Pleno extraordinario de Las Palmas de Gran Canaria

El gobierno regional certifica la saneada situación del ayuntamiento

El cumplimiento de los indicadores permite a la ciudad recibir 36,5 millones. El ascensor de Blas Cabrera se retrasa a 2023

El gobierno regional certifica la saneada situación del ayuntamiento

El gobierno regional certifica la saneada situación del ayuntamiento

El Gobierno canario ha certificado la situación saneada de las arcas municipales, tras realizar una auditoría de la liquidación de los presupuestos de 2021, paso imprescindible para poder usar con libertad el 50% de los fondos previstos del Fondo Canario de Financiación Municipal (FCFM), que en este caso asciende a 36,5 millones.

La edila de Hacienda, Encarna Galván, utilizó la auditoria, que destaca que el consistorio cumple con todos los indicadores de saneamiento económico, para destacar la «excelente salud financiera» al tiempo que pidió a la oposición que aparque su «visión apocalíptica. Esta solvencia financiera», subrayó, «constituye un atractivo para las empresas y se ha reflejado en la gran capacidad de reacción que la ciudad ha tenido frente a las adversidades como el covid-19.

Galván resaltó también las inversiones en habitabilidad, movilidad y transformación urbanística que se han efectuado en la ciudad. Lo único que refleja la auditoría, criticó el viceportavoz del PP Ángel Sabroso, es que al «Ayuntamiento le sale el dinero por las orejas y pese a ello tiene pendientes de pago facturas» por servicios prestados hace tres años», teniendo en los bancos más de 280 millones.

Por otro lado, el pleno aprobó una modificación del plan plurianual de inversiones del ascensor de Blas Cabrera Felipe, que no terminará hasta 2023. El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, indicó que la empresa constructora ha pedido una prórroga de seis meses, pero sólo se le han autorizado tres. Ello obliga a pasar a 2023 una partida de 586.23 euros en la programación plurianual.

La misma operación se aprobó con el edificio de la calle Doctor Chiscano, una obra cuya terminación se retrasará hasta febrero de 2025. En dicho año se ha programado la última partida de 1,4 millones del total de 14 millones presupuestado para el segundo inmueble que se construye dentro de la reposición del barrio de Las Rehoyas-Arapiles.

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