Cronología de La Isleta en fotos antiguas

Dos murales junto a la iglesia de La Luz y una colección de fotos antiguas conforman una exposición con imágenes históricas del barrio portuario, de 1880 a 1965

Exposición Fotografías Antiguas sobre la Isleta

LP/DLP

Como si estuvieran mimetizados con el entorno inmediato, dos murales invitan a hacer un viaje en el tiempo, a la época en la que el Istmo de Santa Catalina se inundaba y La Isleta comenzaba a forjar una identidad propia. La exposición fotográfica que complementa estas obras invita a los curiosos a reflexionar sobre el pasado del barrio portuario, de la primera piedra del Muelle Grande al boom turístico de los 60.

Cuando la británica Olivia Stone puso un pie sobre La Isleta en el siglo XIX, el barrio portuario por antonomasia de Las Palmas de Gran Canaria no era más que una sucesión «de humildes casas terreras enjalbegadas». La escritora, autora de la guía de viajes Tenerife y sus seis satélites, se mostró sorprendida, pues entre los vecinos de la capital «la ignorancia sobre este lugar» era «casi total». Como si de un viaje en el tiempo se tratara, los artistas plásticos Nauni, Dank y Pedro Santos han reproducido en dos murales esa Isleta que Stone presenció hace 150 años.

Estos dos murales, situados en la trasera de la iglesia de La Luz, forman parte de la exposición La Isleta, su pasado es nuestro presente y futuro, organizada por la concejalía de distrito Isleta Puerto Canteras. La muestra desarrolla una cronología de La Isleta en fotos antiguas, desde los años previos a la construcción del Puerto a los tiempos del boom turístico de los 60. En total, una docena de imágenes del archivo de la Fedac que permanecerán en la citada plaza hasta el 31 de enero.

«La Isleta nació siendo moderna», afirma Gabriel Betancor, responsable de los fondos audiovisuales de la Fedac. «Creció rápido, a base de trabajadores, obreros dedicados al puerto y la pesca que inicialmente habían sido jornaleros en Lanzarote, Fuerteventura o las medianías de Gran Canaria», reseña. La exposición invita al espectador a dar saltos entre épocas y costumbres. La imagen más antigua data de 1880, cuando no existía el Puerto, los barcos aún fondeaban en La Puntilla y el barrio apenas eran unas pocas casas junto a la ermita de La Luz.

Sería la construcción del Puerto lo que «lo cambiaría todo». Ese 23 de febrero de 1883 quedó inmortalizado en una fotografía que está incluida en la exposición. La pancarta que sale desplegada en la misma lleva un lema, God bless our work -Dios bendiga nuestro trabajo-, que da cuenta de la tremenda relación que tendría la comunidad británica en la Isla a partir de ese momento. «Como le dirían entonces, aquí todo estaba construido libra esterlina sobre libra esterlina», señala Betancor.

El fotógrafo británico de origen noruego Carl Norman tenía a finales del siglo XIX un encargo, capturar imágenes de lugares clave de la Isla para «mostrar al capital británico las potencialidades que había en las islas del Atlántico». La imagen que realizó desde el Istmo de Santa Catalina en 1893, cuando este aún era una lengua de arena que se inundaba según las mareas, ha quedado inmortalizada en uno de los murales de Nauni, Dank y Pedro Santos.

«Las fotos de obreros portuarios de los años 20 no distan mucho de las que se hacían en Nueva York»

El segundo mural escenifica el castillo de La Luz completamente rodeado por agua. La imagen también data de finales del siglo XIX e incluye una serie de barcos en segundo plano, fondeados en la bahía cuando el Refugio y el Muelle Grande aún eran proyectos sobre papel. La evolución de ese barrio «que fue ensanchándose» está representada en distintas instantáneas. Desde las primeras casas en torno a la desaparecida ermita de La Luz, hasta fotos áreas de Manuel Becerra con la trama ya más que consolidada en los 60.

La fuerza de las manos de miles de obreros durante décadas es lo que hizo posible esa evolución. «Esta imagen no dista mucho de las que se hicieron en la misma época en Nueva York», apunta Betancor refiriéndose a una fotografía donde un grupo de trabajadores portuarios posa a comienzos del siglo XX. En otra instantánea, varios isleteros salen junto a un carrito donde hacían helados que luego vendían por las calles, «son fotos que rompen con la imagen del tipismo, con el folclore exótico que se exportaba de las Islas», precisa.

A orillas de Las Canteras

Tanto trabajo también se veía recompensado con tiempos lúdicos. «Las Palmas es de las pocas ciudades con dos clubs náuticos reales, uno adscrito a la monarquía española y otro a la británica, el Queen Victoria, de carácter más popular», comenta Betancor. Costumbres que en la muestra se ven representadas, por ejemplo, con el coche de caballos a orillas de Las Canteras a finales del siglo XIX, cuando las familias pudientes de la capital comenzaron a establecer allí sus casas de verano.

Exposición Fotografías Antiguas de La Isleta

Exposición Fotografías Antiguas de La Isleta / José Carlos Guerra

La procesión de la Virgen de La Luz por la calle Juan Rejón también está presente en la exposición con una foto de inicios del siglo XX. La arteria principal del barrio era una sucesión de casas terreras que crecieron muchas veces a base de «chabolismo vertical», tal y como se ve en la imagen, apunta Betancor mientras señala la azotea de una vivienda con un cuarto de madera.

El Puerto de La Luz fue también sinónimo de aperturismo y de disidencia. Los isleteros mantuvieron el Carnaval vivo pese a la prohibición impuesta por la dictadura franquista. «Estos podrían haber sido precursores de lo que hoy es la gala drag», indica el archivero; en la imagen, dos hombres disfrazados de mujer con sacos de papas. Eran los tiempos en los que el turismo de masas llegó para quedarse y el castillo de La Luz dejó de estar rodeado de agua -ver la foto de 1965-.

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