La nueva escollera de la Avenida ampliará hasta tres metros el ancho del paseo

El presupuesto crece 1,3 millones por la necesidad de construir un nuevo espaldón para reforzar las defensas. La constructora prevé terminar la obra el próximo mayo

Las obras para reforzar las defensas del paseo de la Avenida Marítima, en un tramo de 500 metros entre Lady Harimaguada y el barrio de San Cristóbal, permitirá ampliar el ancho del paseo, que pasará de los cuatro metros actuales a siete metros y medio.

La necesidad de hacer un nuevo espaldón que defienda el muro del paseo del embate de las olas, y la demolición de una parte del voladizo que estaba en mal estado ha provocado el encarecimiento de la obra en 1,3 millones de euros y retrasado la terminación de los trabajos hasta el próximo mes de mayo.

Una vez que concluya la construcción de la escollera y el espaldón de 450 metros de longitud le corresponderá al ayuntamiento iniciar la obra de acondicionamiento del paseo.

Así lo aseguró ayer el consejero de Obras Públicas del Gobierno canario, Sebastián Franquis, quien resaltó que lo más importante es que la obra, a punto de terminar, ha «permitido acabar con un problema que era serio ocho meses atrás y pronto la Avenida Marítima volverá a recuperar su seguridad».

Hay que recordar que el Gobierno regional declaró la obra de emergencia al advertir un estudio realizado por los técnicos municipales que existía el riesgo de que colapsara el paseo y se hundiera el carril más cercano al mar de la Autovía, debido al mal estado del muro.

La obra comenzó en julio pasado y se adjudicó por 6,1 millones, una cantidad que se ha ampliado hasta los 7,4 millones, según indicó José Luis Pérez Betancor, ingeniero director de las obras que lleva a cabo la empresa Satocan

Pérez Betancor explicó que una vez iniciadas las obras -que se hizo sin proyecto previo por la urgencia de la intervención- y tras realizar los cálculos, se evidenció la necesidad de construir un espaldón capaz de resistir la energía del oleaje porque, «de lo contrario, el muro de la Avenida seguiría sufriendo. También ha encarecido la obra, aunque en menor medida que el espaldón, la ejecución del voladizo tras demoler el que había porque se hallaba en mal estado. El espaldón tiene la función de que el oleaje no alcance el muro de la Avenida Marítima».

En total, se demolieron unos 180 metros de voladizo, que estaba en mal estado o en riesgo de colapso. «La escollera que había no era suficiente para resistir la energía del oleaje y la prueba de ello es que estaba a punto de colapsar la Avenida», subrayó el ingeniero.

Los bloque de la escollera, explicó, disipan la energía y el espaldón impide que el oleaje alcance el muro. Así, además de acabar con el peligro de colapso, la nueva estructura impedirá que las olas salten al carril de la derecha de la Avenida y acabará con los cierres periódicos de ese tramo de calzada al tráfico cuando había fuerte oleaje. 

Y es que entre los bloques de hormigón de la escollera y el nuevo muro espaldón se dejará un hueco llamado cuenco de amortiguación, de unos dos metros de ancho, para que el agua del mar, al romper las olas con los bloques, no invada el paseo peatonal ni llegue a la GC-1.

El dique durará 75 años

«Espero que este dique», sostuvo, «perdure 75 años o más. Es más, con la seguridad que le hemos dado a la obra, probablemente sea la que más dure en el tiempo, porque en el futuro habrá que proteger la Avenida Marítima en todos lados, excepto en este tramo».

El nuevo muro espaldón, que tendrá una longitud de unos 300 metros y que se está rellenando en estos momentos con hormigón, «permitirá al ayuntamiento acondicionar el paseo con un ancho constante de 7,5 metros, tal y como ha pedido la corporación». En unas zonas aumentará dos metros y en otra tres.

Daniel Vargas, técnico de Obras Públicas que forma parte de la dirección de la obra por parte del Gobierno canario, calcula que ya se ha ejecutado un 80% de los trabajos. En estos momentos ya se han colocado 2.393 de los 3.565 bloques de hormigón de siete y cuatro toneladas que conforma la escollera. Bajo los bloques se ha depositado 32.00 toneladas de material de relleno.

Los bloques más pesados se han colocado en el primer tramo del dique de norte a sur y los de cuatro toneladas se están depositando a continuación.

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Las obras concluirán con la recuperación de la playa de callaos, que estaba justo al lado del extremo norte del barrio marinero de San Cristóbal, la cual desapareció por la necesidad de hacer una pista de tierra para que pudieran acceder por ella los camiones para depositar los bloques de hormigón y las hormigoneras. 

Según aseguró el ingeniero José Luis Pérez, «retiraremos la escollera en el lado sur y recuperaremos el perfil original de la playa».

Por esa razón, explicó, el espaldón tiene 450 metros de longitud, ya que los últimos 50 metros hasta llegar al límite del barrio se necesitan para reponer la playa.

Además, se harán accesos para que los surfistas que cogen las dos olas que se forman entre la playa de callaos y Lady Harimaguada. Una de ellas es de izquierda larga y se forma cuando vienen las marejadas del sureste.

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