Feluco Marrero se baja de la guagua

El líder sindical se jubila tras 53 años y nueve meses con un sinfín de batallas. Los compañeros le hacen un pasillo de despedida

Despedida de Feluco en las cocheras de Guagua Municipales.

Despedida de Feluco en las cocheras de Guagua Municipales. / C. T.

Rafael Marrero Castellano, Feluco, tenía 17 años cuando en 1969 llegó a trabajar en las guaguas de Las Palmas de Gran Canaria. Los vehículos de entonces tenían puertas de madera o directamente no tenían. La empresa estaba en manos privadas y se llamaba Asociación Patronal de Jardineras Guaguas. Aquel muchacho se ha pasado entre guaguas toda su vida y este 31 de diciembre se jubila tras 53 años y nueve meses en activo. Este viernes 30 fue su último día en el trabajo y recibió emocionado el adiós de sus compañeros.

Feluco ha sido uno de los líderes sindicales de la empresa, crucial en el traspaso de los 160 patronos de la Jardineras Guaguas al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, operación que culminó en 1979, y en tantas otras batallas libradas en más de medio siglo de trayectoria laboral. Su mensaje de despedida a los compañeros de Guaguas Municipales es que mantengan la unión, pues sin ella es imposible conseguir nada. El aprecio de todos es lo que se lleva de esta larga experiencia. Este viernes, Feluco lloró entre los aplausos de los compañeros y a más de uno se le escapó una lágrima.

Justo se marcha cuando Guaguas Municipales se enfrenta a nuevos desafíos, como el de la transformación de la flota para hacerla más sostenible con guagua de pila de hidrógeno o el despliegue de la metroguagua, con sus carriles exclusivos, por toda la ciudad. Pero sobre todo e inmediato, la empresa pública aborda el desafío de la gratuidad. Los chóferes llevan ya semanas afrontando las preguntas de los viajeros sobre el tema. Este 1 de enero comienzan los viajes gratis para la mayoría de los pasajeros de guaguas, los incondicionales. Feluco, que como trabajador defendió la gratuidad en el transporte en los años 80, ya no estará en la empresa para ver el proceso desde dentro. Tendrá que observarlo como uno más de los viajeros.

Hace unos pocos días, en un reportaje en este periódico, Marrero se confesaba feliz de haber trabajado en Guaguas y decía que había «valido la pena luchar. Hemos logrado lo que siempre defendimos, una empresa pública con prestigio».