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Puerto

El desabastecimiento de mercancías golpea de lleno al sector náutico

Las tiendas especializadas del Muelle Deportivo advierten de los problemas de producción y suministro de los fabricantes que no abarcan la demanda actual

Imagen panorámica del Muelle Deportivo del Puerto de Las Palmas. Andrés Cruz

Los establecimientos que ofrecen equipamientos y servicios náuticos ubicados en el Muelle Deportivo viven en un estado de incertidumbre con respecto a si podrán contar con la mercancía necesaria para poder afrontar con garantía el inicio de su temporada alta de ventas el próximo mes de septiembre

Durante el pasado mayo, durante la celebración de la Feria Internacional del Mar (Fimar) en la capital grancanaria, las empresas del sector náutico ya mostraban su preocupación debido a los problemas que estaban teniendo para garantizar el suministro, en gran medida causados por los retrasos que habían en los transportes. 

El panorama internacional en la actualidad no permite ser nada halagüeño con respecto al futuro inmediato. La escasez de microchips y el notable incremento de la demanda tras el parón producido por la situación de emergencia por covid-19 han propiciado que la mayoría de los principales fabricantes de maquinaria, equipamiento y útiles del sector náutico se hayan visto desbordados y no puedan atender el creciente número de pedidos. 

El gerente de Alonáutica, Rubén Alonso, una empresa familiar especializada en venta de motores fueraborda y servicios de reparación y mantenimiento naval, afirma que en su caso se ven afectados fundamentalmente por «los proveedores directos ya que no son capaces de suministrar al tiempo de la demanda».

Sin fechas concretas

Esta situación ha generado que «tenga listas de espera de meses». Para Alonso una de las razones es que «durante la pandemia la producción se frenó en seco» y tras el retorno a la normalidad, los fabricantes «no han sabido adaptarse el ritmo de la demanda». 

Como ejemplo, el gerente de Alonáutica detalla que un cliente ha hecho un pedido especial, en concreto, «cuatro motores fuerabordas» que en principio deben ser entregados el próximo mes de noviembre. «No cuento con una fecha concreta para poder servir el pedido», comenta Alonso, que añade que les consta «que el fabricante está haciendo todo lo posible para cumplir con el plazo». 

Esta situación no sólo genera incertidumbre entre los comerciantes, sino que también afecta directamente a los clientes que «empiezan a preguntar en otras tiendas». Y es que «cuesta entender que hay que ser paciente». 

La falta de garantías en la recepción de productos transmite incertidumbre entre los compradores

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A toda esta situación anómala en el apartado de abastecimiento hay que sumar la inestabilidad en el ámbito del transporte generada por la crisis del combustible, uno de los efectos producidos por la Guerra de Ucrania. «Los precios en el traslado de mercancías en algunos trayectos están disparados», señala, y lamenta no poder contar «con una tarifa fija como antes que era bastante más baja». 

El encarecimiento a la hora de importar los contenedores con los productos repercute por supuesto en el precio final de venta. Pese a todo Alonso es optimista y si bien es cierto que no ve una solución de aquí a final de año, espera que el próximo sea mejor. 

Otro de los comercios que se está viendo afectado por este difícil escenario es Rolnautic. Perteneciente al grupo Rodritol, cuenta con más de 20 años de experiencia tanto en la venta de respuestos y accesorios náuticos como en servicios de mantenimiento. 

Menos ventas en verano

El gerente de la tienda y vicepresidente de la Asociación de Empresas Náuticas de la provincia de Las Palmas (Aenáutica), Juan Carlos Rodríguez, asegura que «las cifras de ventas este verano están siendo un poco inferiores a las de otros años», aunque hay clientes con un mayor poder adquisitivo que «solicitan cosas especiales». 

El dilema, según Rodríguez, se encuentra ya no sólo en que los periodos de fabricación se retrasen, sino también en que los fabricantes no cuentan con stock suficiente. En definitiva, no hay mercancía disponible. 

Como muestra, está gestionando una incidencia «con un pedido de aires acondicionados que por sus características no se encuentran en Europa», por lo que ha tenido que solicitarlos en Estados Unidos, pero no tiene garantías de conseguirlos «porque la fábrica no cuenta con los componentes necesarios» y no dan «una fecha de finalización de la producción».  

Factores como la escasez de chips y el conflicto ucraniano son fundamentales en la actual situación

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La inestabilidad se traslada a su vez a las diferencias en las cantidades de los pedidos que sí llegan a las tiendas. Una de las últimas operaciones consistió en la petición de «60 referencias diferentes» para las que Rolnautic contaba con «con el compromiso de envío por parte del fabricante». 

Perspectiva de desabastecimiento

Ante este panorama, Juan Carlos Rodríguez afirma que van a sufrir «desabastecimiento para la temporada alta» y eso que «las peticiones están hechas desde mayo», pero «todavía no han enviado absolutamente nada». 

La impaciencia de los clientes es otro factor con el que ha tenido que lidiar Rodríguez y que ha hecho que pierdan alguna venta. «No se puede ser ajeno a la situación fuera de las Islas», aludiendo a «la escasez de componentes electrónicos o el conflicto ucraniano» como factores determinantes. 

Por su parte, Octavio Jiménez, gerente de Alisios Sailing, que centra su actividad en la venta de equipamiento y servicios náuticos, dice que «hay dificultades, sobre todo en algunos productos específicos». En el caso de su tienda que están especializados en la realización de jarcias, están encontrado complicaciones para comprar «cables de acero inoxidable», cuyo precio «ha subido un 100%». Lo mismo ha pasado tanto con la fibra y el aluminio, componentes principales de veleros Láser y Optimist, «como la tela para las velas» que también comercializan. 

«Hay proveedores que han cambiado el precio cinco veces este año» debido a «la falta de materia prima» y a las prioridades de producción, dedicándose a otros productos (móviles, tablets...) que tienen más volumen de mercado. 

Pese a que cuentan con existencias en almacén, Jiménez no deja de reconocer que está «preocupado» por lo que sucederá en los próximos meses.

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