La Real Hermandad del Rocío de Las Palmas de Gran Canaria celebró ayer la tradicional romería hasta Teror, que congregó a cientos de peregrinos que no quisieron perder la ocasión de acompañar a la virgen.
La salida de la carreta de plata en la que se traslada el simpecado con la imagen bordada en el mismo material, tuvo lugar en torno a las 11.00 horas, desde el Convento de Las Dominicas en Teror. Seguidamente se realizó la salve en el Puente, para finalmente llegar hasta la plaza de Nuestra Señora del Pino, donde se llevó a cabo la Santa Misa.
La gran novedad de este año fue la presencia del obispo de la diócesis de Canarias, José Mazuelos, que fue el encargado de presidir la celebración. La misa fue cantada por el Coro de la propia hermandad rociera.
El paseo romero se inició en la Finca de Osorio -donde los romeros habían pernoctado-, desde donde la carreta partió rumbo al Ayuntamiento, siendo recibida por las autoridades y peregrinos en el Puente (viejo) de Teror, en Paseo González Díaz.
Por primera vez desde el año 1981, fecha en la que la Real Hermandad del Rocío comenzó con esta celebración, la imagen fue recibida en la calle Real de la Plaza por pétalos de flores que se lanzaron desde los balcones.
Durante el trayecto, el paso estuvo acompañado musicalmente por las isas y sevillanas, puesto que siguiendo las directrices de la Matriz de Almonte, no están permitidas las canciones y músicas que no sean andaluzas.
Carrera forrada en plata
Hay que destacar que la carreta de la Hermandad, está forrada en plata y monta un cajón sin igual, siendo uno de las más admiradas en el Rocío de Huelva. Dentro del diseño resalta el estilo floral canario.
Por otra parte, el simpecado fue confeccionado en el año 1977 por los talleres de Carrasquilla, en Sevilla, merced a la generosa donación de Francisco Sánchez Rodríguez, hermano honorario de la corporación. Además, está bordado en oro sobre tejido azul y lleva en su centro el medallón con la imagen de la Virgen del Rocío en plata repujada, con cara y manos de marfil.
