La idea para hacer Vegueta y Triana Patrimonio Mundial sale del olvido

La plataforma ciudadana que busca rescatar el proyecto de Herrera Piqué para el conjunto histórico llena el Paraninfo y recaba el apoyo de hasta 18 entidades

Poner en valor el patrimonio histórico y cultural de Vegueta y Triana. La Plataforma Ciudadana Reivindicativa para que el centro histórico de la capital grancanaria sea declarado Patrimonio Mundial de la Unesco presentó este martes con ese objetivo su proyecto en sociedad. El acto tuvo lugar en el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), una de las 18 entidades de distinta naturaleza que respaldan la iniciativa. El colectivo busca rescatar la propuesta que redactó el historiador Alfredo Herrera Piqué para el Ayuntamiento en el mandato de Pepa Luzardo; este quedó paralizado tras llegar al Ministerio de Cultura en 2007.

«La desidia ha hecho que hayamos perdido los últimos 16 años en reclamar que esto fuera una realidad», resaltó Antonio Aguado, coordinador de la plataforma. Destacó, además, que esta iniciativa ha partido desde la sociedad civil y no desde el Ayuntamiento capitalino como ocurrió en la anterior ocasión, «esta es la mejor de las fórmulas para sacar una propuesta así adelante». Y es que, «salvando las diferencias», comparó la propuesta con la reivindicación de la ciudadanía que impulsó la creación de la Universidad en la capital en 1989.

Antonio Aguado: «La desidia ha hecho que hayamos perdido los últimos 16 años en reclamar esta idea»

«Nos dimos cuenta que teníamos que hacer una plataforma», indicó Aguado, quien ensalzó varios movimientos de la «lucha ciudadana» de los últimos 40 años. El coordinador de la plataforma señaló que, tras recabar apoyos durante los últimos dos años -empezaron a redactar la iniciativa justo antes de la pandemia, precisó-, toca ahora sumar a la sociedad para después elevar la propuesta a las administraciones. En este sentido, informó que están redactando una moción que presentarán a los 21 municipios de la Isla.

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Según Aguado, cuando comenzaron su andadura enviaron cartas a instituciones públicas y privadas. Así, precisó, la primera en sumarse fue la ULPGC. A esta le siguieron el Museo Canario, el Gabinete Literario, la Fundación Juan Negrín, la Escuela Luján Pérez, la Real Sociedad de Amigos del País de Gran Canaria, el Conservatorio de Música de Canarias y el Conservatorio Profesional de Música de Las Palmas de Gran Canaria, el Colegio Notarial de las Islas Canarias, la Asociación de Empresarios de Vegueta, la Orden del Cachorro Canario, CC.OO. Canarias, UGT Canarias, la Federación de AMPAS Galdós, Ben Magec Ecologistas en acción, el CIFP San Cristóbal, la Asociación Fernando Guanarteme Rey Canario, las asociaciones de vecinos Vegueta-Santo Domingo y Eufemiano Jurado-Vegueta.

Camilo Saint Saëns

Al acto, que comenzó con el músico Sergio Alonso al piano con una pieza de Camilo Saint Saëns, Campanas de Las Palmas, acudieron, entre otros, el artista Pepe Dámaso o el exrector de la ULPGC Rafael Robaina. También hicieron acto de presencia la portavoz del PP, Pepa Luzardo, el de CC, Francis Candil, y la de Ciudadanos, Lidia Cáceres, además de la candidata de los populares a la alcaldía, Jimena Delgado. En cambio, no fue ningún miembro del actual grupo de gobierno. No obstante, la concejala de Cultura, Encarna Galván, envió este martes un comunicado mostrándose a favor.

Serra Majem: «Nuestro centro histórico alberga valores excepcionales que claman por ser Patrimonio Mundial»

La periodista Asunción Benítez fue la conductora del acto, que contó también con la actuación del grupo de boleros Los que no escarmientan. El primero en tomar la palabra fue el rector de la ULGPC, Lluis Serra Majem, quien pidió «unidad de acción» para conseguir el objetivo de la declaración por parte de la Unesco. «Los grancanarios conocemos los grandes hitos que podemos alcanzar cuando trabajamos juntos», insistió, al tiempo que enomeró episodios de la historia como la epidemia de cólera de 1855, la división provincial de 1927 o la creación de la universidad en 1989.

«Nuestro centro histórico alberga valores excepcionales que claman por su reconocimiento como Patrimonio Mundial», señaló Serra Majem. Según este, la ciudad «solo precisa reunir una de las diez características que la organización requiere para ello, para pasar a formar parte de esta lista exclusiva de 1.154 sitios a los que por derecho nos toca pertenecer». En ese sentido, aseguró que «solo necesitamos uno y tenemos seis», de ahí que vean necesario «explicarlo bien, alto y claro» y exortó a aprender «de anteriores intentos» que no salieron adelante.

La profesora de filología inglesa Elena Quintana y docente en el CIFP San Cristóbal señaló que «hay que llevar Vegueta a las aulas». «Los alumnos saben que desde que conocen el patrimonio se emocionan al tenerlo delante», indicó, al tiempo que hizo una reflexión para incluir contenidos canarios en los currículos escolares «de infantil a secundaria». «Tenemos que defender lo nuestro, los jóvenes son capaces de difundir y muchas veces con capacidad crítica», precisó, «habría que acercarse como prioridad a las escuelas» para poder lograr esta meta.

De lograrlo, Vegueta-Triana sería el sexto Patrimonio Mundial del Archipiélago tras Garajonay, La Laguna, el Teide, el silbo gomero como patrimonio inmaterial y Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria. Vegueta fue declarada conjunto histórico artístico nacional en 1973 y Triana Bien de Interés Cultural (BIC) en 1993. 

El proyecto de Herrera Piqué pone en valor el hecho de que la capital grancanaria fuera la primera ciudad fundada por Castilla en ultramar -en 1478-, que albergara la primera sede político-administrativa en ese mismo ámbito, fuera la primera ciudad azucarera, construyera la primera catedral española de ultramar y la primera plaza mayor institucional con los poderes gubernativos y eclesiásticos, precursora así de todo lo que ocurriría en la América Hispana. Además, resalta el paso de la trama urbana medieval a una regular -imitado al otro lado del Atlántico después- y la variedad de estilos arquitectónicos de sus edificios, del gótico al racionalista.

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