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La nueva casa del Fuji, el japonés más antiguo

El restaurante desplaza su sede a la calle Pedro del Castillo Westerling, en la zona del puerto, tras 55 años en activo

Restaurante Fuji, en Las Palmas de Gran Canaria, el primer restaurante japonés en España

Restaurante Fuji, en Las Palmas de Gran Canaria, el primer restaurante japonés en España

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Restaurante Fuji, en Las Palmas de Gran Canaria, el primer restaurante japonés en España Benyara Machinea

El señor Miyata abrió en 1967 el Restaurante Fuji en los bajos de los apartamentos Astoria, en la zona del puerto, atraído por el flujo de marineros y los víveres japoneses que llegaban a la isla, pero desconocedor en ese momento de que se trataba del primer restaurante japonés en abrir sus puertas en España. En sus primeros años de actividad, solo se acercaban al local los marineros japoneses que visitaban la zona y los turistas escandinavos.

No sería hasta la década de los 80 cuando la situación mejoró para el establecimiento con el despegue de la economía japonesa a nivel mundial, que le permitió convertirse con el tiempo en uno de los restaurantes más famosos de Las Palmas de Gran Canaria. Después de 55 años, el negocio vive su primer traslado de la calle Fernando Guanarteme al número 20 de la calle Pedro del Castillo Westerling

Miyata abrió este restaurante como una forma de homenajear a su mujer, que, tras haber visitado Gran Canaria, llamó a su marido para plantearle sus deseos de abrir un negocio en la isla. Poco después del viaje de vuelta a Japón, su esposa falleció, por lo que Miyata quiso hacer realidad el deseo de su esposa. Para ello, mandó a su hijo a gestionar el local que abrió en el puerto, donde su joven ahijado, Toshihiko Sato, empezó a ejercer de cocinero después de un tiempo aprendiendo sobre la cocina europea en Bruselas. 

No pasó mucho tiempo hasta que su hijo volvió a Bruselas y Sato se convirtió en el propietario del local, que gestionó durante casi 40 años. "Cuando me dijeron que me encargaba del restaurante comprendí que eso significaba que moriría aquí", reveló el anterior dueño.

Los primeros años fueron los más difíciles para el negocio, pues los vecinos del barrio, que desconocían en ese momento en qué consistía la comida japonesa, se resistían a entrar al local, lo que llevó a Sato a salir de la cocina para atraer a nuevos clientes, pese a su escaso dominio del español en aquella época. Los turistas que llegaban de países como Noruega, Finlandia o Suecia, que ya conocían este tipo de platos, fueron los primeros que apostaron por el Fuji.

El exterior del local del Restaurante Fuji, en la calle Fernando Guanarteme, tras su cierre. Juan Carlos Castro

En 1992 llegó al restaurante Miguel Ángel Martínez, que comenzó ejerciendo de freganchín y fue ascendiendo poco a poco hasta convertirse en el propietario del local cuando Sato se jubiló. Martínez adquirió más experiencia en la cocina tras su paso por Tagawa, un restaurante japonés de lujo en Bruselas, y en 2007 se puso al frente de este establecimiento, que es ahora mismo el restaurante japonés en activo más antiguo de Europa

Con la llegada del último propietario, la cocina del local ha ido incorporando nuevas técnicas a sus platos, pero sin perder de vista la tradición que lo caracteriza. La fama adquirida por el Fuji les ha valido numerosos reconocimientos con el paso de los años, entre los que destaca el Sol de la ‘Guía Repsol 2018’, el premio Mahou a mejor restaurante histórico y el reconocimiento a Toshihiko Sato en el aniversario del Consulado de Japón

"Sigo la trayectoria del restaurante aunque he introducido platos nuevos y vamos evolucionando en la cocina", destacó Martínez en una entrevista a LA PROVINCIA, "los platos nuevos incluyen una especialización en los sushi flambeados, tartares, carpaccio y macerados de atún. Innovamos en cuanto al pescado. Aparte de la carta antigua, cada cierto tiempo voy renovando un poco y haciendo nuevas invenciones".

Poco a poco, el interés por la cultura gastronómica nipona se ha disparado en la sociedad española, y específicamente en la canaria, lo que ha generado que surjan muchos otros restaurantes de comida japonesa en la capital. La población nipona que venía a la isla, a la que apuntaba en sus inicios el Fuji, es ahora una minoría, pero el éxito que ha adquirido entre la población isleña es lo que le ha permitido mantenerse en un mercado tan competitivo.

El Fuji se asentó en la década de los ochenta, con el despegue de la economía japonesa en España

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Los apartamentos Astoria eran un edificio moderno en el momento en el que se inauguró el restaurante y su cercanía con el puerto facilitaba la llegada de los marineros japoneses que llegaban a la isla. Sin embargo, tras más de 50 años, la actividad turística se ha centrado en otras zonas del barrio, lo que ha llevado al Fuji a trasladar su establecimiento por primera vez en su historia. 

El restaurante echó el cierre este domingo de forma temporal y en sus últimos días han acudido multitud de personas para despedir el local de la calle Fernando Guanarteme, incluido el propio alcalde de la ciudad, Augusto Hidalgo. El Fuji quedará cerrado hasta que finalice el traslado a su nueva casa, pero son muchos los ciudadanos del puerto que esperan impacientes para volver a degustar algunas de las piezas de sushi más famosas de la isla.

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