego sin que los vecinos se percataran del humo. Está previsto que el arrestado sea puesto hoy a disposición judicial.

La Policía acudió al lugar alertada por una llamada de una familiar, que sospechaba que algo grave había pasado. «Y el que la mató no la dejaba pasar. Yo llegaba de trabajar y quise entrar en la casa y no me dejó. Se marchó y dejó la casa cerrada el sábado», comentó Isidro, un vecino de Angelines.

Al mismo tiempo que llegaban los efectivos policiales a la casa de la anciana en torno a las tres de la tarde del pasado domingo, el presunto homicida se entregaba en la comisaría de San Cristóbal, aunque no ha efectuado ninguna declaración ante los agentes, sólo ha respondido a las preguntas de su abogado. La policía entró en la casa con la llave que tenía un vecino y se encontró con el cuerpo sin vida de la mujer. El crimen está siendo investigado por el grupo de homicidios de la Policía Nacional, que se encargó de precintar el domicilio tras retirar el cadáver.

Se desconoce el momento de su muerte, aunque se cree que lo más probable es que la mujer falleciera entre el viernes y el sábado pasado, según indicaron las fuentes consultadas. De hecho, fue el sábado cuando acudió una familiar de Angelines a la casa, preocupada porque ella no contestaba al teléfono. «El sobrino no la dejaba pasar y ella se puso a llorar y a amenazar con llamar a la policía. Y él le decía «estás loca» y la muchacha llorando porque quería ver a su tía. Y él cogió una bolsa con ropa y desapareció», dijo un vecino.

Fue el sábado también cuando los vecinos se percataron de que salía humo blanco por el respiradero de la casa. Pero no se enteraron de lo que había ocurrido hasta el día siguiente, el domingo por la tarde, cuando vieron cómo la policía sacaba el cadáver de la anciana. «Esto se llenó de policías el domingo hasta las seis de la tarde, que se llevaron el cadáver», explicó uno de ellos. En palabras de los vecinos, el presunto homicida era «conflictivo» y «malamañado». «Tuvo problemas con varios vecinos, pero malamañados hay en todos los barrios y esto nadie se lo esperaba», comentó Isidro.

Juan, otro vecino, habló de la obsesión del presunto homicida por que la gente no aparcara delante de su garaje. En su opinión, «no era un hombre que estuviera buscando problemas. Lo único, que no dejaba aparcar delante de la casa. No sabemos qué le pudo pasar por la cabeza».

Más duro se mostró Antonio Martín Santana, quien calificó a Francisco como una «mala persona». «Llevaba unos años viviendo aquí, era taxista jubilado. El garaje era una habitación de Angelines, que él cogió para aparcar el coche. Y la pobre tuvo que meterse más adentro. Estaba oprimida, pero lo menos que pensé yo es que fuera a matarla. Yo nunca oí discusiones. Qué iba a pensar yo eso», aseguró Martín Santana.

Estaba previsto que durante este martes se le realizara la autopsia a la mujer para conocer las causas exactas de la muerte.