El profesor Fernando Martínez Fernández, quien impartió clases de Biología durante unos 40 años en el colegio Heidelberg de Las Palmas de Gran Canaria, falleció este lunes a los 67 años de edad por una fulminante enfermedad. María Soledad Jorge Blanco, su esposa, también había trabajado durante más de tres décadas en el mismo centro educativo como profesora de Ciencias Sociales, Geografía e Historia.

Este profesor de Ciencias Naturales y Biología siempre será recordado por muchos, durante su trabajo educativo, con su bata de laboratorio, su cesta de tizas de colores y sus dibujos. 

La repentina e inesperada pérdida del profesor, que era llamado por gran parte del alumnado don Fernando, ha sido motivo de «gran pesar» y «dolor» para sus dos hijos, Fernando (Nano) y Joaquín (Quino) Martínez Jorge y para toda la familia, como también para los antiguos alumnos, profesorado y compañeros del colegio Heidelberg. Para muchos ha dejado en el centro una «gran huella» personal y profesional don Fernando, quien también era conocido como Nano por parte de los amigos y familiares, al tiempo que su esposa es llamada Masole.

Martínez Fernández, licenciado en Biología, nació en 1954 en la localidad asturiana de Luarca, donde procuraba no faltar cada año, junto a Masole, a las fiestas grandes de San Timoteo durante el mes de agosto. Sus progenitores, Ignacio Martínez, ya fallecido, y Tina Fernández, nonagenaria que aún vive, fueron y son muy conocidos y queridos en Luarca. «Trabajador; encantador y simpático; gran persona y profesional; afable; con mucha empatía; amigo de sus amigos; y un auténtico líder y alma del grupo». Así lo describieron distintos miembros del profesorado y responsables del colegio. 

Muchos alumnos y alumnas, y profesores resaltaron, a la hora de hablar de sus cualidades profesionales, su espíritu «vocacional», así como su «gran capacidad de comunicación y pedagógica», que «amaba su trabajo» y que «estaba muy comprometido personal y profesionalmente» con el colegio. 

Asimismo, el alumnado destaca de don Fernando «su gran pasión por la asignatura que inculcaba». Amalia García Alcaide, que fue alumna de la promoción de 1973, la novena de este colegio alemán, resaltó que «era un profesor muy justo y sin favoritismos con ningún alumno o alumna. Me impartió clases en BUP y en COU». «Además de trabajador y de ser muy divertido, era una gran persona. A muchos nos pasó, que después de sus clases y de la gran pasión con la que nos inculcaba la asignatura, teníamos ganas de ser biólogas o biólogos», aseguró la antigua alumna, también natural de Luarca. La que fue también alumna Ruth Jaén, por ejemplo, se formó y se preparó como bióloga, en gran parte «por la pasión y el interés por esta materia que me despertó el profesor», comentó a una excompañera de clase.

Otra las acciones del profesor, que no olvidan los alumnos y alumnas, que promoviese la plantación de un árbol con cada promoción, lo que provocaba más interés por la flora y la implicación con la naturaleza. 

Miguel Ángel Montenegro, exdirector del colegio Heidelberg, resaltó que «Fernando era muy alegre y quería que los demás se divirtieran, pero también era recto y justo, cuando había que serlo».

«Fue muy leal al colegio, donde trabajó unos 40 años, y como siempre demostró. Siempre quiso estar en segunda línea, trabajar y ayudar en la sombra. Nunca quiso ser director, a pesar de las varias propuestas que se le hizo. Puedo asegurar que fue el mejor vicedirector que se puede ser. Fue muy querido por los alumnos y los profesores», agregó Montenegro.

Por otro lado, Fernando Martínez siempre demostró que era un «enamorado incondicional» de Gran Canaria, y de especial manera de su flora y fauna. Luis Florido, del colegio Heidelberg, destacó que «además de ser un enamorado de la Isla, era un gran defensor del Barranco Seco, de su flora y de su entorno, como también lo era del drago y de la palmera canaria. Eso sí, era enemigo de la flora invasora».

Otra de las pasiones que tenía el profesor don Fernando, además del fútbol, era el Carnaval, y siempre buscaba la manera de participar y colaborar en la actividad carnavalera que tocase. El profesor jubilado pudo participar por última vez en las carnestolendas de Maspalomas que tuvieron lugar el pasado mes de junio.

Los restos mortales de Fernando Martínez Fernández se encontraban desde las tres de la tarde de este lunes en el tanatorio de San Miguel, en la capital grancanaria, al cual acudieron numerosas personas, que llenaban la sala 109 y los pasillos, para expresar el pesar por la pérdida del profesor y para acompañar a su familia. La incineración será a partir de las 14.00 horas de este martes, día 2 de agosto.