Ya estamos de lleno en la era post-covid y Las Palmas de Gran Canaria empieza a reconstruirse después de vivir la resaca de cierres de locales, comercios, bares y restaurantes que en definitiva son, junto a las letras, el teatro y la música, los latidos de la capital palmense. Pero afortunadamente, después de una crisis, que significa cambio, otros se aventuran a abrir esas tapiadas puertas para resucitar con otros aíres, ambientes y sabores, lugares que parecían abandonados en el olvido.

Así ha sucedido en esta nueva etapa que sigue en crisis pero con otros humores, en tres puntos clave e idóneos de la ciudad que, gracias a la iniciativa de insensatos emprendedores, brindan a todo el que se presta a visitarlos un servicio impecable, amable y cercano, una carta de calidad, con materia prima de primera, y un ambiente idílico.

Se tratan de la Cafetería- Restaurante Amal, de la Calle Cano 3; el Restaurante El Cairo, del Paseo de Las Canteras,1, en La Puntilla, y la Tasca Dorotea, de la Calle General Bravo, 14. Tres nuevos espacios culinarios de la era post-covid de Las Palmas de Gran Canaria.

Amal

Amal, que significa Esperanza en árabe, tuvo la irónica mala fortuna de abrir un mes antes del 15 de marzo de 2020, el día en el que todos nos quedamos confinados en casa para el largo tiempo que en ese momento desconocíamos cuánto duraría.

Así se llama su dueña y cocinera, Amal. Ella es fuerte, amable, decidida y resolutiva. Cocina con honestidad la mejor y auténtica tradicional comida marroquí en todas sus vertientes. Sin florituras, pero con extrema delicadeza y auténtico sabor integrado en su justa medida. En cada uno de sus platos sigue fiel a su ancestral cocina con excelencia, ingredientes frescos y de temporada, y con un emplatado sencillo y auténtico.

Todas las casas en Marruecos comen Cuscús los viernes

Siempre repito plato: la insuperable pastela, el briwat, cualquiera de sus tajín de cordero, pollo o verdura, los falafel, los rollitos de gamba ¡Ya se me hace la boca agua!. Todo se presenta y sirve con humildad, generosidad, simpatía y amabilidad de la mano de su hermano Said, el encargado de que las mesas dispuestas en la empedrada calle Cano estén perfectas, las copas de vino, alineadas, y de que los asiduos clientes también disfruten de sus platos de costumbre.

Amal y Said son de Fes, una ciudad conocida por su cultura y gastronomía. "Allí tenemos variedad de platos, entre vegetarianos, marroquíes, libaneses...”, me comenta Said mientras me tomo uno de sus exquisitos y auténticos té marroquí sentada en la pequeña mesa exterior ajustada junto al escaparate del local “¿Sabías que Marruecos es el único país en el mundo que tiene una comida para los viernes? Todas las casas en Marruecos comen Cuscús los viernes”, me instruye con una pregunta a la que no respondo porque estoy engullendo mientras le miro uno de sus dulces caseros que siempre me dan tanta energía.

Amal y Said son hermanos de origen marroquí con alma canaria, que llevan toda una vida en las Islas mostrando con orgullo sus raíces en nuestra tierra, enseñándonos su cultura, tradiciones y cocina, conviviendo en armonía con las nuestras. En definitiva, que es un honor tener el placer de poder aprender y disfrutar de su auténtica cocina en su inigualable compañía.

Y del número 3 de la Calle de la Casa Museo de Pérez Galdós nos trasladamos a la otra punta de la ciudad capitalina para disfrutar de las olas del Atlántico, de la brisa marina, del horizonte de las mejores postales que ofrece no solo la ciudad, sino también Gran Canaria. Nos vamos a La Puntilla, a sentarnos en la terraza de El Cairo.

El Cairo

Este restaurante se ha diseñado con mucho estilo, dignidad y elegancia, pero sin pretensiones. Te traslada o inspira a aquellos años 40 o a capítulos de novelas de Agatha Christie, mientras que, a su vez, en su ambiente percibes los invisibles aires actuales. El Cairo es post-pandémico: ‘Pum, pum’. Este ha sido un fuerte latido que promete impulso en el resurgir de Las Palmas de Gran Canaria.

Su impecable y elegante interior, coronado por una gran cristalera, se dirige hacia su majestuosa terraza dividida en dos áreas: una sombreada por su propia cubierta y otra, envuelta por el olor, el rumor del oleaje y la imagen de la inmensa Las Canteras.

Desde su apertura, el 1 de septiembre de 2021, El Cairo no ha parado de idear, innovar y experimentar en su cocina nuevos platos que ofrecer a su clientela, sorprendiendo sugerencias fuera de carta a aquellos comensales que ya se están convirtiendo en fieles paladares de, por ejemplo: el ceviche de langostinos sobre carpaccio de bacalao; el salteado de pulpo, langostinos, papitas, pimentón de la vera y alioli negro; la receta andaluza de solomillo ibérico al whisky; el cherne a lo canario con rebozado de gofio y papas arrugadas; sus especialidades en arroces; el brick de rabo de toro, o los deliciosos y inéditos bocaditos de calamares… O tantos ‘o’. También en postres y en cocteles ¡Señoras!, en los que, además, son especialistas para disfrutar hasta de la sobremesa y del trasnoche. Con amigos, con familia y con niños, que en esta ocasión, con más fortuna todavía, se lo pasan bien, pero sin molestar, en la playa y sin que les pierdas de vista.

Tenemos la suerte de combinarlo en un entorno mágico. ¿No te parece?

