Las aguas del frente litoral que discurre entre el Centro Comercial El Muelle y la Base Naval de la Armada en Las Palmas, también conocido como el tramo del parque marítimo de Santa Catalina, amanecieron ayer con un color marrón –y emanando malos olores– procedentes de uno de los emisarios presentes en la zona.

La Empresa Mixta de Aguas de Las Palmas (Emalsa) confirmó que dichos vertidos tenían su origen en el achique de aguas que se lleva a cabo en las zonas cercanas donde en la actualidad se están realizando obras.

Esta circunstancia es bastante habitual, ya que el producto de las filtraciones que se generan al remover la tierra del subsuelo –cabe recordar que es territorio ganado al mar– es bombeada a la red de pluviales para su posterior desagüe, en este caso, en aguas pertenecientes al Puerto de Las Palmas.

En concreto, en la franja que se extiende a lo largo del parque marítimo de Santa Catalina están activos cinco vertidos, cuatro de ellos propiedad del Ayuntamiento capitalino y gestionados por Emalsa.

Tanto desde el Servicio de Contaminación del Gobierno de Canarias como desde la Concejalía de Aguas de la corporación local se subraya que estos vertidos no suponen ningún riesgo para la salud puesto que es agua de mar.