OCIO | Esteban Araña Portavoz de los empresarios de Joaquín Costa

"Si cierran a las diez las terrazas, las matan"

«El juez le ha dicho al ayuntamiento que debe velar por el descanso, no que cerremos antes», afirma el portavoz de los empresarios de la calle Joaquín Costa

Esteban Araña

Esteban Araña / Andrés Cruz

Esteban Araña, dueño del bar de copas El Viajero y portavoz de los empresarios hosteleros de la zona de Joaquín Costa y la plaza de Los Betancores considera en esta entrevista que adelantar el cierre de las terrazas abocará a muchos locales al cierre y plantean la necesidad de alcanzar un acuerdo con los vecinos y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para que la actividad pueda continuar. 

¿Cómo van a afrontar la restricción de horarios?

Lo primero que vamos a hacer es recurrir y mientras tanto, intentar negociar con el ayuntamiento para buscar una fórmula viable porque cerrar la terraza a las diez de la noche es totalmente inviable para el turno de la tarde de cualquier restaurante y para todos los locales. No me merece la pena poner las mesas y las sillas para una hora, porque los restaurantes abren a las ocho y media. Los vecinos demandantes no se quejan de los locales. El problema es el trasiego de gente. Es una zona muy animada, pero no hay botellón. No es que se recorten dos horas. Es que la gente no a venir porque sabe que a las diez de la noche los vas a levantar y buscarán otra alternativa. Desaparece el turno más rentable de la hostelería. Nos están quitando parte del horario básico de un restaurante. Es como si a una cafetería le dices que tiene que abrir a las once. Si cierran las terrazas a las diez, las matan. Vamos a ver locales que tienen que cerrar a la diez y el que está al lado puede estar hasta a la una.

En el caso de Joaquín Costa hay una sentencia que obliga al consistorio a controlar el ruido 

No. Hay varias sentencias que le dicen al ayuntamiento que tenía que haber velado por el descanso de los vecinos y que debe hacer algo, pero no le dice que tengamos que cerrar a las diez. Esa es una decisión que ha adoptado el ayuntamiento. Podía haber tomado medidas como poner policías para que la gente no siga de pie y para garantizar el descanso. Lo que queremos es que se sienten con nosotros, si puede ser las tres partes, a ver si podemos llegar a un acuerdo. Por ejemplo, que nosotros renunciemos a algo. Los vecinos tienen que descansar y las actividades tienen que convivir, pero hablamos de equis vecinos que han denunciado, porque la mayoría son clientes nuestros, incluidos los denunciantes. Todos somos vecinos que dormimos y que nos vamos de terraceo.

¿En que medida va a afectar la restricción a los restaurantes y a los locales de copas?

Nosotros entendemos que hay locales que molestan más que otros. Un restaurante no molesta lo mismo que un bar de copas. Aún así no quiero decir que el bar de copas sea el culpable de todo. Una de las medidas que se ha tomado es meter a todos en el mismo saco. A lo mejor se podría ser más laxo con uno que con otro. En cualquier caso, es un turno inviable que va a hacer peligrar un montón de negocios. Y el problema se va a trasladar a otras zonas de la ciudad. Y si se hace una resolución para toda la ciudad, se van a perder muchísimos puestos de trabajo en la hostelería. Todos los restaurantes viven de las terrazas y de las cenas. Y la ciudad se convierte en un dormitorio.

¿Qué es lo que quieren negociar con el ayuntamiento?

Esta sentencia va a crear un precedente en toda la ciudad y puede pasar lo mismo con otras zonas. Siempre habrá un vecino al que el ocio le moleste y es tan fácil como copiar el proceso que se ha seguido en un sitio para extenderlo a otro. Se podría dar el caso de que las terrazas de Las Canteras tengan que cerrar a las diez, o las de Ruiz de Alda, o Farray. Lo que queremos es generar un debate que nos afecta a todos como ciudadanos, no solo a los hosteleros. Tenemos que decidir qué ciudad queremos, porque todos somos usuarios. Los vecinos hablan de zonas residenciales cuando estamos hablando del centro de la ciudad turística. Como mínimo debería tener un uso compartido. Cada vez hay más licencias hoteleras y son una riqueza para la ciudad y esos turistas necesitan unos servicios. Es cuestión de decidir si queremos que la gente se reúna en la calle o en sus casas.

