El Club Natación Metropole afronta una de las semanas más claves en sus 88 años de existencia, en la que deberá dirimir su futuro tanto en lo concerniente a su dirección como en lo que respecta a su viabilidad económica, tras haber recibido ya el nombramiento de un administrador concursal. Este jueves, 10 de noviembre, tendrá lugar una asamblea extraordinaria de socios en la que se votará la moción de censura que pesa sobre la actual junta directiva presidida por Alberto Santana y se votará una propuesta de capitalización en forma de derrama, cuya aprobación es considerada por el club como un hecho «trascendental» para paliar el déficit estructural y evitar la liquidación del club.
Según ha hecho saber el presidente a la masa social a través de una carta, la propuesta de derrama que fue consensuada con la plataforma Activa Metropole, principal oposición de socios a la directiva del club, se situaría en una aportación económica de 22 euros al mes durante 18 mensualidades. Estas cantidades permitirían solventar parte del déficit estructural, es decir, la actual deuda acumulada que supera los 800.000 euros y, a su vez, significaría una inyección en la tesorería de la entidad que permitiría obtener cierta capacidad de movimientos al club. Por todo ello, Santana aclara en la mencionada carta que «no aprobar la derrama podría generar un previsible perjuicio al Club, situándolo en riesgo real de desaparición». «La entidad nos demanda ese moderado sacrificio contributivo que comporta la derrama», añade la misiva.
No aprobar la derrama situaría al club en «riesgo real de desaparición», reza la misiva enviada a los socios
Sin embargo, tal y como ha reconocido el propio presidente a este periódico, esta medida no sería suficiente para cubrir un déficit estructural tan amplio. «Mucho tiene que cambiar la economía para que podamos salir adelante únicamente con esta medida», reconocía el dirigente hace unas semanas. De esta manera, a la citada derrama tendrían que acompañarla futuras propuestas económicas como la racionalización de cuotas según la cantidad de miembros que componen la unidad familiar y la supresión de las exenciones a socios mayores de 65 años que lleven 30 ininterrumpidos cotizando en el club, tal y como establece el artículo 12.4 de los estatutos. Estas medidas contribuirían, a salvar el déficit coyuntural del Metropole, es decir, el que se va generando mes a mes, que este año se ha visto agravado por una subida de costes energéticos que ha generado un agujero económico de entre 200.000 y 300.000 euros de gasto no previsto.
Administrador y convenio con acreedores
Otro de los puntos claves para el futuro del Metropole como club deportivo viable económicamente es la intervención del administrador concursal, nombrado por el juez a finales del pasado mes. Tras declarar el concurso voluntario de acreedores el 18 de octubre ante el Decanato de Las Palmas, la entidad se mantenía a la espera de que le asignaran esta figura con plenas facultades para supervisar e intervenir en todas las decisiones que se tomen en materia de finanzas durante el proceso concursal. Ahora, se abre un plazo de dos meses en el dicho administrador deberá elaborar un informe sobre la situación financiera del club. «Ya se ha puesto en contacto con nosotros para reunirse lo antes posible y empezar a trabajar en el informe preceptivo que deberá emitir», ha asegurado Santana.
La entidad reconoce el «buen talante negociador» que exhiben actualmente los acreedores
Una vez sea emitido el citado informe, la entidad deportiva deberá presentar la propuesta de convenio con los acreedores con un plan de pagos viable, que podría materializarse a través de aplazamientos o quitas de deuda. A este respecto, el Metropole se muestra esperanzado porque la sintonía con las empresas acreedoras es «indudable, irradia optimismo y alienta la esperanza de consolidación» de la estructura financiera. Por lo tanto, el presidente de la entidad incide en que la capitalización del club «ha de ser ahora» para aprovechar el «buen talante negociador» que están exhibiendo. «El pacto con los acreedores ha de presentarse y formalizarse bajo escrupuloso respeto a los improrrogables plazos que al objeto prevé la normativa. De no ser atendidos, late en el sustrato la ineludible liquidación, la venta del Club», reza el comunicado.
Moción de censura y desconfianza
Ante la decisión que puedan tomar los socios en la próxima asamblea sobre la continuidad de la junta directiva, Santana ha señalado que no entiende la desconfianza que alega Activa Metropole en su gestión económica, dado que esta se ha limitado a «contener el gasto» y todas las medidas que se han tomado han ido en esa dirección «desde el minuto uno».
«Hay muchísimos artículos de los estatutos que dan potestad plena a la junta directiva para gestionar y administrar el club sin rendir cuentas en las asambleas. La directiva tiene una serie de funciones asignadas y entre ellas hay algunas agradables y otras muy desagradables e impopulares», aclaraba el máximo responsable del Metropole hace algunas semanas, en referencia al proceso traumático que llevó al club a ejecutar un expediente de regulación de empleo (ERE) que se llevó por delante a 18 empleados y la sección de waterpolo por ser la más deficitaria. «Le recordamos constantemente a la plataforma que nos eligió hace un año para tomar este tipo de decisiones y estamos haciendo lo que entendemos que es lo más justo y necesario para que el club no desaparezca», concluía.
