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El Rastro dominical seguirá celebrándose "unos meses más" en el Parque Blanco

Acuerdo con la constructora de la metroguagua para que la obra no afecte al mercadillo. Los puesteros deberán irse de manera definitiva cuando se remodelen las ramblas

Rastro en el Parque Blanco ANDRES CRUZ

Los vendedores del Rastro dominical podrán permanecer en el parque Blanco, por el momento, tras el acuerdo alcanzado este miércoles con la constructora que hará los accesos y la parada subterránea de la metroguagua en Santa Catalina.

Así lo aseguró el concejal de Desarrollo Local, Pedro Quevedo, quien indicó que se ha encontrado «una salida para que los puesteros se mantengan en el parque Blanco pese a la obra», pero advirtió que al final tendrán que desalojar de manera definitiva la zona, cuando se adjudiquen las obras que transformarán las ramblas de Juan Rodríguez Doreste en una especie de parque Romano para correr y hacer deporte.

El edil eludió concretar cuanto tiempo tendrán los comerciantes ambulantes antes de abandonar para siempre el parque Blanco y se limitó a manifestar que todavía se tardarán «unos meses» en sacar a concurso y adjudicar esa obra.

En ese momento, a los puesteros no les quedará más remedio que mudarse a la carretera del centro, en la desembocadura del Guiniguada, salvo que se haya encontrado por entonces otra ubicación.

De momento, los puesteros respiran aliviados, porque el que parecía inminente traslado al Guiniguada se congela, en el peor de los casos, hasta el año que viene. No obstante, algunos vendedores tendrán que reubicar sus puestos porque la zona que ocupa el mercadillo municipal se desplazará hacia el parque infantil, porque el área más cercana al edificio Miller ya ha sido vallada para iniciar la obra de la metroguagua. Está previsto que este viernes se vuelvan a señalar en el suelo las nuevas ubicaciones.

Vallado del parque Blanco Andrés Cruz

En el espacio que queda sólo podrán montar sus tenderetes las personas autorizadas. Así, se ha reducido el número de vendedores de los 430 que hubo inicialmente a 343, porque 87 están vacantes.

El Ayuntamiento ha iniciado, ahora que finaliza el plazo de las concesiones, la regularización de los puestos y ha suspendido temporalmente las licencias de todos aquellos que no están al día en el pago de las tasas, cuyo número está cifrado en 91.

«Hemos encontrado una salida», subrayó Quevedo, «e insistimos con la empresa para ver si era posible mantener el Rastro ahí pese a la obra».

Este miércoles, añadió, ha tenido lugar el acto de replanteo de la obra y «los técnicos de Movilidad, Desarrollo Local y de la constructora han visto que el Rastro puede caber», porque no necesita todo el espacio para acopio de materiales.

El edil advirtió que se trata de «una solución transitoria, hasta que Urbanismo licite» la remodelación del parque Blanco, algo que «tardará meses. Hasta entonces tendremos la posibilidad de seguir pensando, aunque ya sabemos que no hay otra ubicación posible en el Puerto con las actuales dimensiones que tiene el Rastro».

Preguntado si existe la posibilidad de ubicar el mercadillo municipal en la zona donde están hoy las naves de la Cruz Roja, cuando estas sean trasladadas, tal y como plantean los comerciantes, Quevedo manifestó que «no es tan sencillo».

«Hemos barajado esa posibilidad, pero es algo que hay que evaluar con el Puerto, que también tiene sus planes. No es sencillo. Es la zona más colmatada de la ciudad y es algo difícil de resolver. Estamos intentando perjudicar lo menos posible a los puesteros y además estamos aprovechando para regularizar situaciones, acabar con el intrusismo que hay en el sector y tratar de dejar bien ordenadas las cosas», sostuvo. En cuanto a la futura ubicación del Rastro insistió en que lo único que «está claro es que en la parte baja de la ciudad es enormemente difícil encontrar un hueco. En la plaza de Canarias, por supuesto que no. Está totalmente descartada». Tampoco está claro, resaltó, que el del Guiniguada sea el asentamiento definitivo.

Por su parte, José Gómez, presidente de la asociación Rastro-Parque Blanco, expresó el «alivio» de los comerciantes. «Por el momento nos quedamos tranquilos y nos dejan en el parque Blanco, aunque en el futuro tendremos que marcharnos. Esto es como una noria, primero nos teníamos que ir ya y ahora nos quedamos, aunque yo no me fío. Aclaren que este domingo sí hay mercadillo, porque si no vienen ni las moscas». La mayoría de los vendedores se han opuesto al traslado al Guiniguada e incluso hablaron de negarse a ir a la nueva zona.

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