Pero el derecho al descanso de los ciudadanos está por encima de cualquier negocio

Yo creo que habría sido bueno habernos sentado todas las partes e intentar llegar a acuerdos. Tendremos que ver como hacer compatible el ocio y el descanso en el centro de la ciudad. No estamos hablando de Tafira, estamos hablando de Puerto-Canteras, una zona que comparte el doble uso residencial y turístico y cuando alguien decide irse a vivir allí tiene que ser consciente de que va a tener molestias. Es el bullicio de una zona turística residencial. Los vecinos han venido aquí cuando saben que es una zona plagada de bares. ¿Vamos a luchar ahora por quitar esos bares?

«Hay vecinos que han puesto de su parte y han insonorizado y otros no han hecho nada»

El estudio en el que se basa el juez habla de que se triplicaban los niveles de ruido permitidos

Es que se trata de ruido que no procede de los locales. Esas mediciones fueron de la gente en la calle. Lo que sí es cierto es que el ayuntamiento tenía que haber hecho algo, mandar a la policía para que a las doce, cuando nosotros terminemos con nuestras terrazas no quede nadie en la calle.

¿Qué alternativas plantean al cierre a las diez además de más presencia policial?

Planteamos un horario que sea viable. Entre semana no hay problemas de ruido, no sé por qué han restringido el horario todos los días. Un cierre a las 23:30 es viable. Podemos recortar esa media hora entre semana. Pero los vecinos no se quejan de las terrazas entre semana. Se quejan de los viernes y sábados, entre las nueve y las dos de la mañana, cuando sale la gente de los locales.

¿Y a qué renunciarían los fines de semana?

Antes de las doce no es viable, pero la policía puede velar porque a las doce esté todo el mundo fuera de la calle. Son ellos los que tienen que velar por el descanso de los vecinos y nos ayuden a desalojar la calle y poner orden. Los vecinos nos dicen que prefieren mil veces las terrazas que lo que había antes, cuando era una calle insegura. Esto viene por una corriente europea sobre el derecho al descanso, pero no puede ser el mismo umbral de ruido soportable en La Haya al que tenemos en Sevilla o en Las Palmas, porque en La Haya la gente se va a las seis a su casa. Ayudaría mucho que nos preguntemos si queremos que existan zonas de ocio en el centro de la ciudad. Todos queremos descansar, pero todos queremos salir. El ayuntamiento ha visto venir esto desde hace dos años y ha continuado dando licencias.

«El ruido procede del trasiego de lagente, que se puede controlar con la policía»

¿Y no creen ustedes que es un poco tarde intentar llegar a un acuerdo con unos vecinos que llevan años denunciando?

Los que se quejan son tres o cuatro con los que hemos intentando llegar a un acuerdo porque no nos gusta molestar a nadie. Pero hay algo que no está en nuestra mano. ¿Qué hacemos? Hay vecinos que han puesto de su parte y han insonorizado y hay gente que no ha hecho nada. Los vecinos tampoco estaban en una posición negociadora. Querían quitar las terrazas, qué vamos a negociar respecto a eso. 

Los vecinos les acusan de hacer negocio a costa de su salud

No es verdad. Es muy fuerte que digan que hacemos negocio a costa de su salud. Hacemos negocio con una actividad regulada, saludable, bonita y necesaria para la ciudad, de la que ellos mismos participan. Si realmente esto es un problema para su salud, esas casas tienen un valor estupendo, se pueden vender perfectamente y que se vayan a vivir a otra zona. Ellos tienen que poner de su parte también. 

Pero lo que molesta es el bullicio de las terraza, los vecinos simplemente viven en la zona

Pero los vecinos eligen donde viven. Si realmente el ruido afecta a mi salud, hay zonas mucho más tranquilas, pero han elegido vivir aquí. Todas las zonas tienen sus pros y sus contra. Ruido hacemos todos, pero los malos de la película somos los bares. La inviolabilidad del domicilio entiendo que se verá tan afectada con el ruido que hacen las terrazas como por el camión de la basura u otros ruidos.

Lo que es innegable es la saturación de esta zona

Puede ser que esté saturada y que el ayuntamiento sabiendo el problema que hay no busque la forma de decir que no caben más bares, porque cada vez que abre un bar son 50 personas más. A lo mejor ahí sí se podía haber hecho algo, limitando el número de restaurantes. Es muy complicado. Son intereses contrapuestos y compartidos, porque somos usuarios de terrazas y también queremos dormir y también queremos vivir en zonas céntricas. Hasta qué punto es tolerable y hasta donde estamos todos dispuestos a ceder. Los restaurantes tendrán que ceder algo y los vecinos que vivan en zonas céntricas también. Y el ayuntamiento tiene que estudiar esto en profundidad, con la ayuda de todos y sacar una ordenanza para todos para que esto no vuelva a suceder. Que blinde el ocio y el descanso y los periodos vacacionales, que las zonas no se saturen. 

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