El plan de San Roque incorpora 4.500 metros cuadrados de espacios libres

El Ayuntamiento aprueba el documento en comisión antes de someterlo al pleno ordinario de este mes | El barrio ganará 2.764 metros cuadrados de dotaciones

Una guagua circula por la carretera del centro frente al barrio de San Roque. | | JUAN CASTRO

Una guagua circula por la carretera del centro frente al barrio de San Roque. | | JUAN CASTRO / LA PROVINCIA/DLP

La Comisión de Pleno de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento celebrada ayer aprobó de forma definitiva el Plan Especial de Protección de San Roque, un documento consensuado con los vecinos que plantea la regeneración ambiental del barrio, introduciendo nuevos espacios de uso público que contribuyan a elevar la calidad de vida de los habitantes, la mejora de la accesibilidad y movilidad, otorgándole un mayor protagonismo al peatón y la protección de los inmuebles con valor histórico.

El nuevo texto, desarrollado junto a los vecinos a través del proyecto participativo ‘Barrios Pendientes’, presenta mejoras urbanísticas con respecto al plan anterior, como el incremento en 4.481 metros cuadrados de espacios libres y 2.764 metros cuadrados de superficie para dotaciones. Otro de los aspectos que recoge el nuevo plan es una mejora de la movilidad a través de la reorganización de la red viaria y la creación de nuevos trazados.

El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, ha señalado que «este Plan que ha contado en su diseño con la participación activa de los vecinos, permitirá crear nuevas plazas y zonas verdes para el ocio y disfrute de los residentes, una mejora de la movilidad dentro del barrio mediante la creación de aparcamientos y nuevos viarios, así como la protección de inmuebles con valor arquitectónico y tradicional».

La falta de espacios libres y dotaciones fue, desde el inicio de la redacción del documento, una de las principales preocupaciones expuestas por los vecinos. La ordenación del Plan Especial propone la regeneración ambiental utilizando los solares vacíos, usados la mayoría como vertederos de basuras y escombros, y las parcelas en ruinas, con localizaciones estratégicas, para distribuir por todo el ámbito plazas y lugares de estancia que fomenten la inclusión y relación de todos los vecinos y vecinas.

La altura de las construcciones estará regulada para garantizar la tipología tradicional

El Plan propone una mejora de la movilidad y la accesibilidad interior del barrio, reorganizando la red viaria de manera que el peatón obtenga mayor protagonismo, introduciendo nuevos trazados que acorten las distancias. Las vías previstas para el tráfico rodado se acondicionan con la ampliación de su sección en algunos tramos, o prolongando su recorrido, como sucede con las calles Caramillo y Bandurria, permitiendo el acceso al interior del barrio de ambulancias y otros servicios públicos, así como el transporte de personas con movilidad reducida. Se propone también la prolongación de la calle Fragua hasta su conexión con el barrio de El Batán. Las cinco bolsas de aparcamiento ligadas a las principales vías rodadas completan las mejoras de la estructura viaria.

Otro de los objetivos es la rehabilitación del conjunto edificado tradicional y el impulso a la regeneración proponiendo medidas que garanticen y la conservación de la tipología tradicional. Se propone una normativa que regule la altura de las construcciones, evitando la aparición de enormes paredes medianeras y la ocultación de edificaciones de interés como la Casa de los Tres Picos y una ordenanza estética, acorde con las características singulares del barrio, que favorezca la puesta en valor del conjunto edificado y la integración de los elementos de interés histórico presentes en el entorno.