El Club Natación Metropole nació en los años 30 al calor de otro tiempo: el del asociacionismo. Sus logros deportivos y su popularidad crecieron sin parar durante todo el siglo XX, hasta entrar en declive tras la crisis de 2008.
El asociacionismo marcó la vida social de Las Palmas de Gran Canaria durante gran parte del siglo XX. La explosión de clubs y entidades sociales y deportivas se desarrolló al compás de los aires de modernidad que trajo a la Isla la colonia inglesa -que a su vez llegaría con el desarrollo del comercio a través del Puerto de La Luz-. Tenis, golf y la náutica vivieron años gloriosos y aglutinaron a auténticas masas sociales. Es en este contexto en el que nace el Club de Natación Metropole en 1934. Desde entonces, ha llovido mucho. La entidad de Ciudad Jardín vivió durante décadas momentos de honor y de popularidad hasta caer en el letargo provocado por la sangría de socios. Una realidad que la semana pasada explotó con el anuncio de un concurso de acreedores para poder salvar las cuentas y la existencia del club.
1934, el nacimiento.
Gustavo Julio Navarro Jaimez. Aficionado a la natación, ganó en 1932 un concurso organizado por este mismo periódico en Las Canteras. Ya en la crónica de la época destacaban que su triunfo «no ha sorprendido a los que presenciamos hace un año su travesía del Puerto de La Luz», y es que el joven era una gran promesa. Aprendió a practicar este deporte durante su etapa de estudiante en Madrid, bajo la tutela del nadador y olímpico Enrique Granados Gal.
En sus primeros 25 años de vida el Club acumulaba cuatro olímpicos y 172 internacionales
Dos años después de ese torneo en Las Canteras, Navarro funda junto a su hermano Sebastián y un grupo de amigos el germen de lo que sería el CN Metropole. José Feo, Manuel Bonnet, Fernando Navarro Valle, Guillermo Wyttembach, Enrique Martínez y algunos otros, conformaban este grupito de pioneros que en plena II República realizaban travesías en la playa de la capital grancanaria.
1941, los primeros logros.
Tras la Guerra Civil, el club comienza a entrenar en la piscina del hotel Metropole, donde ahora están las Oficinas Municipales de la capital. Y es que la pileta de este establecimiento, a orillas del Atlántico al no haberse ganado aún terreno al mar, fue la primera que tuvo la ciudad. La propietaria, Miss Quiney, permitió a los nadadores entrenar allí con la condición de que el Club llevara el nombre del hotel.
Los éxitos deportivos no se hicieron esperar. En 1941 Canarias logra coronarse como Campeón de España Absoluto de Natación. José Feo Perdomo, uno de los fundadores del club, fue el seleccionador del conjunto regional en Palma. Entre sus filas estaban los nadadores del Metropole Fernando Navarro y Juan Díaz ‘Roque’. Los «tritones» canarios, como los llamaban en la prensa, volvieron a triunfar un año después, en esa ocasión en la piscina del Real Club Náutico de Tenerife.
1960, el traslado.
El Metropole acumulaba en sus primeros 25 años de vida cuatro olímpicos -Jesús Domínguez, Julio Cabrera, José Manuel Cossio y Rita Pulido-; 150 internacionales en la categoría masculina y 22 en la femenina. Además de un más de un centenar de campeones a nivel nacional. «A lo largo de su dilatado historial sus logros han ido en aumento y es desde hace ya varios años sin discusión el mejor club de España», destacaba en ese entonces el Diario de Las Palmas.
El Ayuntamiento adquirió el «viejo» hotel Metropole unos años antes, por lo que el club tenía la ardua tarea de buscar una nueva sede. La directiva, encabezada por Luis Piernavieja del Pozo, se vio abocada a negociar con la Junta del Puerto, con Rafael Picó al frente, una concesión marítimo-terrestre frente a los Salesianos. «Una vieja aspiración lograda», resaltaba el Diario de Las Palmas en la presentación del proyecto definitivo. Las nuevas instalaciones contaban con dos piscinas, una olímpica y otra de 25 metros, gimnasio y locales sociales.
«No hace falta recalcar la importancia que tiene para la vida de Las Palmas una instalación tan espléndida, en la que se puede desarrollar una actividad social tan amplia», destacaba el periodista Diaz Cutillas, y es que el Metropole se erigía como un auténtico buque insignia de la actividad social y deportiva de la ciudad.
1965, la inauguración.
La sede definitiva del CN Metropole abrió sus puertas el 18 de abril de 1965. Lo hizo en una «brillantísima» inauguración que se saldó con el primer triunfo de la selección española de natación sobre Italia. Para financiar las obras se lanzaron mil cédulas de socios propietarios al precio de 6.000 pesetas, además de una subvención de la Delegación de Deportes Nacional. Comenzaba una gran etapa.
2003, compra de los terrenos.
El Club decide comprar los terrenos en 2003. Estaba al frente Manuel Herrera Macario, presidente durante 16 años ininterrumpidos [1998-2014] ha sido el segundo que más tiempo ha estado en el cargo tras José Feo Perdomo -18 años-. Tras una asamblea «muy intensa», los socios autorizan a sacar adelante la operación. La directiva tuvo que pedir un crédito de un millón de euros para adquirir 10.000 metros cuadrados de terreno que seguían bajo la concesión de la Autoridad Portuaria. La adjudicación tendría que haber vencido en 2023, pero los de Macario se dieron prisa para atar la propiedad del club.
La directiva pidió en 2003 un crédito de un millón de euros para comprar los terrenos a la Autoridad Portuaria
Con esta operación el Metropole pasó a contar con un patrimonio que ascendía a los 48 millones de euros, frente a los 1,2 millones previos a la negociación. El club contaba ya con cinco piscinas climatizadas, tres gimnasios, pistas de tenis, squash y frontenis. En estos años previos a la crisis de 2008 el Club llegó a rozar los 7.000 socios. Tras estallar la burbuja inmobiliaria comenzaría una lenta sangría de socios que llega a la actualidad; la entidad se ha ido manteniendo en estos años con pequeños ajustes, con deudas «asumibles» y años de bonanza -en 2019 y 2020 hubo superávit-.
2022, crisis económica.
La inflación, la pandemia y, sobre todo, la sangría de socios han terminado por lastrar las cuentas del CN Metropol. Si en 2008 rozaban los 7.000, en el censo para las elecciones presidenciales de 2021 el club apenas pasaba de los 3.200 socios. Ante las dificultades para sacar adelante las cuentas, la directiva anunció este agosto primero un ERE que afectará a casi la mitad de la plantilla y, a los pocos días, la necesidad de acudir al concurso de acreedores para salvar una entidad señera en la historia deportiva y social de la ciudad. La deuda supera los 800.000 euros.
