La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El comercio local a pie de playa

‘Las Canteras Market Place’ se celebró este fin de semana en el paseo de la playa. La feria contó con unos 70 puestos que ofrecieron una gran variedad de productos

15

'Canteras Street Market', Mercadillo en Las Canteras Andrés Cruz

Se presentó la mañana de este domingo, con cielo encapotado y con una sensación térmica por debajo de lo que registraba el termómetro (unos 26 grados al mediodía), generando dudas entre aquellos que suelen ir a la playa de Las Canteras, ya sea a darse un baño reparador, o dar una vuelta por el paseo marítimo. 

Sin embargo, los que finalmente optaron por no amilanarse, ni siquiera ante la llovizna que cayó durante un rato en la zona, pudieron encontrarse con Las Canteras Market Place, un evento que reunió a aproximadamente 70 puestos comerciales a lo largo del paseo, desde la plaza Saulo Torón hasta el monumento al doctor Bartolomé Apolinario Macías (calle Padre Cueto). 

La feria, que estuvo organizada por la Concejalía de Desarrollo Local del Ayuntamiento capitalino, ofrecía una muestra variedad de productos locales, vinculados a gastronomía, artesanía, moda, complementos, etcétera. 

El público que asistió fue, por lo tanto, variopinto también, puesto que se mezclaban los grupos más osados, los que realmente iban cargados con toalla, sombrilla y demás utensilios playeros, con los turistas que visitaban la capital y los residentes que bajaban a hacer buen uso del paseo, corriendo y paseando. 

Una grata sorpresa

Entre ellos, se encontraban Jesús y Araceli, una pareja procedente de Valladolid, que llevaban dos días en la Isla, donde han venido a disfrutar de las vacaciones. Como era de esperar, lamentaron el tiempo cambiante, puesto que venían de la zona sur y «allí sí que estaba soleado». No obstante, toparse por casualidad con el mercadillo supuso para ellos «una sorpresa agradable», porque les dio la oportunidad de conocer un poco más los productos locales. «Hemos comprado un par de botes de mojo canario», indicaban, concretamente, en un puesto dedicado no solo a los mojos, sino a diferentes aliños tanto para la carne como para el pescado. 

Ángeles y Toñi, por su parte, sí que son de «las habituales» en la playa de Las Canteras. Les gusta ir los domingos por la mañana, para caminar juntas, ponerse al día, y de paso tomar un café en el paseo. 

«En realidad sólo estamos mirando», comentaron, porque suelen asistir «cuando ponen esta feria a principios de mes» y, «con esto de la crisis», no pueden permitir se el lujo «de gastar más dinero». 

Con respecto a la variedad de productos, Ángeles, sobre todo, hizo hincapié en que «las de artesanía son cosas muy bonitas, pero no para comprarlas todos los fines de semana».

Diferentes expectativas

Sin duda, en este tipo de eventos se cumple con el dicho que reza lo de «para gusto, los colores», puesto que la oferta es tan variada, que si no es un puesto, es en otro, pero siempre hay algo que llama la atención de los visitantes.

Una de esos puestos es el de Musharte, una joven artesana que utiliza los materiales que encuentra en el litoral de Santa Lucía de Tirajana, como cristales y madera entre otros, para diseñar pendientes, anillos, llaveros, marcalibros, etcétera, bajo un concepto de «arte libre» y siempre de manera «consciente con el respecto al medioambiente».  

Como un oasis a mitad de camino entre los stands de la zona de La Puntilla y situados más al sur, se encuentra la carpa de Arantxa Arenas, una joven valenciana, afincada en Gran Canaria desde hace ya unos años, que procedente de Berlín, aterrizó en la Isla para formarse en materia modista. 

Los productos que ofrece Arantxa contienen una serie de peculiaridades que los hacen únicos, es por ello, que el precio al que se venden «este un poco por encima de lo que se oferta en otros puestos del mercadillo». 

Las maneras de baremar si una actividad como Las Canteras Market Place tiene éxito o no, varía en función del enfoque o de las expectativa que tengan organizadores y participantes. 

El caso de Arantxa Arenas es un ejemplo, puesto que su objetivo fundamental en este tipo de eventos no es vender directamente, sino generar un interés en futuros clientes, para luego por atenderlos de manera personalizada. Es por ello, que «no se suele vender demasiado en la carpa», pero suele reorientar a las personas interesadas «al taller» donde se elaboran las piezas de ropa. 

La confección de las mismas «se hace en Gran Canaria» y se define como «moda atemporal», ya que «son prendas transformables, unitalla hechas con tejidos sostenibles». La idea es que el cliente se lleve «una prenda que tenga varias posibilidades». El tallaje es universal, valiendo el mismo pantalón a alguien que «tenga una talla 36 como al que lleve una 46». Esto no es sólo una ventaja para el consumidor, sino también para Arantxa que con sus diseños «puede dar servicio a diferentes tipos de cuerpos», un sistema de patrón especial y propio que le permite adaptarse a las necesidadades de los clientes. 

La caña dulce triunfa

Una de las ramas que suele triunfar en estas ferias, son aquellos comercios que tiene productos relacionados con la gastronomía. 

Así, además de los puestos que ofrecen panes y dulces típicos -que siempre tienen bastantes clientes de paso interesados-, destacaba el dedicado al Guarapo de Caña Dulce, que básicamente ofrecía mojitos con jugo de caña. 

Lo apetecible de la bebida y el hecho de ver al propietario moliendo las cañas, con un molino diseñado al efecto, llamó la atención de la cola de clientes que esperaban por su turno, para recibir la correspondiente bebida. 

«¿De dónde son esas cañas?», preguntaba Jorge, mientras le iban preparando un mojito. ☺«De La Aldea de San Nicolás, ¿cuánto haces que no vas?», respondía la dependienta. «Pues hace bastante...», replicaba Jorge. «Pues hay que ir, aunque sea a la fiesta del Charco...», sentenciaba entre risas, mientras terminaba el mojito.

Compartir el artículo

stats