El proyecto de ensanchamiento del paseo marítimo que desarrolla el Ayuntamiento capitalino, a través de la Concejalía de Urbanismo, evoluciona favorablemente. Tras el anuncio hace unas semanas del acuerdo alcanzado con el Real Club Náutico de Gran Canaria para la posible cesión de 3.500 metros cuadrados para dicha ampliación, el consistorio local confirmó que dispondrá de 2.700 metros cuadrados para su uso, pertenecientes a la Base Naval de Las Palmas.
Esta acción se enmarca dentro de un proyecto global, que tiene como objetivo «el desarrollo de una zona neurálgica para la ciudad» como es el frente marítimo, en el que la corporación local ha desarrollado diferentes transformaciones en busca de ofrecer «un espacio para el ocio y la movilidad sostenible», comentó el alcalde capitalino Augusto Hidalgo en el transcurso del acto de la firma de un protocolo de intenciones con el Almirante Comandante del Mando Naval de Canarias, José Lago Ochoa, que tuvo lugar ayer en el Cuartel General del propio Mando Naval.
La corporación local se hará cargo de construir un nuevo edificio para albergar el Museo Naval
Hidalgo expresó que en su opinión, con la rúbrica de este acuerdo «se está cerrando un círculo, un proceso de transformación urbanístico de la ciudad».
Actuaciones estratégicas
El proyecto de ensanchamiento del paseo marítimo a la altura tanto del Club Náutico como de la Base naval, se suma a otras actuaciones tan importantes y estratégicas como «las propias mejoras y acondicionamientos en el frente marítimo del muelle Santa Catalina o las llevadas a cabo en la playa de las Alcaravaneras», apuntó el alcalde, que añadió «la peatonalización de la Avenida Mesa y López y la remodelación de la plaza de España».
Hay que añadir el proyecto de creación de un gran parque y varias zonas ajardinadas que se desarrollará en el espacio que está entre el parque Santa Catalina, el Centro Comercial El Muelle y la pasarela Onda Atlántica, con el que se perfilaría un cambio radical -a mejor- de la imagen de una ciudad como la de Las Palmas de Gran Canaria, que vive de frente al mar.
El documento del protocolo de intenciones -tal y como sucedió con el Club Náutico- da la posibilidad al consistorio de acceder a las instalaciones militares para realizar los estudios preliminares.
Tanto Hidalgo como Ochoa coincidieron en que la predisposición por ambas partes «ha sido muy positiva» y que llegar a este acuerdo «es un ejemplo de cooperación y coordinación entre las administraciones».
Un acuerdo ‘win-win’
En principio, como indicó el alcalde el resultado de la negociación supone un win-win para las dos partes. «La ciudad gana un espacio de 2.700 metros cuadrados para la ciudadanía, lo que supone un ensanche de 20 metros en el paseo marítimo por el retranqueo del muro actual», dejando el pórtico de acceso -que pertenece al catálogo de protección patrimonial municipal- como un elemento «que los peatones podrán rodear, por lo que se convertirá en un icono de la ciudad». Esta actuación permitirá unir a su vez «los espacios que ya han sido ensanchados como el del frente marítimo en el muelle Santa Catalina y el de Las Alcaravaneras».
Por su parte, la Base Naval contará con un nuevo edificio en el que ubicar el actual museo naval y la oficina de reclutamiento. «El Ayuntamiento se hará cargo tanto de la demolición de la antigua sede -y las edificaciones colindantes- como de la construcción de la nueva», que se caracterizará «por ser un espacio museístico más moderno, con más volumen -tendrá dos plantas con una superficie de 500 metros cuadrados- y se podrá acceder a ambos recintos a través de entradas externas, por lo que los visitantes no tendrán que pasar por la zona militar», explicó Augusto Hidalgo.
Presupuesto y plazo de ejecución
Sobre la partida presupuestaria destinada a la ejecución del proyecto, el alcalde recalcó que «hasta que no se lleven a cabo los estudios de ingeniería y arquitectura previos y se saquen a licitación las obras» no se podrá conocer el coste real del mismo.
En cuanto a los plazos, la estimación es que «en torno al próximo verano» se espera contar con «los pliegos técnicos a licitar», por lo que «las obras podrían empezar a finales del año que viene», manifestó Hidalgo.
Si bien, en el caso del acuerdo alcanzado con el Náutico la fórmula para poder acceder a la parcela para el ensanchamiento es la cesión del espacio que pasaría a ser titularidad municipal; con la Base Naval, se trataría de una concesión demanial de uso de domino público, por lo que la propiedad del terreno seguiría siendo del Ministerio de Defensa. En ese sentido, Lago Ochoa confirmó que de momento lo que se ha firmado es «un protocolo de intenciones que sienta las bases» para todo el proyecto que quieren desarrollar conjuntamente con el consistorio capitalino.
El Ministerio de Defensa resolverá favorablemente la concesión de uso de dominio público
«En su momento habrá que tramitar la concesión demanial. El Ministerio de Defensa es conocedor del proyecto, porque llevamos tres años trabajando. Se compromete a tramitarla y a concederla cumpliendo las condiciones establecidas. Si no, no hubiéramos llegado a firmar este protocolo», dijo.
El alcalde capitalino aseguró que «el viario no sufrirá modificaciones», más allá de las previstas por las obras de la Metroguagua en el parque Blanco. Se mejorarán también los accesos tanto al Club Náutico como al propio Arsenal -en ambos casos confluyen el paso de peatones, con el carril bici y los vehículos-, por lo que el ensanchamiento en dicha zona hará que se incremente la seguridad. Específicamente, la entrada a la Base Naval tendrá un aspecto más moderno. «La afección al tráfico será inexistente, porque las obras afecta a una zona peatonal. Se ejecutarán de tal manera que obstaculicen lo menos posible la actividad normal en la zona», subrayó.
