El conductor que mató a la familia canaria en Rumanía llevaba más de 30 horas al volante

Ion Sporici, quien según los testigos realizó varias maniobras peligrosas antes del impacto, reconoció que estaba cansado

Ion Sporici.

Ion Sporici.

Ion Sporici, el conductor rumano que el pasado domingo provocó el accidente de tráfico en el que fallecieron los cuatro integrantes de una familia de Las Palmas de Gran Canaria, llevaba más de 30 horas conduciendo cuando se produjo la colisión y había realizado varias maniobras peligrosas antes de que se produjera el accidente. El piloto, de 63 años y residente en Italia, se encuentra en prisión provisional acusado de un delito de homicidio con predemitación.

Sporici es natural de la localidad rumana de Motru, situada en la provincia de Gorj en el sur del país de Europa del Este. Los medios de comunicación locales apuntan que, sin embargo, vivía en la localidad alpina de Bolzano, en el corazón de los Dolomitas. El rumano llevaba más de una década residiendo en Italia donde trabajaba como fisioterapeuta y también era maestro reiki, una práctica espiritual japonesa con la que se asegura que se consigue un bienestar para el paciente a través de la energía de las manos.

Sporici, que carece de antecedentes penales, estará al menos 30 días en prisión provisional

Al igual que la familia canaria, Sporici había decidido pasar los primeros días de diciembre de vacaciones en su país natal. Según informó ayer el medio local stirileprotv.com, el propio conductor reconoció que había cometido una infracción peligrosa al adelantar en la curva. Y es que los testigos apuntaron que antes de que se produjera el impacto, Sporici había realizado otras maniobras al volante que habían puesto en riesgo al resto de usuarios de la carretera DN1, una de las principales conexiones entre la capital rumana, Bucarest, y Hungría; donde además el domingo había tráfico denso debido a que era el final de un puente en Rumanía puesto que el 1 de diciembre es festivo en todo el estado.

El conductor declaró ante los investigadores que estaba cansado y que había conducido durante más de 30 horas, un tiempo que concuerda con un posible viaje de ida y vuelta entre Brasov, ciudad rumana a la que se dirigía, y Bolzano (unos 2.800 kilómetros en total). Para realizar las maniobras de adelantamiento, conducía un BMW Serie 5 de alta cilindrada y potencia por la citada carretera nacional. Éste afrontó una recta de unos 400 metros con línea continua que al llegar a la curva donde ocurrió el accidente se convierte en doble línea divisoria, con guardias muertos que sobresalen del asfalto y señalización vertical que avisan de la presencia de una curva peligrosa.

Velocidad máxima: 50 kilómetros por hora

Ambos vehículos circulaban en ese momento por el kilómetro 294 de la citada vía, un tramo de dos carriles, uno por cada sentido, señalizado con doble línea continua debido a la continua sucesión de curvas con las que se salvan unas montañas y cuya velocidad máxima está establecida en 50 kilómetros por hora. La señalización, asimismo, advierte de posibles retenciones ante la alta cantidad de tráfico que soporta esta carretera nacional.

Pese a todas las indicaciones, Ion Sporici hizo caso omiso y se dispuso a adelantar a una furgoneta en un giro a derechas. Cuando se encontraba en el carril contrario colisionó de frente contra el Dacia Logan de alquiler en el que viajaban José, María del Carmen, Alicia y Cristina, la familia vecina del barrio capitalino de Hoya Andrea que fallecieron debido al fuerte impacto

El autor del siniestro tuvo que ser trasladado a un hospital de Sibiu, ciudad a la que se dirigían los grancanarios para regresar de un día de turismo por Brasov. Allí permaneció dos días ingresado y el pasado martes recibió el alta. La fiscalía rumana tenía previsto en un primer momento acusar al conductor de un delito de homicidio involuntario. 

Rumanía tiene la mayor tasa de accidentes mortales de tráfico de toda la Unión Europea

Sin embargo, vistas las evidencias de que había ignorado por completo la señalización que impedía el adelantamiento y tras las declaraciones de los testigos que apuntaron a una conducción temeraria antes de la colisión, las autoridades judiciales modificaron la calificación del delito y el pasado jueves, a las 15.00 horas, ordenaron su ingreso en prisión durante los próximos 30 días como autor de un delito de homicidio con premeditación, según el artículo 189 del Código Penal de Rumanía. El Tribunal de Sibiu informó, además, de que Sporici carece de antecedentes penales y que tiene 48 horas para presentar un recurso a la decisión de la autoridad judicial. 

El país con más accidentes mortales

Los accidentes viales son una de las principales preocupaciones del país. Según informó la radio pública rumana, Rumanía ocupa el primer puesto de la Unión Europea en siniestralidad. En 2019 se registraron 96 muertes por cada millón de habitantes, por delante de Bulgaria (90), Polonia (77) y Croacia (73). Por ejemplo, España está en 37 fallecidos por cada millón de habitantes, por debajo de la media europea que se sitúa en 51. Las tasas más bajas se dieron en Suecia (22), Irlanda (29) y Malta (32).

Los medios de comunicación rumanos han realizado una amplia cobertura sobre el accidente ocurrido el pasado domingo que ha sido calificado como uno de los más graves sucedidos en el país de Europa del Este durante este año. Los periódicos y televisiones nacionales destacaron ayer la decisión de la familia de donar los órganos de Cristina, la pequeña de 15 años que falleció tres días después del siniestro en un hospital donde se encontraba ingresada en estado de coma. Los medios recalcaron que esa decisión permitió salvar la vida de varios menores de edad no sólo de Rumanía, sino también de Alemania y Suiza adonde fueron trasladados sus órganos. 

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