El consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, ha supervisado este miércoles las obras de construcción de los cerca de 4.000 bloques de hormigón que formarán parte de la nueva escollera que el Gobierno regional va a construir como parte de los trabajos para la garantizar protección de la GC-1, a su paso por la Avenida Marítima de Las Palmas de Gran Canaria.

El consejero informó que sólo para la construcción e instalación de estas estructuras, de siete y cuatro toneladas de peso cada una, su departamento destina algo más de cuatro millones de euros -el 70% del presupuesto total de la actuación-, y que su traslado hasta la avenida Marítima comenzará a principios de noviembre.

“Somos conscientes de que hay importante interés por esta obra de emergencia y por eso hemos querido venir hoy aquí a comprobar que se están cumpliendo los plazos y que las obras van a buen ritmo, tanto en lo que se está trabajando en la actual escollera como con los bloques que se están fabricando aquí”, explicó el consejero Sebastián Franquis, “va a haber 4.000 bloques en el tramo de medio kilómetro sobre el que se va a actuar, y está previsto que estos bloques se empiecen a trasladar en noviembre hasta la Avenida Marítima para, de esta forma, acabar con un problema que preocupaba al conjunto de la ciudadanía, en el que hemos actuado inmediatamente y cumpliendo con los plazos previstos”.

La construcción de estos bloques que formarán la nueva escollera, y que se lleva a cabo en un terreno situado en el polígono industrial La Cazuela, forman parte esencial de las obras denominadas Restitución de la escollera para la protección de la GC-1 Avenida Marítima, unos trabajos que acomete el Gobierno de Canarias y que comenzaron en julio tras la declaración de la emergencia de esta actuación para afianzar la estructura de la carretera de interés regional GC-1 en un tramo que atraviesa el municipio de Las Palmas de Gran Canaria.

Con la ejecución de estas obras se materializa el compromiso adquirido por el consejero Franquis con el resto de las administraciones locales implicadas a las que comunicó que sería la consejería que él dirige la que asumiría estas obras ya que las grietas detectadas en el muro que soporta la avenida Marítima podrían afectar a la carretera de interés regional GC-1.

Estas obras de emergencia han sido adjudicadas por un importe total de 6.135.380 euros.

Operarios de la empresa Satocan SA, a la que se le adjudicó la actuación de emergencia, se encuentran trabajando en dos frentes ahora mismo: en la misma zona afectada de la avenida Marítima capitalina, y en el solar que el consejero Franquis visitó hoy y en el que se fabrican los bloques de la futura escollera. La actual escollera se va a renovar en un tramo cerca de 500 metros entre el extremo norte del barrio marinero de San Cristóbal y su conexión con la GC-31 (Lady Harimaguada).

Los bloques de hormigón se fabrican en una parcela de casi 11.000 metros cuadrados cercana a la planta de hormigón de la propia empresa adjudicataria, para su posterior traslado hasta la obra situada en la avenida Marítima.

Está previsto fabricar unos 3.000 bloques cúbicos de 7 toneladas y 1,5 metros de altura cada uno, y otros 1.000 bloques cúbicos de 4 toneladas y 1,25 metros, para lo que se emplea un hormigón con un tipo de cemento adecuado para su uso en ambientes marinos y en contacto con aguas.

Actualmente hay ya fabricados unos 140 bloques de 7 toneladas.

En la actualidad está en producción la zona de fabricación y acopio de los bloques de 7 toneladas en la zona norte de la parcela y se está preparando otra zona de fabricación y acopio en la zona sur de la parcela para los bloques de 4 toneladas, en la que está previsto incorporar próximamente otro equipo de producción de bloques. Cuando estén en marcha las dos zonas de fabricación de bloques, está previsto alcanzar una producción de 150 a 200 bloques semanales.

La fabricación comienza con el montaje de una hilera de encofrados y hormigonando los dados de hormigón de forma alterna en días consecutivos.

El hormigonado se realiza mediante camión hormigonera vertiendo el hormigón directamente y vibrándolo para mejorar su compactación. Cuando el hormigón tiene la resistencia adecuada, se desencofra y se trasladan los encofrados para preparar otra hilera de bloques.

Dado el elevado número de bloques a fabricar, se han habilitado en la parcela zonas de acopio de bloques en los que almacenarlos hasta su traslado a la avenida Marítima, una vez que en la obra está preparada la plataforma de trabajo sobre la que posicionar la grúa que colocará el manto de bloques en el talud de la obra marítima. Está previsto que esta plataforma de trabajo, de 500 metros de largo y 10 metros de ancho, y pegada al muro de la avenida Marítima, esté acabada a finales de octubre, por lo que inmediatamente se movilizaría a una grúa especializada y de gran tamaño que iría depositando los bloques en la nueva escollera. Se calcula que esta grúa podría terminar de colocar todos los bloques en tres o cuatro meses.

Para la manipulación de los bloques, tanto en el parque de bloques, como para su colocación en la obra marítima, se ha encargado la fabricación de dos juegos de pinzas metálicas para las grúas, que serán testadas y homologadas antes de su uso para comprobar su capacidad y resistencia.