Los barrios de San Juan y San José ganarán espacio peatonal y público, dotaciones socioculturales, zonas verdes y de uso libre y nuevos aparcamientos. Estos son las principales medidas que contempla el nuevo Plan Especial de regeneración y conservación que aprobó ayer la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y que es el tercero, y último, de los documentos urbanísticos que pretenden dar un lavado de cara a los riscos de la capital. El objetivo: regenerar estos núcleos y fomentar su conservación y características propias.
Más allá de su carácter singular, San Juan y San José se han convertido en protagonistas de muchas de las postales de Las Palmas de Gran Canaria. Junto con San Roque y San Nicolás, constituyen un entorno único que cuenta con una idiosincrasia que, en virtud de estos planes, el Consistorio quiere destacar y proteger. Más allá de esta imagen idílica, son también barrios que tienen muchas carencias y dificultades para la accesibilidad o el aparcamiento. Y esa es la dirección que van a tomar las acciones que se desempeñen en los próximos años, una vez quede aprobado definitivamente este plan. En el siguiente paso, se abrirá un periodo de alegaciones de un mes y, una vez resueltas, se llevará a pleno para su aprobación definitiva.
Persiguiendo una mejor movilidad y accesibilidad dentro de los barrios, la ordenación que propone el Plan Especial establece un diseño urbanístico en el que se prioriza al peatón, especialmente en el interior, frente al coche. En este nuevo esquema viario, la calle de uso preferente del vehículo rodado a través de la cual se accede a los Riscos, tanto por las cotas bajas como por las cotas altas, será de la que partan las vías interiores. Las principales vías estructurantes son: Paseo de San José, Arpa, San Francisco Javier, Jenner, Miguel Servet, Real de San Juan, Camino del Polvorín, Tartago, Batería de San Juan, Chano Bartolo y la propuesta de ampliación y prolongación de la calle Nervión.
En este documento, elaborado por el área de Urbanismo y Vivienda, también hay espacio para crear aparcamientos. Para ello, se aprovecharán solares vacíos con grandes pendientes, de tal manera que se pueden crear varias plantas para dejar los vehículos siempre y cuando la cubierta sea utilizada como plaza o zona deportiva al aire libre, de tal manera que se pueda seguir el itinerario al interior de los barrios a pie. La falta de lugar para estacionar era, precisamente, una de las grandes demandas que pusieron sobre la mesa los vecinos, junto con la compleja movilidad dentro de los núcleos.
El documento prevé calificar hasta 19 parcelas en ambos núcleos para uso de servicio comunitario
Otro aspecto destacable del Plan Especial, y que se presenta como una mejora para la calidad de vida de la población residente, tiene que ver con un aumento de parcelas que se usarán como parques y plazas. Concretamente, se ponen sobre la mesa 25 nuevos espacios, de diverso tamaño y dispuestos por el interior de los barrios. Así, contarán con áreas de sombra y bancos para el descanso y algunos tendrán la función de miradores. En base a su tamaño, se permiten los usos deportivos al aire libre, zonas de juego para la infancia e incluso quioscos para pequeñas cafeterías.
En cuanto a las dotaciones, se califican 19 parcelas destinadas a servicios comunitarios, desde educativos a culturales pasando por sociales y sanitarios. Todas ellas estarán vinculadas a las principales vías de acceso rodado y peatonales con el fin de facilitar el acceso y fomentar que los núcleos sean más inclusivos y accesibles.
Además, se elaborará una ordenanza estética que tendrá el objetivo de garantizar la conservación de la configuración paisajística tradicional de los riscos en base a su interés histórico y arquitectónico estableciendo una serie de determinaciones para actuar en el exterior de las edificaciones en relación a los materiales de las fachadas, de las cubiertas, las formas de los huecos y los colores. También se prevé una regulación que permita rehabilitar el tejido residencial pero dentro de unos parámetros que promuevan mantener la tipología tradicional de los riscos de la ciudad.
Dentro de la iniciativa Barrios Pendientes, el Ayuntamiento capitalino ha desarrollado una serie de planes especiales para los Riscos de la capital. Los de San Nicolás y San Roque ya han sido aprobados inicialmente en Junta de Gobierno en los últimos meses -el primero en septiembre de 2021 y el segundo en marzo de este año- y se encuentran en fase de alegaciones, analizando detalladamente todas las que fueron presentadas. Este es el último de estos tres documentos que buscan ensalzar una de las imágenes más pintorescas de la capital y mejorar la calidad de vida de sus residentes.
