Armas acoge en su terminal de La Luz la celebración de los Premios Puertos

Los Premios Puertos vuelven a cambiar de recinto para su celebración en esta XXVI edición de 2023. La ceremonia no se hará en las naves de ayuda humanitaria, como el año pasado, sino en la terminal que la Naviera Armas Transmediterránea tiene en el muelle Nelson Mandela. Unas instalaciones que, además, estrenan el premio de arquitectura Miguel Martín Fernández de la Torre.

La decisión de trasladar la celebración a la terminal de pasajeros, que se terminó de construir en 2020, obedece a la motivación de superar el éxito de la anterior edición, al tiempo que sirve de homenaje a Antonio Armas Fernández, presidente de la naviera fallecido en marzo de 2021, según explica la nueva gerente de la Fundación Puertos de Las Palmas, Ana Pérez Peñalvo, que asumió el cargo el pasado mes de junio, tras la dimisión de Sergio Galván.

Serán, por tanto, los primeros premios institucionales de Ana Pérez como gerente de la Fundación, que atesora una amplia trayectoria ligada a la misma como técnica y responsable del área de expansión.

La idea es que los galardones coincidan con el aniversario del Puerto de Las Palmas, pues el próximo 26 de febrero se cumplen 140 años de la colocación de la primera piedra en el Santa Catalina. La obra fue adjudicada en 1883 a la empresa británica Swanston, que inició los trabajos con el lema muy inglés de God bless our work («Dios bendiga nuestro trabajo»).

Fechas para la entrega

Desde entonces la historia de La Luz es conocido en todo el mundo, convirtiéndose en el puerto más grande del Atlántico Medio, a caballo entre los continentes europeo, africano y americano, con una carta de servicios que va desde el avituallamiento a la reparación naval y el tránsito de todo tipo de mercancías.

Ese espíritu pionero es el que ahora quiera potenciar Pérez para la fundación, con la finalidad de recuperar su vocación social, cultural y formativa, sin olvidar el actual trabajo conjunto con las patronales y de promoción exterior, con proyectos destinados a poner en valor el papel de la mujer portuaria africana, entre otros.

Por eso la Fundación, que está presidida por el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), Luis Ibarra, quiere que el aniversario, la entrega de los premios y el foro de mujeres portuarias se organicen en semanas consecutivas. La fecha definitiva, en cualquier caso, dependerá de la agenda del presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, que está pendiente de confirmar las diferentes fechas planteadas a su gabinete por los gestores de la Fundación.

Lo que sí está cerrado es la celebración en la terminal de pasajeros de Armas, con el gran ventanal de fondo que da al mar. Ahí se entregarán los premios, que este año son para Global Ports Holding – Sepcan en la categoría de iniciativa empresarial por su apuesta por el turismo de cruceros en Canarias, así como a Stena Drilling como cliente distinguido, multinacional especializada en la perforación de pozos de gas y petróleo que tiene como puerto base a Las Palmas.

En el ámbito de las distinciones más personales, el Puerto reconoce la labor de Miguel de Gracia Vilalt, responsable durante muchos años en el Puesto Fronterizo Marítimo de Las Palmas; de Juan Ruiz Fernández Reyes, capitán de buque y director de varias empresas de remolque de Boluda, y Juan Francisco Fonte Ojeda, cronista oficial del Puerto e histórico redactor de LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas. También serán distinguidos Canary Islands Business School como socio cultural y el Mando Naval de Canarias por su labor institucional.

El marco elegido, con el reciente premio de arquitectura concedido, parece inmejorable. La terminal es obra de los arquitectos Manuel Luis Rocafort Martín y José Ignacio González, a quien Antonio Armas encargó una terminal marítima de «vanguardia», organizada siempre en función de los diferentes tráficos que se generan en torno al embarque y la operativa portuaria, tanto interinsular como nacional.

Y eso es lo que han conseguido González Rocafort Arquitectos, que los grandes flujos de pasajeros y de mercancías pesadas se desarrollen de forma simultánea e independiente, con una «operativa rápida, cómoda, sencilla y segura», explica la compañía.

Cada tráfico tiene su escala, pues el edificio, «un volumen blanco y ligero», se eleva sobre el gris del muelle para liberar la zona de rodadura y dar servicio al viajero en un gran espacio mirador que se enfrenta directamente con el mar y el horizonte.

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