El Ayuntamiento capitalino ha puesto sensores en 192 cubos de basura repartidos por toda la ciudad con el objetivo de mejorar el servicio de recogida de limpieza. Estos dispositivos son de carácter volumétrico, por lo que permiten saber la cantidad de residuos que hay en el interior, por lo que será posible cambiar las rutas en función de las necesidades. El alcalde, Augusto Hidalgo, dio este miércoles a conocer el sistema en una visita a las instalaciones del Servicio Municipal de Limpieza junto al edil de Recursos Humanos, Mario Regidor, y la titular de Servicios Públicos, Inma Medina.
La sensorización de estos casi 200 contenedores se suma a la digitalización de más de 10.000 recipientes entre papeleras y cubos de basura donde ya se han implantado sensores para medir distintos parámetros. Entre otros datos, permiten conocer la localización, el número de serial y las incidencias registradas; por ejemplo, el dispositivo avisará al servicio en caso de sufrir un incendio u otros actos vandálicos.
Este proyecto de innovación tecnológica forma parte de la estrategia LPA Inteligencia Azul. En concreto, esta línea de actuación ha contado con una inversión de 1.081.779 euros. El objetivo será poder planificar y hacer más eficientes los recursos del Servicio Municipal de Limpieza.
El Consistorio ha elegido así contenedores distribuidos por barrios de toda la ciudad
En una primera fase, el Ayuntamiento ha puesto sensores volumétricos en estos 192 contenedores, pero la idea es poder extenderlos al resto del municipio. El Consistorio ha elegido así una serie de recipientes distribuidos por barrios de toda la ciudad de tal manera que marquen una radiografía del entorno, «darán una estadística», apuntó Hidalgo. Así, el dispositivo hará un barrido del contenido depositado en su interior varias veces al día; y así, por ejemplo, lanzarán una alarma cuando estén llenos.
El sistema permitirá al Ayuntamiento capitalino modificar sus rutas de recogida en función de la necesidad que marquen los dispositivos. La idea es que en fases sucesivas estos sensores volumétricos se expandan; sumándose así a los más de 10.000 cubos y papeleras que ya cuentan con sensores de geolocalización.
«La puesta en marcha de este sistema nos dará la posibilidad de tener un control exhaustivo», expuso el alcalde, «los operarios a través de sus monitores podrán hacer el trabajo que antes se hacía en oficina».
Los vehículos del servicio de recogida también han pasado a estar sensorizados. Estos serán capaces de detectar si los desperdicios que los vecinos han tirado en su interior corresponden con el tipo de basura que tiene asignado ese contenedor, ya sea de recogida selectiva o de restos. El servicio estará dotado con 48 ordenadores embarcados en los vehículos, 44 módulos de cámaras, 22 lectores automáticos, otros 52 lectores de muñeca, así como 45 smartphones lectores de UHF.
Comercios y hostelería
Hidalgo explicó que, por el momento, no tienen forma de poder identificar a los ciudadanos anónimos, pero sí a los comercios y la hostelería. «El dispositivo fotografiará el contenido, que se mandará a la empresa y se les comunicará que han cometido esa infracción», detalló el alcalde. La idea es que, «en un futuro» esto sea posible también con los particulares.
Los datos arrojados por los sensores sí harán posible saber cuánto se recicla en un barrio. De esta manera, el Ayuntamiento podrá saber las zonas de la ciudad donde se recicla menos, «podremos hacer campañas específicas de concienciación», apuntó Hidalgo. Lo cierto es que según datos municipales de 2015, tan solo el 12,9% de la población capitalina selecciona su basura por contenedores.
La concejala de Servicios Públicos, Inmaculada Medina, indicó por su parte que «no solo es modernizar la flota, es optimizar los recursos humanos y los recursos materiales, porque te van a detallar los espacios dónde sea necesario acudir o dónde no».
Una capital inteligente
El sistema informático que permitirá sensorizar todos los contenedores y papeleras de la ciudad se enmarca dentro de la estrategia LPA Inteligencia Azul. Se trata de una serie de líneas que está siguiendo el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para digitalizar una serie de servicios públicos mediante la implantación de 11 proyectos con una inversión prevista en ocho millones de euros en su conjunto. Las líneas que ya se han puesto en marcha tienen que ver con el pago directo en Guaguas con tarjeta o teléfono móvil, con un coste de 714.345,37 euros; el sistema de gestión de la flota municipal de vehículos, en este caso 348.458 euros; o la gestión de las plazas de aparcamiento. Esta última actuación se ha puesto en marcha con la sensorización de 3.500 plazas en zona azul y ha supuesto una inversión de 927.206 euros. El alcalde capitalino indica que «nuestra idea es seguir implementando estos proyectos»; a su juicio, estos permiten «generar información para optimizar la gestión de los servicios y, además, le servirá a la ciudadanía, también para generar economía. El objetivo, según el Consistorio, es que puedan generar un PIB de más de 12 millones. | A. V.
