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Alejandro Morales, un embajador como pez en el agua

Alejandro Morales se ganó su reconocimiento como «Príncipe de la Noche» y el cariño de mucha gente que le conoció | Donde organizaba un evento, la afluencia era masiva

Alejandro Morales junto a Concha Cuetos y el director de 'Farmacia de Guardia', Antonio Mercero LP/DLP

Alejandro Morales se ganó el reconocimiento como ‘Príncipe de la Noche’ por méritos propios, ya que las muchas personas que le conocieron le recuerdan por ser un gran anfitrión en cada evento que organizaba en su Canarias natal y en su Madrid adoptiva. Periodistas, empresarios turísticos y la ‘jet set’ madrileña de los años 80 y 90 le definen como una persona maravillosa y el mejor embajador de las Islas que puede haber.

El fallecimiento de Alejandro Morales el domingo por la tarde-noche pilló este lunes desprevenidos a las numerosas personalidades y periodistas que le conocieron en su etapa como relaciones públicas cuando el sol se ponía en Madrid. Apodado como El Príncipe de la Noche, Morales contaba con una agenda envidiable, un carácter entrañable y cariñoso y un amor por su tierra que le hizo llevar su nombre allá por donde pisaba. Se convirtió en el mejor embajador posible de Canarias entre la alta sociedad de la capital del país en las décadas de los 80 y 90, donde se movía como pez en el agua. 

Una de sus grandes amigas en Madrid fue la periodista de crónica social Paloma Barrientos, quien lamentó este lunes la pérdida de «una de las personas más cariñosas y divertidas» que pudo conocer. «Ha sido el mejor embajador que ha podido tener Canarias, y tenía un poder de convocatoria impresionante», explicó la escritora, quien viajó con él a La Graciosa hace unos años. «Nos decía que nos fuéramos a Lanzarote, a Tenerife o donde fuera, y allí nos íbamos todos», destacó. 

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Muere Alejandro Morales, el 'Príncipe de la Noche'

«Importantísima» en su vida, Barrientos señaló que sus hijos le tenían mucho cariño a Alejandro Morales, y que él les solía mandar disfraces desde Canarias para que pudieran ir a las fiestas «y así no tenía que coser o comprárselos yo». «Podría haber sido el Emperador de la noche, pero siempre fue muy humilde y sencillo, y decía para sí mismo que solo era el Príncipe. Para nosotros no había Rey de la noche, era él», aseveró la periodista. 

«Me alegra que haya dejado en mi memoria lo que el Alzhéimer borró en la suya», afirma Carmen Duerto

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Un colega suyo, Nacho Fresno, también recordó las «muchas noches maravillosas» que les brindó, tanto en Madrid como en otros muchos lugares del globo, pero sobre todo las que celebró en su casa de la madrileña calle Virgen de los Peligros. El periodista palmero le conoció cuando lanzaron la revista Qué me dices!, pero trató mucho más con él siendo redactor jefe de Semana. «Siempre nos facilitaba la vida», abundó para luego contar que hicieron muchas cosas juntos, «la mejor y más complicada, viajar a Cuba con Beatriz Luengo y Mónica Cruz». 

Como «lamentable» calificó la noticia de su pérdida la periodista especializada en Casa Real Carmen Duerto, sobre todo por lo pronta que ha sido -Morales tenía 71 años-. «Fue un hombre que, por supuesto, es insustituible dentro de la noche madrileña, un canario encantador que se llevaba a la gente de calle, organizaba unos eventos muy originales y personales», relató la mujer. Al conocer que padecía la enfermedad del Alzhéimer, Duerto agradeció que haya dejado en su memoria «lo que el Alzhéimer borró en la suya», una gran cantidad de momentos impagables en la noche madrileña más memorable y querida. 

El también periodista Carlos Pérez Gimeno se sorprendió al conocer la noticia de la muerte de «una muy buena persona que ha dejado el mejor de los recuerdos posible». «Recuerdo que fui varias veces a eventos organizados por él, viajes a Canarias incluso», apuntó. Y es que una de las facetas más evocadas por las personas que le conocieron fue su amor por las Islas que le vieron nacer y la ardua labor que hizo para promocionarlas allá donde iba. 

Morales junto a Norma Duval

Morales junto a Norma Duval LP/DLP

Beatriz Cortázar, que también escribe del corazón, habló sobre esos viajes al Archipiélago, en los que Alejandro Morales siempre era un gran anfitrión. «Él sobre todo fue un canario, y llevó Canarias a la vida social, a la jet set y a las noches de Madrid. Muchos hemos ido a Canarias de la mano de Alejandro Morales, pero no solo periodistas, sino artistas, aristócratas, gente de la sociedad...», enumeró. 

Fue con Nacho Fresno, Mónica Cruz y Beatriz Luengo a Cuba, y envió disfraces a los hijos de Paloma Barrientos

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Para Cortázar, «era un relaciones públicas admirable, alguien muy divertido». De hecho, a su memoria solo llegan momentos de risas que pasó con El Príncipe de la Noche en los numerosos eventos en los que coincidieron. «Tenía mucho arte para contar anécdotas. Y era una persona muy trabajadora, insistente, machacona, que conseguía lo que buscaba», explicó para luego contar una anécdota que le vino a la mente. La periodista y él eran asiduos de los centros de belleza, y se acordó de uno especialmente: un spa en Lanzarote en el que fueron tratados en varias ocasiones.

El alcalde del pueblo que le vio nacer y crecer junto a su familia, y al que regresó en los últimos años de su vida, Santa Brígida, dijo que esta es «una pérdida irreparable para el municipio». «Era una persona afable, un referente de la crónica social en Canarias y en Madrid. Con muchísimos años de bagaje profesional, fue uno de los pioneros del género», aseguró Miguel Jorge Blanco. En su faceta de redactor, publicó sus artículos en los periódicos La Provincia y Diario de Las Palmas, donde dejó crónicas sociales amables que son recordadas por muchas personas y que pusieron a Canarias en el candelero más importante: el de Madrid.

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