Esta variada cocina suya también se caracteriza por su honestidad, dirigiendo el estilo hacía la paleta mediterránea con en su mayoría productos locales frescos y de temporada. Y, cómo no, siempre intenta introducir cierto sabor a mar con un toque transgresor, pero sin pasarse de rosca, con lo que consigue mantener la pureza de los sabores y la sencillez de los ingredientes.

“Trabajamos cuidando todos los detalles y en la permanente búsqueda de aquello que nos permita ofrecer al cliente algo diferente y novedoso, priorizando el equilibrio entre calidad y precio. Y, además, tenemos la suerte de combinarlo en un entorno mágico. ¿No te parece?” me pregunta, Esteban, uno de los tres fundadores de El Cairo, mientras señala el manto de arena decorado por las imperecederas y coloridas barcas de pescadores.

El Cairo está creado por personas que no solo llevan a sus espaldas largas carreras profesionales en la hostelería, sino que también son grandes amigos que disfrutan trabajando juntos, aportando vida a la ciudad, dando oportunidad a otros y creando equipos jóvenes y potentes y, eso, queridos lectores, lo distingue el cliente.

El Cairo, que cumple su primer aniversario, ya se caracteriza por sus ganas de innovar, de mejorar y de diferenciarse. Ese es su motor principal: la ilusión y esfuerzo.

Un año de vida tiene El Cairo y ya está lleno de fuerza, y cómo corre, y cómo crece, y cómo cuida el ambiente, y a su gente. Así que habrá que corresponder. Por el momento, lo que toca: Felicitar: ¡Feliz Cumpleaños El Cairo. Te deseo que cumplas muchos más!

Dorotea

Y por último, volvamos al otro enclave capitalino a conocer a la recién nacida Dorotea. Pero que no lleve a engaño. Se acaba de estrenar, como quien dice, ya que abrió el pasado 22 de mayo las renovadas puertas de la antigua, destartalada e histórica cafetería de General Bravo. Sí, esa, la que estaba frente al Conservatorio de Música.

Con solo dos mesitos como se hace notar La Dorotea en el barrio de Triana. Es que se le huele esos aires de gran señora con mucho mundo y entrañas isleñas. Así va con ese estilo, con una mescolanza entre cocina oriental, fusión sudamericana, aires 'godos' y ramalazos canarios ¡Vamos! Que lo que le venga en gana a la señora Dorotea, pero todo presentado de una forma impecable y con un sabor majestuoso.

Creatividad ¡Señoras mías! creatividad y mucho talento que rebosa por los costados. Es lo que ha venido a ofrecer Dorotea la de Triana con su espacio juguetón, hermoso, delicado, que suena a acordes de los mejores y sabe delicioso. Que guiñe al cine clásico de los 60 y se entremezcla con las raíces tradicionales idiosincrásicas.

No le falta detalle a la doña inspirada en Dorotea de Armas: "El nombre nació de buscar alguna referencia de mujer canaria relevante y nos encontramos con Dorotea de Armas, una artesana conejera que portaba una sombrera igual a la que nosotras usábamos en nuestros viajes. Y así la sombrera se transformó en nuestra imagen y Lanzarote sigue ligada a nosotras, ya que viví 10 años allí y es mi lugar en el mundo', me revela Ana, una de las artífices de la tasca.

Hemos visto como nuestro sueño se convierte en una maravillosa realidad

“Siempre soñé con montar un local en el que comer aquellas cosas que mi pareja -Yraya- y yo habíamos catado en nuestros viajes gastronómicos. Y apareció el local perfecto, un espacio en una calle ideal”, me responde a mi curiosidad cuando me siento frente a los refrescantes cuadros que me recuerdan a una película... ¿Cuál es...?. “Después de seis meses de trabajo nació Dorotea, una tasca con alma viajera”.

Yraya y Ana llevan trabajando a destajo desde el abrir de esas largas y fuertes puertas de maderas añejas y enrejadas, excepto los domingos -aviso a navegantes- con el apoyo incondicional de Víctor Medina, su amigo interiorista, y el Chef, Juan Alonso. ”Hemos visto como nuestro sueño se convierte en una maravillosa realidad”.

Alonso, a la vista de todos, es el que materializa esos sueños transformados en platos trotamundos inspirados por musas que provienen desde Temisas a Isla Cristina, Huelva -las tierras maternas de ambas- Perú, México, Japón, China, Indonesia…. En la boca, se siente la ralea del producto y el cariño de la dedicación en la elaboración que, aunque parece sencilla va cargada de vanguardia.

Abren desde el desayuno, así que se puede disfrutar de una buena mañana, un esplendido mediodía y una inmejorable noche.

Si les he convencido y un día les da por reservar no se pierdan los puerros homenaje, el jurel relleno de baba ganoush o el bocadillo de cochino negro canario con mojo de cilantro y parmesano. Y si lo que quieren es simplemente tomarse un alguito, que les recomienden algún vino o uno de sus exquisitos vermuts. Que ya era hora de que en Canarias se comenzará a servir buen vermut ¡Digo yo!

Pero hay mucho más en su carta ¿Que te entra vagancia para leerla o con el dichoso Q.R.? Pues no pasa nada, porque ni siquiera tienes que pedirla, ya que el equipo de Dorotea es tan bueno y conoce tan bien lo que ofrece, que sabe a la perfección que recomendarte, siempre con una sonrisa y con mejor diligencia.

En fin. Que larga vida a la renovada y reluciente isleña, trotamundo, señora de cine de Hollywood y del sombrero canarión la ya amada Dorotea.