"¡Milagro!" en San José y San Juan al volver funcionar el ascensor

El elevador salva un desnivel de 28 metros entre las calles Miguel Servet y Tajinaste | Los vecinos celebran con sorpresa su puesta en marcha

El ascensor que une los barrios de San Juan y San José entra en funcionamiento

José Carlos Guerra

«¡Milagro!», apuntó Luis del Cerro, vecino de San José, nada más salir de su casa cargado con la basura y unos bártulos. Para su sorpresa, este lunes volvió a funcionar el ascensor panorámico que conecta los riscos de San Juan y San José después de tres años sin hacerlo. Esta estructura ha sido rehabilitada en las últimas semanas dentro del plan de movilidad vertical que está llevando acabo el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la concejalía de Urbanismo, para volver a poner en marcha los 13 elementos mecanizados distribuidos por distintos barrios y que por actos vandálicos y falta de mantenimiento habían quedado totalmente obsoletos y sin poder utilizarse.

El ascensor salva un desnivel de 28 metros entre la calle Miguel Servet y Tajinaste, por lo que conecta la parte baja de San José con el límite con el vecino barrio de San Juan. Para terminar de facilitar la accesibilidad en esta zona, en las próximas semanas se pondrá nuevamente en marcha la escalera mecánica de Miguel Servet, según adelantó este lunes el alcalde, Augusto Hidalgo, quien dio por reinaugurado el elevador en compañía del consejero insular de Hacienda, Pedro Justo Brito. La reparación ha tenido un coste de 84.409,59 euros a cargo del Plan de Cooperación del Cabildo con los municipios.

La cabina ha sido sustituida, las puertas automáticas en las distintas paradas y las botoneras son ahora antivandálicas. El nuevo elevador tiene capacidad para 12 personas y puede soportar unos 900 kilos de peso. Consta de una estructura de acero con revestimiento acristalado, de tal manera que deja entrar la luz y permite observar una amplia panorámica del Cono Sur y Vegueta. Además, tiene cuatro paradas, una sobre rasante en la calle Miguel Servet y el resto se conectan con la ladera a través de pasarelas metálicas en las calles Comino, Cantabria y Tajinaste con Centauro.

Este ascensor fue inaugurado en 2012 dentro de un plan para implantar infraestructuras mecanizadas en la ciudad. Desde entonces ha sufrido la falta de mantenimiento y numerosos actos vandálicos; de hecho la escalera de Miguel Servet funcionó por última vez hace más de siete años. Roturas de cristales, robo de motores, destrozos en la botonera, animales haciendo sus necesidades dentro o en el exterior de la cabina o, incluso, un incendio, entre los motivos que han mantenido roto este ascensor de manera intermitente durante años y ya de forma definitiva los últimos tres.

Según el alcalde, estos actos vandálicos generaban gastos de hasta 40.000 euros anuales para reparar el ascensor. «Por eso había que tomar una solución acorde con lo que hicimos en las escaleras de La Cícer, que es poner un sistema de cámaras de control remoto», precisó Hidalgo. El plan de rehabilitación prevé controlar mediante videovigilancia todos los elementos mecanizados que están siendo renovados, a modo de «vía disuasoria». «Los vecinos no tienen que estar soportando los problemas permanentes por actos incívicos», puntualizó.

Sistema de videovigilancia

El sistema de videovigilancia permitirá controlar el ascensor de manera remota, de tal manera que, por ejemplo, en caso de detectar un fallo podrán testearlo y reiniciarlo -tras comprobar que no hay nadie dentro-, todo sin la necesidad de esperar a que un técnico se desplace hasta allí. Solo será necesario en caso de producirse «un problema grave», puntualizó Hidalgo. Así, las respuestas serán «automáticas» y en caso de producirse algún acto vandálico el caso será remitido a la Policía Local.

«Ahora solo hace falta que no se rompa», señala Dominga Cárdenes en compañía de su nieta Saray y su bisnieto. La de ella es una opinión generalizada de los vecinos. «Estamos contentos», matiza, José García, colaborador de la asociación de vecinos, pero todo dependerá de lo que ocurra de aquí en adelante. «Antes tenía que venir yo mismo con aguas y jabón para limpiar la cabina, más que por mí, lo hacía por mis vecinos mayores», indica García.

Ascensor que une los barrios de San Juan y San José

El ascensor que une San José y San Juan vuelve a funcionar a falta de la escalera mecánica de Miguel Servet. / José Carlos Guerra

Subir y bajar rampas y escaleras puede ser muy cansado a cierta edad o, directamente, una condena a estar encerrado en casa a partir de cierta edad. «A veces salía, llegaba al ascensor y al ver que estaba roto me volvía», apunta Cárdenes, que a su avanzada edad no le queda otro remedio que evitar el fuerte desnivel del risco que la separa del paseo de San José, donde están todos los servicios. 

La puesta en marcha de este ascensor -al que se sumará las escaleras de Miguel Servet- forman parte de un plan para reparar los elementos mecanizados estropeados de la ciudad y fueron colocados hace más de una década. A cargo del plan de Cooperación del Cabildo, tiene un coste global de 1,59 millones de euros.

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Las escaleras mecánicas y el ascensor de Lomo Verdejo serán los siguientes elementos de movilidad vertical que el Ayuntamiento capitalino rehabilitará y que datará de un sistema de videovigilancia para mejorar su mantenimiento. Ambas estructuras fueron inauguradas en 2012 y, como el ascensor de San José a San Juan, han sufrido los mismos males. Queda pendiente reparar los ascensores panorámicos de Las Rehoyas y el Barranquillo Don Zoilo, además de la escalera mecánica entre paseo de Chil y el paseo de San Antonio frente al Castillo de Mata. Las escaleras de Primero de Mayo a San Nicolás fueron las primeras en tener una nueva vida dentro de este plan de movilidad vertical. | A. V.

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