Los tramos de la metroguagua que discurren por la Avenida Marítima y Rafael Cabrera son los únicos que aún continúan sin fecha de inicio, junto con la parada de la plaza de Manuel Becerra.
En marcha están la estación de Hoya de la Plata y la parada y pasos subterráneos de Santa Catalina, así como el tramo dos, el que va por la calle Alicante desde la Avenida de Zarauz hasta la rotonda de la Ciudad de la Justicia, que está a punto de concluir con un retraso de más de un año, por el abandono de la primera empresa adjudicataria.
A punto de iniciarse está el tramo ocho de Eduardo Benot a la plaza de Manuel Becerra, que se acaba de adjudicar, pero el tramo más importante y el que tiene un calendario de ejecución más largo, el de la Avenida Marítima, aún no ha salido a concurso.
La gran incógnita del nuevo sistema de transporte sigue siendo la fecha de licitación de estas obras para ganarle al mar 49.235 metros cuadrados de superficie que permita ensanchar la Avenida Marítima, de forma que se pueda obtener el espacio suficiente para colocar la plataforma de la metroguagua y un cuarto carril.
Lo último que dijo el pasado junio el concejal de Obras Públicas, Sebastián Franquis, fue que la actuación está pendiente de la autorización de Costas -por la que lleva esperando más de dos años- y de un estudio de impacto ambiental.
El tramo tercero, el de la Avenida Marítima, es con diferencia el más caro, ya que está cifrado en 41,49 millones, casi la cuarta parte del coste total de la metroguagua, que según los últimos cálculos alcanza ya los 151,4 millones.
El retraso de la terminal de Hoya de la Plata, pero sobre todo del tramo de la Avenida, que ni siquiera ha salido a concurso impedirán poner en marcha el nuevo sistema de transporte en 2023, ya que su plazo de ejecución es de casi dos años.
