El pasado 19 de septiembre comenzaron las obras de la nueva gasolinera Cepsa que se construirá en la parcela situada entre el tramo final de la avenida de Escaleritas y el barranco de La Ballena, donde habitualmente se solía montar el circo. Estas obras corresponden al acuerdo rubricado en 2020 entre el ayuntamiento de la ciudad y la empresa petrolera, para expropiar la estación de servicio, actualmente situada frente al IES Alonso Quesada, y trasladarla unos 200 metros en sentido norte. El objetivo es derribar las antiguas instalaciones y disponer de suelo libre para ejecutar el proyecto de bulevar y centro deportivo, en trámite desde 2017.
Durante la pasada semana dio comienzo la obra en la zona, con la presencia de una retroexcavadora y no más de una decena de operarios. Hasta el momento, las actuaciones se han limitado a la apertura de grandes zanjas en el terreno, así como el levantamiento de una parte del pavimento de la acera que discurre hacia la actual gasolinera.
La necesidad de establecer una entrada y salida de camiones en el acceso a la parcela, situado junto al extremo del puente que desemboca en la rotonda Santa Juana de Castilla, supuso el cierre parcial de los carriles del viaducto en sentido Escaleritas en diferentes jornadas de la semana pasada. Esta situación afectó al tráfico durante algunas mañanas, en las que se observaron largas colas de coches en toda la extensión del puente.
El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, confirmó a este periódico que el plazo total de las obras, que incluyen la construcción de la nueva gasolinera y el desmantelamiento de la antigua, comprenderá, al menos, un año. «Aproximadamente, dentro de un año o un año y medio se podrían finalizar las obras y se podría sacar la licitación del bulevar y el centro deportivo», afirmó.
De esta manera, el inicio de estas obras significan un primer paso para avanzar en el proyecto que lleva gestando el Ayuntamiento más de cinco años y que tiene previsto reordenar urbanísticamente la avenida de Escaleritas en su tramo final. El objetivo es trasladar la vía hacia el barranco de La Ballena, para crear un bulevar de 6.000 metros cuadrados con zonas verdes en el entorno de la urbanización Sansofé. Esta rambla verde pretende aislar a los vecinos del tráfico y su impacto, así como propiciar su acceso al parque de La Ballena, que se realizará a través de un paso subterráneo bajo la nueva avenida.
Además, el desplazamiento de la estación de servicio de Cepsa facilitará al consistorio disponer de suelo libre para la construcción de un centro deportivo, cuyo formato será dictaminado por el Instituto Municipal de Deportes. Estas futuras instalaciones estarán equipadas con gimnasios, canchas y piscinas, y prevén prestar servicio a 12.000 usuarios. Este centro pretende atender la gran demanda de instalaciones deportivas existente en la zona, en la que habitan más de 100.000 personas.
