La primatóloga británica Jane Goodall, premio Princesa de Asturias, ha respaldado personalmente y a través del instituto que lleva su nombre en España una campaña de recogida de firmas para demandar una normativa europea que prohíba las granjas de cría de pulpos como la que Nueva Pescanova planea construir en el Puerto de Las Palmas, la primera del mundo.

La campaña ha sido promovida por el programa educativo Raíces y Brotes del Instituto Jane Goodall España y la asociación Acción Océanos en Change.org, donde hasta el momento han recabado el apoyo de 96.000 ciudadanos residentes en España, Italia, Francia y Alemania, según informa la plataforma de internet en un comunicado.

Los defensores de esta campaña alegan que los "pulpos son asombrosamente inteligentes, capaces de resolver problemas complejos, a veces utilizando herramientas, y los científicos están estudiando ahora la relación entre su cambio de color y las emociones".

"Profundamente angustiada"

"Cuando me enteré de que empresas españolas planean encerrar a estas criaturas sensibles y fascinantes en 'granjas de pulpos', me sentí profundamente angustiada. Estas granjas no podrán ofrecer las condiciones que los pulpos necesitan y merecen, e inevitablemente causarán un nivel de sufrimiento que ahora sabemos que es inaceptable. Espero que nos ayuden a evitar esta situación. Debemos actuar ahora", asegura Goodall en el comunicado de Change.org.

Conseguir que los pulpos se reproduzcan en cautividad es el núcleo de una de las patentes más cotizadas de los últimos años en el sector de la acuicultura, porque se trata de un proceso que hasta ahora no se había logrado y porque las ventas de este cefalópodo (por ahora capturado salvaje) son muy altas en varios países.

Los detractores de la futura granja de Nueva Pescanova en Las Palmas de Gran Canaria piden a la UE que prohíba este tipo de instalaciones por razones éticas, para proteger a unos animales que "son capaces de sentir dolor y sufrimiento y que, para su desarrollo, necesitan espacio y estímulos cognitivos" que, desde su punto de vista, no pueden tener en un tanque de una empresa de acuicultura. "Las leyes de la Unión Europea que regulan el bienestar del ganado no se aplican a los invertebrados, por lo que los pulpos no están incluidos, así que no tienen protección bajo la ley desde el punto de vista del cultivo masivo", añaden.

Directiva europea

Alegan además que la directiva europea 2010/63/EU sobre la crianza de animales para fines científicos sí incluye a los cefalópodos, por lo que entienden que si esa norma "tiene en cuenta el bienestar y la capacidad intelectual y sintiente de los pulpos, no parece haber razón alguna en contra de la creación de una nueva ley que se aplique a otros ámbitos de su posible crianza, como lo sería el caso del cultivo como producto alimenticio".

Aducen, asimismo, que criar pulpos alentaría una "pesca salvaje" para alimentarlos y que todo ese proceso industrial tendría un impacto ambiental "altísimo, con contaminación por el uso de compuestos químicos como fertilizantes, alguicidas, antibióticos o desinfectantes".