Orencio Miguel Pérez Alonso nació un 8 de mayo de 1946 en Vega de Ruiponce, Valladolid. Miguel fue el menor de 9 hermanos y terminó sus estudios de “Maestro de primera enseñanza” en 1970. En 1973 entra a formar parte como profesor en un pequeño colegio de la capital grancanaria, ubicado en la calle Pío XII, frente a las Teresianas (Ciudad Jardín).

Junto a Andrés Coruña, José María Martínez e Ingrid Sitko, entre otros, acompañó al Colegio Heidelberg en su transformación en S. A. y terminó siendo una pieza destacada tras su traslado a las actuales instalaciones en Barranco Seco. A medida que el Heidelberg fue creciendo bajo la dirección de D. Miguel Solaesa, el Sr. Pérez tomó las riendas de la etapa de Primaria, continuando así la tarea que iniciaba Victoria Ferreras, su esposa, en la etapa del Kindergarten. Y por el mismo colegio pasaron también sus dos hijas, Minerva y Vicky.

De esta manera, el Sr. Pérez, como lo conocíamos sus alumnos, compartió su vida y su familia con este colegio y con esta ciudad, quedando en el recuerdo de tantos chiquillos que pasaron por sus clases de Lengua, Matemáticas… Sus alumnos con cierta edad recordaremos cómo las actividades escolares se podían alargar por las tardes y hasta los fines de semana para completar exposiciones, ensayos, decorados… porque nuestros padres en sus manos nos dejaban con la mayor naturalidad. Así podíamos conocer al mejor Sr. Pérez y a otros tantos profesores que hicieron grande al Heidelberg y nos ayudaron a madurar.

Miguel intentó siempre pasar desapercibido, por lo que no lo veremos en la mayoría de las fotografías ni leeremos su nombre en las memorias de Primaria, a pesar de ser el auténtico motor de todo lo que allí se gestaba. Siempre discreto, trabajador incansable, honesto, cumplidor y sacrificado, empeñado en seguir haciendo los horarios a mano cuando ya teníamos el programa para ello, dejó una profunda huella en todos los que le rodeamos, tanto alumnos como compañeros. Ya no lo veremos paseando por su barrio de Triana y echaremos en falta su peculiar caminar, como añoramos sus pasos y el tintineo de su llavero por los pasillos desde que se jubiló. Pero nunca olvidaremos su ejemplo, el cariño que nos dio con toda la sencillez del que no da mayor valor a lo que hace porque era su forma natural de entregarse a lo que le apasionaba. Sin duda se nos fue un gran y muy querido maestro, compañero, amigo.

Orencio Miguel Pérez Alonso falleció este lunes 9 de mayo y su funeral tendrá lugar el jueves 12 a las 19.00 horas en la Parroquia de San Francisco de Asís (Alameda de Colón).