Urbanismo expropia una de las últimas fincas de San José para hacer una vía

La parcela, que linda con la Avenida Marítima, está al lado de la Facultad de Ciencias de la Salud. El ayuntamiento pagará casi 700.000 euros por el solar

Imagen de la antigua finca, que linda con la GC-1

Imagen de la antigua finca, que linda con la GC-1 / Juan Castro

La concejalía de Urbanismo ha iniciado la expropiación forzosa de una finca que linda con la Avenida Marítima, situada entre la Facultad de Ciencias de la Salud y la Escuela de Arte, para hacer una calle de servicio interior que conecte todos los centros educativos y sanitarios que hay en esa zona. Se trata de una de las últimas fincas agrícolas de la antigua Vega de San José que aún sobreviven, aunque ya no está en explotación.

La parcela tiene una superficie de 3.590 metros cuadrados, de los cuales solo 421 metros cuadrados están edificados. Además de un edificio de dos plantas y la zona agrícola, la finca tiene un estanque, una zona para aperos y un pequeño aparcamiento. Al lado de la finca en proceso de expropiación queda otra similar.

El ayuntamiento tiene previsto pagar 691.654 euros por los terrenos, según lo aprobado el pasado 1 de diciembre en la junta de gobierno. El acuerdo de expropiación salió publicado el pasado lunes en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), donde se anuncia que hay abierto un proceso de información pública que durará 20 días.

La expropiación forzosa de la antigua finca está contemplada en el Plan General de Ordenación (PGO) de 2012, que declaró la zona de utilidad pública para hacer una vía de servicio y los dueños han solicitado al ayuntamiento la ejecución de la medida, según informó el concejal de Urbamismo, Javier Doreste, quien añadió que hay un acuerdo inicial entre las partes sobre el precio del solar, al que habrá que añadir los intereses de demora, que contarán desde el momento en el que la familia propietaria solicitó la enajenación de la parcela hasta la ejecución material de la misma.

El edil explicó que la actuación prevista en el solar forma parte de la «prolongación de una calle interior que permitirá la comunicación» entre la Residencia Universitaria, el Instituto de Medicina Legal, la Facultad de Ciencias de la Salud y la Escuela de Arte y Diseño. Actualmente, no hay conexión interna entre estos edificios.

Edificios de dos plantas

«Hace mucho tiempo», dijo, «que esta actuación estaba prevista y hemos iniciado el expediente porque lo han solicitado los propietarios», ejerciendo el derecho que tienen a que se ejecuten las enajenaciones de los terrenos sometidos a expropiación en el planeamiento, cuando pasan más de cuatro años desde que entra en vigor la medida. La finca cuenta con un edificio de dos plantas, que se puede ver desde la GC-1, ya que supera la altura del muro de piedra vista que la rodea. La vivienda tiene una superficie total construida de 421 metros cuadrados. Además de los edificios, hay una zona destinada a almacén taller, que ocupa una superficie de 371 metros cuadrados; otra zona destinada a aparcamientos, de 58 metros cuadrados; un cuarto de aperos (11 metros cuadrados) y un estanque, que mide 70 metros cuadrados. El ayuntamiento abonará la compra con la partida presupuestaria destinada a expropiaciones que se ha consignado en los presupuestos de este año.

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Mucho antes de que se urbanizara con los bloques del polígono y la zona sanitaria del complejo hospitalario, la Vega de San José acogió durante siglos grandes extensiones de fincas, en las que las plataneras crecían con vicio. Un paisaje verde de plataneras cubría toda la vega desde el paseo de San José, la única carretera que existió  hasta mediados del siglo pasado para salir por la ciudad hacia el sur, hasta el barrio marinero de San Cristóbal y lo que hoy es la rotonda de Hoya de la Plata. De ahí el nombre de vega con el que se bautizó a la zona, situada hasta la primera mitad del siglo XX fuera de la ciudad. A lo largo de aquella vieja carretera fueron creciendo las viviendas de los que trabajaban en los cultivos. La finca que hoy sale a subasta forma parte de aquellas viejas plantaciones, las que quedaron cercadas por la GC-1. 

La parcela forma parte del proceso de expropiación de siete finca que acordó en su día el ayuntamiento, tras la desaparición a finales del siglo pasado de las chabolas de Martín Freire, que tomaron ese nombre por el centro deportivo situado en las inmediaciones.

En la zona donde antes estaban las chabolas se fueron levantado poco los edificios del campus universitario de San José, mediante la expropiación de toda aquella zona por un importe que el ayuntamiento cifró en más de 10 millones, una cifra a la que luego hubo que añadir los intereses de demora por el retraso en el pago. De hecho, en 2017 se pagaron 3,09 millones más, solo en intereses.

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