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Los Vetter meten la casa en un barco para una aventura sin precedentes en la ARC

La familia alemana lo vende todo para embarcarse en el 'Imagine' y cruzar el Atlántico por primera vez | Los 32 navíos de la última salida de la ARC se preparan en Las Palmas de Gran Canaria

Preparativos de la tercera salida de la ARC desde Las Palmas de Gran Canaria

C. T.

Los Vetter tenían una cosa clara: su vida tenía que experimentar un giro de 180 grados. Esta familia alemana lo ha vendido todo, ha abandonado su Múnich natal y se ha comprado un catamarán que, desde hace unos meses, es su "nuevo hogar". El próximo 15 de enero, 32 barcos zarparán desde el Muelle deportivo de Las Palmas de Gran Canaria rumbo hacia Santa Lucía, una isla del Caribe, en la tercera, y última, salida de la regata transoceánica ARC. Entre ellos, el Imagine, la nueva casa de estos teutones, al cual bautizaron teniendo en cuenta su lema para la vida, que no es otro que imaginar el futuro y afrontarlo con optimismo y decisión.

Miri, Christian y sus dos hijos, Lukas y David, están viviendo una aventura completamente nueva para ellos. En agosto del año pasado comenzaron su aprendizaje en navegación acompañados de un skipper (patrón de embarcación), y no fue hasta noviembre que empezaron a surcar los mares solos. Lo hicieron en Montenegro, y en las últimas semanas ya han experimentado muchos momentos para conocerse a sí mismos, a su navío y al océano. "El viaje hasta Canarias ha sido mucho más intenso de lo que esperábamos, ya que creíamos que lo duro sería cruzar el Atlántico hasta el Caribe, pero ahora creemos que ese trayecto será más tranquilo, siempre que el viento sople a favor", comentan padre y madre.

Para ellos, este será un "viaje de aprendizaje" ya que es la primera vez que van a cruzar el Atlántico, porque hasta ahora solo habían hecho pequeños recorridos. Sobre el por qué de haber querido protagonizar esta vuelta de tuerca vital, Miri Vetter contesta con un contundente: "¿Y por qué no?". Su marido lo detalla en profundidad. Con el coronavirus, todo cambió en su país natal y no les gustó cómo había evolucionado el comportamiento de sus vecinos, de sus compañeros de trabajo, de la gente con quien se encontraban en su día a día. Y por eso, resolvieron empezar de cero. Y hacerlo lejos de lo que conocían y controlaban, dejar el trabajo, dejar los estudios, vender la mayoría de sus pertenencias y comprar este barco.

Objetivo: Costa Rica

Su objetivo es asentarse en el Caribe al que llegarán el próximo mes, seguramente en Costa Rica, país que han estudiado y del que les gusta su tranquilidad y las oportunidades que les puede brindar para ganarse la vida en esta nueva vida. La otra opción es Belice, pero San José parece ganar por la cantidad creciente de turistas que lo visitan y que buscan experiencias. Y es que su idea es poner a disposición su catamarán para realizar viajes de un día por la costa del país caribeño aderezados de un sinfín de actividades náuticas.

Un hombre limpia su barco este sábado en los prolegómenos de la última salida de la ARC desde Las Palmas de Gran Canaria

Un hombre limpia su barco este sábado en los prolegómenos de la última salida de la ARC desde Las Palmas de Gran Canaria / José Carlos Guerra

"En principio, no volveremos a Europa, porque simboliza el viejo continente, lo antiguo, y nosotros queremos novedad, algo fresco", señala Christian Vetter, quien cree que estas andanzas les servirán para profundizar en otras culturas muy alejadas de lo que tenían por costumbre, para conocer a mucha gente muy distinta y enriquecerse con sus pensamientos y para aprender del mar y de lo que ofrece. "Todo va a ser nuevo para nosotros en este 2023, así que sí, es un cambio total... Lo que pedimos para este año es que todo salga bien", pide su mujer.

Sobre estos cambios, su hijo menor, Lukas, dice estar encantado, porque podrá conocer a otros chicos y chicas de su edad en distintos lugares del mundo. De hecho, con sus bicicletas, él y su hermano se han recorrido Las Palmas de Gran Canaria, descubriendo rincones con encantos que no habían encontrado en su Alemania natal. Todo ello pese a que admite que le está costando adaptarse a las exigentes rutinas de la vida en altamar. "Lo más duro es levantarse temprano para trabajar en el barco", dice.

Abriendo boca

Por su parte, la noruega Cecilie Hammersland y el británico Mark Burton llevan más de dos años preparando esta travesía transoceánica. Incluso antes de comprar su barco, el Cohiba, a bordo del cual piensan no solo llegar hasta el Caribe este año, sino recorrer el mundo de cara a un futuro no muy lejano. Se puede decir que, para ellos, esta ruta hasta Santa Lucía abrirá boca para el que de verdad es su propósito de Año Nuevo (aunque del 2024): surcar los siete mares y conocer los cinco continentes. Después de haber trabajado para la ARC, en esta ocasión han decidido embarcarse en esta singladura y experimentarla desde dentro. Y también descubrir esos lugares que hasta ahora no conocían, como es el caso de la capital grancanaria, la cual reconocen no haber podido visitar todo lo que les hubiera gustado hasta este año.

Ambos tienen mucho bagaje navegando. A Mark, su padre le enseñó los conceptos más básicos cuando era pequeño y terminó su formación, convirtiéndose en un "joven marinero" en una escuela de navegación. A Cecilie siempre le gustó y también aprendió a surcar los mares. Sin embargo, para los dos esta edición de la regata tiene incertidumbre, ya que es la primera vez que el Cohiba va a cruzar el Atlántico, así que solo desean "que todo vaya bien y lleguemos a destino sin problemas".

Pero, lo más importante es lo que Cecilie resume en "desconectar para volver a reconectar". Es decir, tratarán de evadirse del mundo que les rodea, de sus ritmos apresurados y de la tiranía de la disponibilidad las 24 horas del día, para poder explotar al máximo su experiencia y poder reencontrase con ellos mismos. "Nos olvidaremos de los móviles todo lo que podamos, solo los usaremos para escuchar música", apostilla Mark. Y es que, al final, tanto para ellos como para el resto de tripulantes de los 32 navíos que partirán desde la ciudad el próximo domingo, lo único que habrá durante varias semanas a su alrededor será el océano en su inmensidad y muchas ganas de descubrir los secretos y vivencias que les aguardan.

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