Las huellas de la tormenta Hermine siguen siendo visibles en Las Palmas de Gran Canaria a pesar de que han pasado dos semanas desde que las segundas lluvias más intensas de la historia de la ciudad causaron 477 incidencias. El Mirador de El Lloret ha sido precintado por el Ayuntamiento capitalino a causa de los desperfectos producidos por un derrumbe. Desde la Consejería de Política Territorial y Paisaje del Cabildo de Gran Canaria, área encargada del mantenimiento del lugar, aclaran que "los técnicos están evaluando la posible afección que los desprendimientos han podido ocasionar al Mirador".
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