Tras más de dos años con el lago sin agua, el Ayuntamiento ha adjudicado por fin las obras de renovación de la fuente ornamental del parque Juan Pablo II, que dejó de funcionar por problemas de impermeabilización, una circunstancia que provocó muchas críticas por parte de los vecinos y vecinas, que pedían la vuelta de los cisnes.

La actuación ha sido adjudicada a la empresa Imesapi S. A. por un importe de 457. 548 euros y contempla la instalación de una nueva tubería de impulsión en la cascada, que se renovará totalmente, así como la impermeabilización del lago.

Según el pliego de prescripciones técnicas, entre las actuaciones previas a realizar en el parque figuran una serie de demoliciones, retirada de piedras, excavaciones, así como movimientos de tierras. Una parte importante de la obra consiste en impermeabilizar el lago con «instalación de geotextiles, membranas impermeabilizantes, fijaciones y anclajes de lámina impermeabilizante».

La cascada, que también está bastante deteriorada, será desmontada y se retirarán lo elementos que están en mal estado. A estos trabajos se añaden la estabilización de los taludes con un gunitado (inyectado de hormigón) y la instalación de una tubería de impulsión, así como la impermeabilización del terreno.

El Islote del Lago, donde vivían los cisnes que fueron trasladados al parque Doramas, será impermeabilizado y recrecido para la formación de pendientes. Se instalarán bloques huecos de hormigón. También se llevará a cabo una «tematización paisajística en roca artificial y estructura metálica de refuerzo».

El agua desapareció del lago a finales de 2019, un problema que según manifestó en su momento la concejala de Servicios Públicos, Inmaculada Medina, se debió a una avería que provocó la filtración del líquido. Debido a ello, aseguró, hubo que vaciar todo el lago y trasladar a las aves al parque Doramas, donde continúan.

La empresa adjudicataria tiene ocho meses para terminar la obra.