Comienza a funcionar el nuevo centro para personas sin hogar en El Polvorín

Los 21 usuarios desalojados de la residencia Gánigo por los chinches ya están en el nuevo albergue. El traslado del comedor a la Fábrica del Hielo sigue sin fecha

La concejala Carmen Luz Vargas, junto a responsables del servicio en la nueva residencia de El Polvorín.

La concejala Carmen Luz Vargas, junto a responsables del servicio en la nueva residencia de El Polvorín. / La Provincia

T. G.

Los 21 usuarios de la residencia de personas sin hogar Gánigo de la calle Miguel Rosas han sido reubicados de manera definitiva en el nuevo recurso alojativo que ha sido puesto en marcha en el centro de emergencia del barrio de El Polvorín, que tendrá capacidad para 30 plazas, según informa la Concejalía de Servicios Sociales a través de un comunicado.

El consistorio no aclara cuando se producirá el traslado del comedor y otros servicios de baja exigencia (ducha y cambio de ropa) para las personas que duermen al raso a las instalaciones de la Fábrica del Hielo.

Comienza a funcionar el nuevo centro para personas sin hogar en El Polvorín

Comienza a funcionar el nuevo centro para personas sin hogar en El Polvorín

Estos servicios continúan de momento en Gánigo. Al respecto, señala que «se está trabajando en el traslado» y anuncia la próxima inversión que se hará en el edificio de la Fábrica de Hielo para equipar las plantas segunda y tercera, donde irá una residencia, con 1,6 millones de euros, que acaba de recibir la ciudad procedentes de fondos europeos Next Generation. 

La mudanza del mobiliario y otros enseres al nuevo servicio de alojamiento para personas sin hogar de El Polvorín se inició a principios de esta semana, una vez concluidos los trabajos de acondicionamiento, que se iniciaron el pasado mes de septiembre, cuando Servicios Sociales decidió cerrar el centro de Gánigo como recurso de baja exigencia el pasado mes de septiembre, tras la aparición de una plaga de chinches.

Las personas que residían en Gánigo fueron desalojados en dos ocasiones, una primera el pasado uno de septiembre, cuando se detectó por primera vez la presencia de los insectos chupasangre. Los usuarios permanecieron realojados en hostales de la zona del Puerto, mientras se desinfectaba Gánigo y volvieron el 9 de septiembre.

Pero algo más de una semana después, el 21 de septiembre, tuvieron que ser desalojados porque los chinches se resistían a abandonar la residencia.

Este pasado jueves se cumplieron 80 días, durante los cuales los usuarios han permanecido en hostales, una estancia que le ha costado al ayuntamiento 497,35 euros al día, según informó la concejala de Servicios Sociales Carmen Luz Vargas durante una comparecencia en el pleno municipal del pasado 30 de noviembre.

Vargas anuncia una inversión de 1,6 millones para una residencia en el centro de La Isleta

Según Servicios Sociales, el nuevo alojamiento, situado en el antiguo colegio Ramón y Cajal, cuenta con unas prestaciones que «permitirán mejorar el apoyo y atención a este colectivo».  

Así las cosas, con el cierre de la residencia de Gánigo, el ayuntamiento da carpetazo a 80 años de historia de esta actividad, que arrancó en 1940, fecha en la que empezó a funcionar el centro de acogida municipal en unas instalaciones que se han quedado obsoletas desde hace tiempo.

Atención integral

Según explica Vargas en un comunicado, el nuevo recurso ofrece «además de un lugar para pernoctar, alimentación, duchas y apoyo profesional a personas que se encuentran en situación de grave marginalidad social, una problemática que en muchos casos se acompaña de procesos psicopatológicos relacionados con la salud mental, el alcoholismo y otras adicciones».                                                                      

«El objetivo del servicio residencial de baja exigencia es dar atención integral a situaciones de sinhogarismo cronificado, dando respuesta a personas con elevados índices de desestructuración personal, ofreciéndoles alojamiento, acompañamiento y apoyo para que puedan tener herramientas dirigidas a la reinserción social», explica.

A su juicio, «era fundamental renovar este recurso alojativo, el más antiguo de los tres centros para personas sin hogar que tiene la ciudad, con unas instalaciones mucho más moderno, con espacios más amplios al aire libre, y con todas las prestaciones que se necesitan para garantizar una atención digna».

La ciudad cuenta con más de 130 plazas de residencia para personas sin techo

La ciudad cuenta con más de 130 plazas de residencia para personas sin techo

La ciudad cuenta con más de 130 plazas de residencia para personas sin techo que participan en diferentes itinerarios de inserción social y están adaptadas a cada perfil y situación. Además del nuevo centro residencial de baja exigencia de El Polvorín, están en marcha otros dos recursos alojativos para personas sin hogar en La Isleta y El Lasso.  

El de La Isleta está enfocado a la inserción sociolaboral y es un recurso de segunda estancia para acoger a las personas sin hogar que han iniciado su proceso de inserción social de forma voluntaria en el centro de baja exigencia. Según Servicio Sociales, el programa de intervención se concreta en completar la formación, búsqueda de empleo, apoyo psicosocial, trabajo de autoestima y de habilidades sociales, organización doméstica y administración económica.

Por su parte, en el centro de El Lasso los usuarios comienzan un proceso individualizado de recuperación personal orientado a la superación de las dificultades personales y/o sociales.

Además de estos tres centros, el ayuntamiento dispone de un piso tutelado con capacidad para cinco personas.  Servicios Sociales tiene suscritos convenios con Cáritas, Cruz Roja y La Obra Social, que impulsan proyectos para la atención a personas sin hogar dirigidos a la inclusión social y laboral a través de acuerdos directos con cada entidad que cuentan con una financiación municipal de 1,2 millones de euros

La estancia de los desalojados en hostales ha costado a la ciudad 497,35 euros al día

Ahora queda pendiente la puesta en marcha del centro de residencia y de acogida de baja exigencia en la Fábrica de El Hielo, donde en la actualidad solo funciona el Servicio de Información, Orientación y Valoración (SIOV).

En la capital grancanaria hay  al menos 86 personas que pernoctan en la calle, según el último recuento realizado por los trabajadores sociales municipales el pasado mes de julio. En el comedor social de Gánigo se siguen ofreciendo a diario 176 servicios de desayuno y comida. 

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