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Las algas veranean en La Laja

La llegada masiva de sebas a las piscinas se produce desde hace semanas | Los bañistas se quejan de que los niños no pueden usar la pileta chica en marea baja

Una famila pasa el día en las piscinas de La Laja. La arribazón de sebas afecta sobre todo a la piscina más pequeña, la que usan los niños y niñas . | | ANDRÉS CRUZ

Una marea canela de algas ha invadido las piscinas de La Laja y sus alrededores desde hace varias semanas. Los bañistas no dejan de sorprenderse por esta llegada masiva de algas que, aseguran, no haber visto nunca, al menos no en tales cantidades. La presencia de las sebas impide utilizar la piscina situada más al norte, la más pequeña destinada a los niños y las niñas, porque el aspecto les disuade de meterse en el agua, pese a que estos vegetales acuáticos no afectan a la salud. Una nata de algas cubría ayer la práctica totalidad de la piscina hasta que la marea llena empezó a arrastrarlas hasta el exterior. El Ayuntamiento ha activado un dispositivo para recoger los sargazos en La Laja, aunque parte de estas continúan acumulándose en las inmediaciones de la piscina más pequeña. Desde Ciudad de Mar, área que dirige José Eduardo Ramírez, indican que existe la «percepción» de un aumento en la arribazón de algas, aunque aclaran que no lo pueden afirmar porque no «hay ningún estudio comparativo con años anteriores».

La presencia de las algas pardas en las piscinas de La Laja y alrededores se percibe desde la entrada al túnel de acceso a la playa, por el penetrante olor que desprende las sebas, agradable para algunos y horrible para otros. Los bañistas no se ponen de acuerdo en torno a ese intenso olor a mar que impregna toda la zona, pero los padres y madres sí que se muestran desconsolados porque sus retoños no puedan usar la piscina pequeña, lo que les obliga a desplazarse a las piletas más grandes

Mariam acudió este lunes con sus dos hijos y una amiga a pasar el día en las piscinas y se encontró con la pileta pequeña practicamente cubierta con una espesa nata de algas. «Nunca había visto esto así. Me imagino que es por el aumento de la temperatura del agua. Yo vengo aquí desde hace años y es la primera vez que veo la piscina toda llena de algas», asegura Mariam, quien aunque reconoce que las algas son inofensivas, «es desagradable encontrártelas» en cantidades tan grandes.

Los chiquillos, añaden, vienen porque les gusta ver a los peces en el fondo, algo que ahora es difícil, porque «en cuanto entras en el agua, se empiezan a mover todas las algas. Nos hemos tenido que ir a la piscina grande», relata Mariam, mientras habla maravillas de las piscinas. «Lo mejor que tienen es que las aguas son cristalinas. Para mí es uno de los mejores rincones de Las Palmas», destaca mientras asegura convencida que la proliferación de algas es por el calentamiento climático debido a la contaminación. Yurena y sus dos hijos también se encontraron con la piscina pequeña repleta de algas. «El mes pasado no había tanto. Nos vamos a trasladar a la piscina grande porque en la chica no se puede estar», comenta

María Elena, que aprovecha a veces cuando sale del trabajo para darse un baño y relajarse, ni se había enterado de la presencia de los sargazos. «Yo estoy un ratito nada más. Lo que más me gusta de este rincón es que no hay mucha gente» y la calidad del agua, subraya.

Carlos, un surfero de la zona, asegura convencido que la concentración de sebas ha aumentado este año. «Hay una acumulación de algas en el Castillo de San Cristóbal y las corrientes las traen hasta La Laja», algo que, se apresura a aclarar, «no supone ningún problema». Antonio Godoy, otro bañista, aprovecha para quejarse de la falta de balnearios y de servicios en la zona.

La asociación de vecinos Hoya de la Plata Original denunció hace una semana que los chiquillos se han quedado sin piscina por las algas y reclaman una mayor limpieza al ayuntamiento.

La arribazón de algas, algo normal en Las Canteras en determinadas épocas del año, afecta desde hace meses también a la playa de La Puntilla (San Cristóbal) y la zona del Castillo de San Cristóbal, conocida como Las Tenerías, un fenómeno que llega hasta La Laja y Bocabarranco.

Los operarios de Ciudad de Mar retiraron en solo tres días más de 7.000 kilos en el litoral del Cono Sur el pasado junio, los únicos datos que se han facilitado hasta el momento. El dispositivo de limpieza también está actuando, asegura Ciudad de Mar, en las playas de La Gaviota y Bocabarranco, donde rastrillan la zona y las trasladan al vertedero.

Tres años sin dragar los charcos

Las piscinas de La Laja llevan más de tres años sin dragarse debido, entre otras cosas, a los problema que ha tenido el Ayuntamiento para adjudicar el penúltimo concurso para limpiar el fondo de las piedras y arena que se acumulan en el fondo, una operación que se solía hacer una vez al año. El contrato que sacó a concurso la Concejalía de Ciudad de Mar en 2021 quedó desierto y el servicio volvió a sacar el concurso el pasado mes de abril, aumentando la duración de la concesión y la cuantía para hacerlo más atractivo a las empresas y conseguir que alguna se presente. Así, se ha ampliado el plazo del contrato a tres años y el precio de licitación asciende a 92.419 euros. La presencia de piedras y arenas en las piscinas fue otra de las quejas expresadas por los bañistas.

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