Luisa Pérez no ha faltado a ninguna romería en honor a la Virgen de Los Dolores en Schamann, ni siquiera cuando falleció su madre hace ocho años: “Fuimos al lado de la carreta sin entrar para guardar el luto correspondiente”, explica. Las únicas ocasiones a las que no asistió fue durante los dos años del parón ocasionado por la pandemia de Covid-19. Esta vez acompaña la carreta de Pablo Penáguilas decorada con unos farolillos y asegura que “ya era hora de volver a disfrutar, de todas las romerías guardo un buen recuerdo”, comenta.
Las cinco carretas junto a los bueyes y rondallas desfilaron desde la vía Pedro Infinito y siguieron su curso por algunas de las principales calles del barrio junto a las personas que comían, charlaban y bailaban en un ambiente festivo. Las ofrendas de alimentos y otros productos de las carretas fueron entregados a la iglesia para ser repartidas entre las personas necesitadas. “Esperamos que sea suficiente para cubrir las necesidades de las personas del barrio”, expresó Emmanuel Cozar, presidente de la Comisión de Fiestas. Productos frescos como hortalizas y verduras, artículos de higiene y alimentos no perecederos fueron los principales productos que, como ya es tradición, se ofrecen dando un espacio a la generosidad en la festividad. “Todos en la calle han contribuido con dinero o alimentos”, apunta Luisa Pérez.
Según estimaciones de la Comisión la asistencia ascendió a alrededor de 500 personas que acompañaron a las carretas durante este año de vuelta a la normalidad. Para muchos está ha sido la primer ocasión que viven el principal acontecimiento de las fiestas celebradas en el barrio. Fue el caso de Leinis Salazar, que con tan solo 10 años ya conduce dos bueyes llamados Martina y Broca. “Me encanta que la gente pueda disfrutar de los animales, que los conozcan y acaricien”, asegura Salazar que aprendió a ser boyera el año pasado gracias a su tío.
La carreta de la asociación Ómnibus Teatro junto a la asociación Barrio y Cultura rindió homenaje a las ya prácticamente desaparecidas tiendas de aceite y vinagre de Schamann. De esta forma, luce elementos que se podían encontrar en estas tiendas como una cocinilla, barriles, útiles de cocina y fruta y verdura decorativa. Adrián Santana pertenece a esta carreta y explica que pretendieron “hacer un homenaje a los pequeños negocios que conformaron parte de la historia del barrio” y añade que regresan a la romería “más animados que en otras ocasiones” al poder volver a disfrutar de la romería sin restricciones.
La agrupación Abenechara de Valle Seco ha tocado y bailado en la celebración durante doce años. Francisco Pérez, destaca la importancia de mantener vivas las tradiciones canarias. “A veces nos valoran más fuera del Archipiélago”, lamenta el músico. Pérez recorre las calles al ritmo de la música que interpreta. Los viandantes que no están ataviados con el traje típico detienen su paso un instante para sacar fotos y vídeos del momento. En los edificios los vecinos alongados observan con atención el paso de la romería mientras abajo las personas bailan y celebran.
Por las calles también desfilaron las tres condecoradas en la Gran Gala de elección de la Reina Senior el pasado lunes. La primera dama de los Dolores, Natalia Montesdeoca; la reina senior star, Paqui Guarda y la reina senior, Victoria Dumpiérrez lucieron sus coronas y bandas mientras saludaban a la multitud. “Estamos muy agradecidas por el reconocimiento, había mucha competencia”, comentó Dumpiérrez.
La romería sufrió un leve retraso debido al choque de unos vehículos que derribaron las vallas de seguridad, la policía local intervino para recolocar y dirigir los coches. A pesar de la demora el resto de la celebración tuvo lugar como estaba previsto. Javier Santana, el técnico encargado de realizar el Plan de Seguridad del evento a manos de la empresa Tesan Ingeniería y Formación, detalló que el dispositivo de seguridad lo conformó un equipo de policías locales, protección civil y dos ambulancias, una medicalizada y otra básica para atender cualquier tipo de posible urgencia.
Santana explica que en estas primeras fiestas después de las restricciones de la pandemia es más complicado establecer una estimación del número de personas que acuden a los eventos porque “la gente tiene muchas ganas de salir y hay una mayor oferta de actividades”, lo que provoca una mayor competencia entre los distintos eventos. Santana sostiene que en este caso sobredimensionaron el número de personas que asistirían a la romería.
La celebración de las fiestas también ha repercutido positivamente en el comercio de la zona. Juan Manuel, dueño del bazar Catracho, asegura que el negocio ha experimentado un aumento de clientes en un 8%, por lo que agradeció la vuelta de la actividad festiva tanto hoy como toda la semana.
Desde la Comisión de Fiestas la organización ha sido “un esfuerzo muy grande”, así lo calificó Agueda García, que pertenece a la organización desde hace tres años. “Ha sido difícil concretar el tema organizativo pero vale la pena porque se nota la participación de la gente, han venido más que otros años”, opina García. “Nuestro objetivo ha sido conseguir que la gente se divierta y que olvide la rutina”, añade.
Un objetivo cumplido que confirma Yara Soto, que asiste desde hace 18 años a la romería: “Teníamos ganas de reunirnos, animarnos, vivir nuevas experiencias y conocer a gente nueva”, indica. Para Soto, que es una habitual de esta festividad, a la que acude desde que nació, lo más importante del día es “disfrutar con los seres queridos y poder verlos alegres”. La misma alegría que inundó ayer las calles de Schamann.
