La Provincia - Diario de Las Palmas

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La plataforma ‘West Carina’ llega al Puerto de Las Palmas para cambiar dos hélices propulsoras

El buque perforador permanecerá en las instalaciones de Astican durante una semana

El buque perforador West Carina tiene previsto llevar a cabo trabajos de extracción en Brasil. LP/DLP

El buque perforador West Carina, propiedad de la multinacional Seadrill, ha arribado al Puerto de Las Palmas, donde tiene previsto realizar una serie de trabajos de reparación y mantenimiento durante la próxima semana. 

Los servicios que se pondrán a disposición de la plataforma han sido gestionados por la consignataria Canarship. La duración estimada para la finalización de los arreglos es de entre 7 y 8 días. 

La Luz, que es el primer referente en el sector de reparaciones navales en el Atlántico Norte, cuenta en sus muelles con la presencia de hasta cinco plataformas de extracción, entre las que destacan las Ensco DS-7, DS-8 y DS-11, todas ellas propiedad de la empresa Valaris, con la que la Autoridad Portuaria de Las Palmas tiene un convenio, para ser el puerto base de sus operaciones. 

En concreto, el buque perforador necesita cambiar dos hélices azimutales, que es un dispositivo dentro del propulsor que permite orientar el impulso de la embarcación gracias a que la hélice puede girar alrededor de un eje vertical, lo que mejora significativamente la maniobrabilidad, haciendo incluso menos necesario el timón. Salvando las distancias, es similar a la propulsión que utilizan las lanchas fueraborda, pero con mayor tamaño y más posibilidad de giro. 

Soporte técnico de Astican

En este caso, los trabajos de sustitución los llevará a cabo la empresa Konsberg, contando con el soporte técnico de Astilleros Canarios (Astican)

Aparte de este arreglo, el West Carina también hará un cambio de tripulación, así como una carga de repuestos y demás aprovisionamientos mínimos. 

A principios del pasado mes de julio, la plataforma partió rumbo a Brasil, tras haber permanecido en el puerto de Santa Cruz de Tenerife desde febrero, donde ya había sido sometida a trabajos de reparación, reactivación y reforma, que incluyeron la inspección de las tuberías de perforación, el arreglo del quemador de la llama y de los tubos de inyección de cemento y extracción de crudo. También se efectuaron las labores necesarias para el mantenimiento de las grúas, así como el desmontaje y montaje de motores y se realizaron las certificaciones pertinentes de los diferentes equipos a bordo. Ante la rotura de las hélices, ha tenido que parar en el Puerto de Las Palmas. 

A finales del pasado año, la empresa Seadrill confirmó la firma de dos contratos con la empresa Petrobas por valor de 549 millones de dólares, para desarrollar extracciones en el campo de Búzios, en costas brasileñas. 

Dentro del acuerdo, el periodo de inicio de la actividad está previsto para el próximo mes de septiembre. 

Los buques de Valaris

Por su parte, la Ensco DS-7, que ha pasado a llamarse Rowan Relience, ha cambiado la zona de atraque, pasando a ubicarse en las instalaciones de aguas profundas que tiene Astican en el muelle Reina Sofía, con el objetivo de que se someta a los trabajos necesarios para su reactivación, que se prolongará hasta el mes de marzo del próximo año. 

Tanto el DS-7, como el DS-8 y el DS-11 permanecerán en el Puerto de Las Palmas hasta que se concrete alguna contratación, que defina sus próximos destinos. 

Desde principios de año, los buques de Valaris, se han encontrado en estado de preservación, con todos sus equipos protegidos ante posibles daños por corrosión, por lo que se les han aplicado diferentes productos lubricantes, para posteriormente comenzar con las acciones de reactivación. 

Tal y como ha ido evolucionando el mercado del combustible en los últimos meses, es bastante probable que en un corto espacio de tiempo se cierren acuerdos para que estas plataformas entren de nuevo en funcionamiento. 

En el caso del Ensco DS-11, los planes de trabajo que estaban planificados fueron modificados durante el pasado mes de febrero, ya que su puesta a punto para la vuelta al funcionamiento se había fijado en el próximo año 2024.

Precisamente, esta era la fecha fijada para el inicio de un acuerdo de tres años que se había concretado con la empresa TotalEnergies y que se iba a desarrollar en las costas del Golfo de México. 

La multinacional francesa tomó la determinación de rescindir el contrato, aludiendo a motivos estratégicos, por lo que se vio en la obligación de pagar una tasa de indemnización por cancelación. 

Doble cancelación para la DS-11

En abril de este año, el panorama mejoró para la plataforma Ensco DS-11, que parecía que por fin iba a zarpar de La Luz, ya que la petrolera noruega Equinor anunció que retomaba el proyecto en aguas mejicanas que había rechazado TotalEnergies. 

Sin embargo, dos meses más tarde (en junio) tramitó un aviso de rescisión del contrato, lo que también supuso el abono de una penalización, que desde Valaris consideraron suficiente, puesto que cubrió la cuantía económica que habían invertido previamente para el arranque de nuevo del proyecto.  

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