Un vecino de Las Palmas de Gran Canaria ha sido denunciado por la Policía Local tras comprobar que había rellenado con cemento unas rocas en El Confital. Agentes de la Unidad de Mediación y Convivencia (UMEC) detectaron que un hombre llevaba varios días haciendo una escalera improvisada para poder bajar a un charco natural de una manera "más segura". Se trata de un delito contra el medio ambiente dado que este esta parte del litoral está integrada dentro del Paisaje Protegido de La Isleta, por lo que será ahora la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural la encargada de efectuar la sanción correspondiente.

Los agentes de la UMEC fueron alertados el pasado lunes por los técnicos de la concejalía de Ciudad de Mar. Al parecer, estos detectaron que una persona había puesto cemento en unos escalones naturales en la roca, por lo que habría alterado el estado original de un paisaje protegido. Al día siguiente, los policías comenzaron a recoger pesquisas y terminaron por identificar al autor de los hechos. Este vecino se enfrenta a una sanción superior a 5.000 euros y que irá en función de la gravedad de los hechos que determinen los técnicos de la Comunidad Autónoma.

El hombre, que al parecer habría ocupado el nido de ametralladora de la Segunda Guerra Mundial que existe en El Confital, señaló a los agentes que había puesto cemento en la roca porque hace unos días vio como una mujer embarazada se resbaló cuando intentaba bajar al charco para bañarse, por lo que decidió hacer el acceso "más seguro". Además, habría colocado una serie de vigas de acero -sujetas al propio cemento que colocó en el suelo- y cuerdas a modo de barandilla improvisada. La Agencia Canaria de Protección del Medio Natural le requerirá ahora que restituya el paisaje modificado a su estado natural.

Un palomar y placas solares

Por otro lado, la UMEC notificó al hombre por hacer una serie de trabajos no autorizados en el búnker de la playa. El hombre habría acometido una serie de ampliaciones y modificaciones en una construcción que se acerca al siglo de antigüedad. La vieja edificación cuenta ahora con unos muros hechos con cartón y tablones y otras ampliaciones precarias. El denunciado, además, colocó un palomar en el techo, placas solares para abastecerse, una sombrilla en la entrada y una liña donde tenía tendida la ropa.

Lo cierto es que los usuarios de la playa de El Confital y los alrededores han denunciado en reiteradas ocasiones el uso indebido de este espacio natural protegido. En las inmediaciones de la zona se han detectado pequeñas casetas levantadas en huecos entre rocas o en lugares a cobijo. El yacimiento arqueológico de la cueva de Los Canarios también se ha visto afectado en este sentido, con personas pernoctando en su interior, las cuales han llegado a provocar varios incendios.

Estos espacios han estado habitados principalmente por migrantes llegados en patera que no han encontrado otra salida o por extranjeros de países desarrollados que han decidido vivir de manera bohemia -y precaria-. No obstante, las últimas chabolas derribadas por el Ayuntamiento -y donde vivían locales principalmente- estaban precisamente en esta zona donde se ha producido la denuncia por parte de la UMEC.