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La rehabilitación del Museo Néstor se prolongará cuatro años como mínimo

Doreste espera enviar este mes al Cabildo el proyecto básico para su aprobación | Restaurar y ampliar la pinacoteca, que lleva un lustro cerrada, cuesta 20 millones

Daños en el Museo Néstor La Provincia

La rehabilitación y ampliación del Museo Néstor se prolongará, como mínimo, durante cuatro años, según los cálculos del concejal de Urbanismo Javier Doreste, quien asegura que este mes se enviará al Cabildo de Gran Canaria el proyecto básico de la restauración para que la comisión insular de Patrimonio le dé el visto bueno. Su intención, sostiene, es sacar a concurso la primera fase de la obra antes de que acabe 2022.

  Casi cinco años han pasado ya desde que el museo cerrara sus puertas a mediados de diciembre de 2017 con el anuncio de una rehabilitación que duraría año y medio para subsanar los problemas de accesibilidad y humedades, entre otras deficiencias.

Un lustro después el Ayuntamiento solo cuenta con un proyecto básico, mientras el estado de la instalación no ha hecho más que deteriorarse.

Lo único que le faltaba al edificio eran las lluvias de Hermine, que provocaron la inundación del inmueble y la caída de cascotes, que también afectó al resto del conjunto arquitectónico del Pueblo Canario, afectado por el mismo abandono, pese a su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de monumento.

Por suerte, las obras más importantes de Néstor fueron trasladadas en su día a la fortaleza de Mata.

Daños por las lluvias en el Museo Néstor La Provincia

Javier Doreste considera que «no es necesario» actuar por la vía de emergencia en el museo tras la reciente inundación, cuyo informe de daños está elaborando el Cabildo, al tiempo que subraya que el proyecto básico de la rehabilitación «está practicamente cerrado con el Cabildo y se enviará este mes para que el Consejo Insular de Patrimonio le de el visto bueno. Esperamos que el informe sea positivo, dado que se ha ido pactando todo», con la institución insular.

A partir de esa planificación básica, explica el edil, se desarrollarán los proyectos técnicos para renovar la instalación eléctrica, la climatización, el sistema antiincendios y la ampliación del museo, entre otras actuaciones como la instalación de un ascensor exterior, que se colocará en la parte trasera, en la zona de la plaza de La Caleta.

«Incluimos la plaza de La Caleta como otro acceso al museo, ya que el ascensor y la escalera complementaria obliga a cerrar parte de ese espacio libre, para separarlo del resto de los jardines», aclara Doreste. Añade que dicha circunstancia «abre la oportunidad a ampliar la instalación con la adscripción del pabellón de la antigua Oficina de Información», cerca de León y Castillo, cuya idoneidad plantea desde hace años el director del museo, Daniel Montesdeoca.

A juicio del responsable de Urbanismo, el nuevo proyecto «abre la oportunidad de ampliar y reformar de manera integral el museo», lo que dispara su coste hasta los 20 millones de euros, «diez veces más» de los dos millones que se calcularon inicialmente.

Aunque la restauración y ampliación de la pinacoteca tardaría un mínimo de cuatro años, los responsables municipales pretenden que el museo pueda abrir sus puertas en «año y medio», una vez terminada la primera fase, que contempla la instalación del ascensor, la eliminación de las barreras arquitectónicas y otras actuaciones imprescindibles para su reapertura.

Ascensor

«Afinales de este año», indica, «ya estaríamos en condiciones de licitar una primera fase. Nuestra idea es centrarnos en sacar el proyecto básico, el ascensor y la renovación de la instalación eléctrica. En año y medio podríamos tener reabierto una buena parte del museo. Y después podríamos ir cerrando partes» del recinto «para ir climatizando y seguir trabajando en la ampliación».

En su opinión, «desde que podamos poner el ascensor y hacer las rampas» para eliminar las barreras arquitectónicas, «el museo podría reabrir porque cumpliría con la accesibilidad. Si se programa bien, se podría hacer».

Controles

En la comparecencia que realizó el viernes pasado en el pleno municipal, a petición del Partido Popular (PP), el edil anunció que ya se han contratado los ingenieros encargados de redactar los proyectos técnicos de climatización, iluminación y antiincendios, entre otros.

Los técnicos recién contratados «deben empezar las reuniones con el mismo técnico del Cabildo» que ha supervisado el proyecto básico para llevar a cabo los «controles que pretenden asegurar la protección del monumento».

El edil recuerda que el primer proyecto que se encargó a los arquitectos Javier Mena y Ramón Chesa en 2017 «era muy sencillito. Se trataba de actuar con rapidez y no queríamos meternos en grandes obras». El objetivo, recalca, era «resolver la accesibilidad» y mejoras concretas de las instalaciones, entre ellas el arreglo de las cubiertas cuyo pésimo estado propiciaron que Hermine anegara las instalaciones la semana pasada. ¡El principal problema con los técnicos del Cabildo aunque no el único, admite, estuvo relacionado con la pretensión de los arquitectos de instalar un ascensor en el interior del inmueble, en el hueco de la escalera.

Los condicionantes impuestos por los técnicos de Patrimonio del Cabildo, resalta Doreste, «fueron de tal calibre, que resultó una enmienda a la totalidad del proyecto» y al igual que ocurrió con la rehabilitación de la ermita, cuyas obras siguen paralizadas, las iniciativas se paralizaron en 2019. En el caso de la ermita, ya se habían iniciado las obras y estas fueron paralizadas por el Cabildo.

Según Doreste, en 2021 se presentó el nuevo proyecto del museo, «realizado por una arquitecta municipal a partir de los condicionantes impuestos por el Cabildo», a una comisión interadministrativa compuesta por once técnicos del Cabildo de Gran Canaria, el Gobierno canario y el Ayuntamiento de la capital grancanaria. Desde entonces ha pasado más de un año.

La ermita sigue pendiente


Las obras de rehabilitación de la ermita del Pueblo Canario siguen pendientes de salir a concurso, pese a que la Comisión Insular de Patrimonio le dio el visto bueno al proyecto municipal en mayo pasado, una vez superados los desacuerdos existentes entre ambas administraciones que provocaron la paralización de las obras por parte del Cabildo.

El Ayuntamiento llevó a la institución a los tribunales, pero el juez le dio la razón a los técnicos insulares de Patrimonio.

Solo entonces se avino el consistorio a seguir las directrices insulares y presentó un nuevo proyecto de rehabilitación, que recibió el visto bueno, y cuyo objetivo principal es resolver los problemas de humedades y la carcoma que afecta a las maderas.

Según el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, el proyecto «está listo para subirlo a Contratación».

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