El Salón Dámaso del Real Club Náutico de Gran Canaria fue el lugar escogido para llevar a cabo la firma del protocolo de intenciones entre el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el propio club capitalino para la puesta en marcha del proyecto de ampliación del paseo marítimo que unirá la playa de Las Alcaravaneras con el parque Santa Catalina.
En el acto se dieron cita el alcalde, Augusto Hidalgo, la presidenta de la entidad náutica, María del Carmen López Galán, el concejal de Urbanismo del consistorio local, Javier Doreste, y el vocal de la junta directiva del club, Javier González-Jaraba López.
Este acuerdo supone el punto de partida para que el consistorio local ponga en marcha esta iniciativa que en palabras de Hidalgo «viene a solucionar el estrangulamiento» que sufre esa zona del frente marítimo al ser un paso «muy complicado y estrecho» en el que confluyen los accesos tanto al Náutico como a la Base Naval de la Armada, el carril bici y el tránsito peatonal.
El club cede unos 3.500 metros cuadrados para la ejecución de la ampliación
Inicio del estudio urbanístico preliminar
La liberación de más de 8.000 metros cuadrados en este enclave era uno de los objetivos fundamentales por parte del ayuntamiento capitalino. Dentro del protocolo de intenciones se incluye no sólo el permiso por parte del Náutico para que el consistorio pueda acceder a sus terrenos -y así poder comenzar con el estudio urbanístico preliminar-, sino también la cesión de unos 3.500 metros cuadrados en los que se ejecutaría el ensanche del paseo marítimo -se ganarían unos 20 metros lineales-, eliminando así la valla existente en la actualidad y liberando la fachada del edificio del Náutico. Se ampliaría también los espacios verdes y zonas ajardinadas, manteniendo los accesos preexistentes al edificio, así como la marquesina de entrada y el barco de vela Tirma, declarado como Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Canarias.
A cambio, Hidalgo admite el compromiso por parte del Ayuntamiento de construir un edificio de aparcamientos para uso exclusivo de los socios del club, que tendría una superficie de unos mil metros cuadrados. En resumen, «un win-win», apunta.
En este misma línea, López Galán considera que con esta firma «ganan tanto la ciudad como el club», pero matiza que para que finalmente se pueda materializar, antes tendrá que recibir el visto bueno por parte de la Junta de socios del club náutico. «Cuando el Ayuntamiento entregue el anteproyecto será sometido a la aprobación de los socios como marcan nuestros estatutos. Sin eso sería inviable. Haremos todo lo posible para que se apruebe porque entendemos que es un proyecto beneficioso para ambos», dice.
Durante el acto de la firma se proyectó un vídeo en el que se hacía una simulación sobre cómo quedaría la modificación propuesta, montado con un fondo musical operístico lo que dio un aire de grandilocuencia a la presentación.
Apuesta por el eje norte-sur
Hidalgo fue el encargado de poner en el adecuado contexto esta intervención que se enmarca dentro de «la apuesta por abrir avenidas para el paseo, el tránsito de vehículos alternativos de movilidad y nuevas zonas ajardinadas» que se ha venido haciendo desde la corporación durante los últimos años. «En definitiva, una apuesta porque el eje norte-sur de la Avenida Marítima y la conexión con la hoy remozada Mesa y López peatonal sea un lugar de tránsito para los vecinos y visitantes de la ciudad», remarca el alcalde.
Todavía es demasiado pronto para aventurarse a hablar de plazos y costes económicos. El estudio urbanístico que dará como resultado el anteproyecto será el que defina cuánto tiempo se tardará en el ensanchamiento, así como el apartado presupuestario.
La iniciativa recoge la construcción de un nuevo edificio de aparcamiento para los socios
La intención por parte del Ayuntamiento no es otra sino «poder sacar a licitación el proyecto» durante el verano de 2023, aunque antes, «a comienzos de año», quieren tener preparado el anteproyecto para «enviarlo al Náutico y que sea sometido a valoración y aprobación».
Sobre el tercer eje de este plan, el relacionado con la Base Naval de la Armada en Las Palmas y la cesión de 4.500 metros cuadrados del espacio que en la actualidad ocupa, el alcalde capitalino confirma que la negociación está «muy avanzada» y que prácticamente se está «a la espera de saber dónde será la firma».
En el caso del Arsenal, la intención es hacer «un retranqueo», así como instalar «un vallado más amable», erradicando el de piedra vigente, por otro que «sea mucho más poroso» y que genere «más posibilidades visuales». La actualización del concepto del Museo Naval sería otra de las líneas que abarcaría este plan. «Está todo coordinado y estudiado para garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad tanto en el caso de la Base Naval como del Club Náutico», subraya Hidalgo.
