Los semáforos de Miller Bajo llevan un mes sin funcionar. Desde que la tormenta Hermine visitó la capital grancanaria cayeron fuera de combate, al igual que varias decenas de dispositivos que regulaban el tráfico en 52 cruces de la capital grancanaria.

Buena parte de los semáforos averiados han vuelto a funcionar, pero los vecinos de Miller Bajo denuncian que circular por la zona se está convirtiendo en una "verdadera odisea" porque los vehículos no respetan los ceda el paso y los peatones se tienen que llenar de paciencia para poder cruzar hasta que los conductores se dignan a parar. Por no hablar del cruce de Divina Pastora, en el que los vehículos tienen que cruzar los dos carriles principales, sorteando algunos automóviles que van lanzados.

Lidia Cáceres, portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ha denunciado los múltiples y prolongados fallos que se han producido en la ciudad y lleva este viernes al pleno una moción que reclama “la adopción de una batería de medidas para evitar nuevas averías masivas de semáforos como las acaecidas tras el paso de la tormenta Hermine debido fundamentalmente a su antigüedad, en algunos casos más de 35 años, y mal estado así como un contrato de mantenimiento en nulidad desde 2018”.

Cáceres confía en que “sea posible revertir una situación inaceptable en la que basta que llueva de forma moderada para que se produzcan multitud de fallos en elementos tan importantes para la seguridad y la movilidad como los semáforos. El problema es aún más grave si tenemos en cuenta que la situación no es precisamente novedosa y se ha dilatado durante días”.

El paso de la tormenta Hermine afectó, en concreto, a los semáforos de 52 cruces en la capital, produciéndose en 29 de ellos un apagón total. Lejos de tratarse de un fenómeno puntual, lo cual ya sería de por sí mismo muy preocupante, lo más grave derivó de que algunos tardaran en volver a funcionar hasta cinco días, aunque en algunos casos como los de Miller Bajo, el problema sigue aún sin resolver. “Y no ha sido la última vez, los problemas semafóricos siguen sucediéndose por la ciudad”, ha apuntado la concejala.

“El grupo de gobierno es tan consciente de la existencia de esta problemática que hace dos años se encargó una auditoría que concluyó la necesidad de renovar toda la red semafórica. Asimismo, ha encargado a Sagulpa la puesta en marcha de un nuevo centro de control semafórico y de un concurso para la red de semáforos en torno a la metroguagua pero aún ningún proyecto se ha puesto en marcha ni se contempla más allá de las inmediaciones del interminable proyecto estrella de la movilidad en la ciudad del tripartito”, ha expuesto la portavoz del grupo liberal.

Contrato en nulidad

Por el contrario, sigue sin regularizarse la situación del contrato para el mantenimiento de semáforos de Las Palmas de Gran Canaria y sin efectuarse el pago de la deuda actual con la empresa concesionaria.

Es absolutamente impresentable que se deban 15 millones de euros al conglomerado de empresas que incluyen este servicio, entre otros, pese a los más de 300 millones que acumula el grupo de gobierno en los bancos por lo que en la moción una de nuestras peticiones es la resolución de estas dos cuestiones”, ha considerado Cáceres.

Y es que el contrato con la empresa Lumican para el mantenimiento de las instalaciones semafóricas, firmado en 2012 por cuatro años y con una posible prórroga de dos años más, está en nulidad desde 2018.

Es uno más de los aproximadamente cien contratos caducados o en situación de nulidad que mantiene el tripartito y que derivan en problemas en el pago, intereses de demora y merma de los servicios”, ha asegurado la concejala de Ciudadanos.

Asimismo, la propuesta de la líder de la formación naranja contempla “establecer un cronograma de actuaciones que incluya un sistema de centralización digital de todos los semáforos y la reposición de los mismos comenzando por las unidades más antiguas y aquellas situadas en las zonas con mayor riesgo para la circulación y la seguridad de los viandantes”.

La antigüedad y el mal estado de múltiples semáforos de la capital justifican gran parte de las averías en zonas como la bajada y subida de Mata y la calzada lateral del Norte hasta la rotonda de Miller Bajo, en ambos sentidos, las calles Presidente Alvear, Albareda, Francisco Gourié, Buenos Aires, Mesa y López o Paseo de Chil, entre otros.

A todo ello se suma la necesidad del traslado de un técnico cuando es preciso regular un cruce semafórico ante la falta de un sistema de centralización digital de todos los semáforos.