Urbanismo

Zuazo, el arquitecto repudiado por el franquismo que dio forma al Tamaraceite actual

El proyecto de ensanche del barrio capitalino fue pionero al reflejar en la capital la idea de los poblados satélites de las grandes ciudades que bullía en Europa

Plano de Ordenamiento de Tamaraceite de Secundino Zuazo.

Plano de Ordenamiento de Tamaraceite de Secundino Zuazo. / vicente mirallave

Del Tamaraceite que conocemos hoy en día tiene mucho que ver el arquitecto Secundino Zuazo. El profesional fue el encargado del Plano de Ordenación de Tamaraceite de 1944 que trazó las líneas viarias de ensanche del barrio, que son las que conforman los núcleos poblacionales. "Los edificios se pueden cambiar pero las carreteras son las que estructuran el lugar", explica el doctor en Arquitectura, Vicente Mirallave y experto en las huellas del arquitecto en la capital grancanaria. 

"La extensión proyectada en Tamaraceite eran 20 hectáreas, 15 residenciales y cinco de equipamientos y zonas verdes, cálculo hecho para una baja densidad de población de unos 100 habitantes por hectárea, es decir, un total de 2.000 personas, en viviendas unifamiliares en hilera con jardín posterior", comenta Mirallave que añade que el ensanche dobla en espacio al núcleo original.

Secundino Zuazo fue repudiado por el franquismo por su relación profesional con Indalecio Prieto, el ministro de Obras Públicas de la Segunda República. El arquitecto fue enviado a Gran Canaria en el año 1942, donde forjó relación con el arquitecto local Miguel Martín Fernández de la Torre, que diseñó importantes edificios de la ciudad así como un Plan de Ordenación General que llegó a efectuarse en su totalidad. Fernández de la Torre consiguió que el alcalde de aquella época, Jesús Ferrer Jimeno, encargara la trabajosa tarea de expandir la ciudad hacia el mar ante el crecimiento que se estaba experimentando. Zuazo creó el Plan de Ordenación General de 1944, que fue cumplido parcialmente. 

Además de plantear la expansión de la ciudad hacia el mar, el arquitecto realizó el ensanche de Tamaraceite. También estaba planteada la planificación del núcleo de Tafira pero en la memoria del Plan no aparece. "No hay intervención en el antiguo núcleo y se resuelve el ensanche en términos de vivienda", indica Mirallave. "Las calles se trazan en dirección este-oeste siguiendo las líneas de mínima pendiente, y en las manzanas resultantes de esta división, se propone una ocupación por medio de bloques de casas en hilera orientados al sur, liberando grandes espacios interiores", añade.

Antes de Zuazo en Las Palmas de Gran Canaria no se había contemplado el ensanche de las ciudades a través de los poblados satélites como es el caso de este barrio capitalino. El arquitecto estuvo influido por las corrientes europeas como fue el caso de Gran Bretaña. Antes de que el arquitecto trabajara en el Plano de Ordenamiento de Tamaraceite "no existen planos que formulen esquemas de ciudad basados en crecimientos descentralizados del núcleo principal", asegura Mirallave.

Zuazo tomó la iniciativa de realizar este tipo de ensanche de forma premonitoria, ya que lo usual es que se utilice este método cuando las ciudades lleguen al millón de habitantes y por aquella época los empadronamientos de la ciudad estaban muy por debajo de esa cifra. El trabajo de Zuazo ayudó a que en el futuro cuando la ciudad acogió a una población mayor pudiera tener espacios ordenados donde poder alojar a sus habitantes.

Tamaraceite en la actualidad.

Tamaraceite en la actualidad. / YAIZA SOCORRO

El objetivo era conformar un polígono de casas baratas para acoger a la nueva población que llegaba a la ciudad en busca de trabajo. En este sentido, Zuazo era partidario de evitar que el centro de las ciudades creciera sin control. El arquitecto proponía la existencia de zonas edificables que no traspasaran un límite en el que la naturaleza pudiera crecer sin impedimentos. Por esta razón, Zuazo no contemplaba que la capital se extendiera a lo que hoy en día conocemos como Ciudad Alta y apostaba por los poblados satélites como Tamaraceite y Tafira.

El arquitecto era conocido por dibujar los planos de forma muy minuciosa con un gran detalle en los dibujos y trazando incluso la utilidad de los edificios. En el caso de Tamaraceite Zuazo plantea "varias áreas ajardinadas, dotaciones educativas, deportivas y una pequeña construcción de carácter municipal que forman el conjunto de equipamientos previstos". El ensanche del barrio no cuenta con ninguna intervención para el antiguo núcleo sino que resuelve creando un nuevo espacio en términos de vivienda. "Se puede entender esta operación como resolución de un proyecto parcial de crecimiento para ofertar suelo urbano en cantidades reducidas", explica Mirallave.

La influencia inglesa

"Desde finales del siglo XIX el arquitecto Ebenezer Howard presenta su proyecto de la ciudad-jardín del futuro con el objetivo de descongestionar los núcleos urbanos y para ello se realizan las ciudades satélite", explica Mirallave. El arquitecto inglés planteó una solución para una ciudad que con la revolución industrial estaba superpoblada y sucia. Por esta razón, la salud, el aire libre y la naturaleza adquirieron un protagonismo esencial en el planteamiento del momento que pretendía que las ciudades satélites fueran núcleos urbanos autosuficientes que escaparan de la contaminación del centro de la ciudad. Las ciudades-jardín se exportan de Gran Bretaña al norte de Europa y llegó al conocimiento de Zuazo que lo puso en practica en Las Palmas de Gran Canaria. En Madrid también le encargan un trabajo que seguía este modelo pero con la guerra civil quedó inconcluso. 

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