Manuel Domínguez Romero, el que fuera director general de la consignataria J.A. Arocha y presidente de la Asociación de Consignatarios y Estibadores de Buques de Las Palmas (Asocelpa), falleció este viernes en la capital grancanaria. Domínguez, que llevaba retirado desde 2016, siempre mantuvo el vínculo con el sector portuario, donde desarrolló su labor profesional durante casi medio lustro.
Nacido en Gáldar, en 1954, no fue hasta el año 1972 cuando comenzó a estar vinculado al Puerto de Las Palmas, como empleado de una compañía de seguridad que se encargaba de vigilar los buques atracados, así como las instalaciones portuarias, que le sirvió para tomar contacto con la operativa del muelle. Tres años más tarde (1975), inicia su trayectoria dentro de la actividad consignataria, con una empresa por aquel entonces bastante fuerte en el sector como Ecopesa. Su labor se circunscribió fundamentalmente a la gestión de atraques, atendiendo a pie de muelles a las flotas que solicitaban los servicios de la empresa.
En 1989, se creó una empresa de estibadores junto a otras tres consignatarias, la Compañía Canaria de Carga y Descarga (Concarga), en el que ocupa el puesto de jefe de Operaciones de estiba hasta 1993.
La consignataria J.A. Arocha fue su siguiente destino profesional en 1994, ejerciendo como director general hasta su jubilación a finales de 2016. Manuel Domínguez contó con la plena confianza de José Antonio Arocha, que era un antiguo cliente de las empresas en las que había trabajado con anterioridad, y que propuso arrancar con el negocio. Bajo su dirección J.A. Arocha creció y se consolidó como un referente en La Luz, prestando servicios de consignación a flotas pesqueras internacionales de diferente tipología y actividad, procedentes de Rusia, Japón, Islandia, Noruega, Grecia, Inglaterra y Marruecos, entre otros.
Desde aproximadamente 2014, fue presidente y vicepresidente de Asocelpa, ostentando también el cargo de vocal y siendo miembro de la Junta Directiva hasta su retiro, un periodo que fue positivo y en el que trabajó codo con codo con el resto de consignatarias asociadas para hacer fuerza y presión e ir consiguiendo mejoras en las instalaciones, lo que fue en beneficio de todos los sectores de la actividad portuaria.
En 2018, recibió el Premio Puerto de Las Palmas 2017, en la modalidad Vida Profesional en el Entorno Portuario, que otorga la Fundación Puerto de Las Palmas.
Su última aparición pública fue en el acto que organizó la asociación el pasado mes de abril en la Casa Elder, en el que reunió a sus antiguos presidentes, para hacer una visión retrospectiva de los hitos logrados en el pasado, así como un análisis de los retos que debe afrontar La Luz en el futuro.
En el plano personal, sus compañeros de J.A. Arocha destacan su «enorme predisposición a ayudar a todo el mundo», por encima de los intereses profesionales o comerciales. Si por algo se caracterizó Manuel Domínguez fue por ser «un hombre honrado y muy amable», lo que hizo que se ganase la simpatía de todo el que lo conoció en el ámbito portuario, ya fuera «un compañero o un cliente», porque era capaz de «generar vínculos personales porque era muy humano».
Como compañero, desde la consignataria afirman que, entre otras muchas cosas, siempre lo recordarán «por su generosidad». «Manuel (Domínguez) era capaz de confiar en las personas, lo que generaba que el resto confiara en él», subrayan. Su capacidad para trasmitir sus conocimientos a los más jóvenes, «sin miedo y como si fuera un libro abierto» era otro de los aspectos por los que Domínguez era muy valorado en la empresa.
Por su parte, desde la Autoridad Portuaria de Las Palmas, su presidente, Luis Ibarra, lamentó «la pérdida de un histórico del Puerto» y reconoció que tanto él como la institución se sentían «apenados por la noticia», ya que aparte de reconocer su valía profesional, «era un hombre que tenía la capacidad de llegar a consensos», algo muy importante en un sector como el portuario donde hay que gestionar con los diferentes colectivos. «Para Manuel (Domínguez), lo más importante era que se llegara a un entendimiento. Siempre fue un apoyo para la Autoridad Portuaria, independientemente de quién fuera el presidente», apuntó Ibarra.
El actual presidente de Asocelpa, Jaime Cabrera del Pino, también manifestó su pesar por el fallecimiento del que fuera «uno de los principales baluartes del Puerto de Las Palmas en los últimos años», al que desde el ente consideraban «una persona cercana, con una gran vocación portuaria y con un envidiable compañerismo». «Manuel Domínguez merece todo nuestro reconocimiento por la labor callada que realizó, principalmente en el sector de la consignatarias, consolidando las nuevas tendencias de tráfico que se han ido abriendo en nuestro puerto en los últimos años. Fue, sobre todo, un gestor polivalente, con un gran amor por su trabajo y con una gran visión del papel que Asocelpa debía desempañar», señaló Cabrera.
