El Rincón mejora la seguridad peatonal con una barandilla de acero inoxidable

La Consejería de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria ultima la sustitución de 750 metros de pasamanos corroídos por la marisma en el paseo del Atlánte

El consejero de Obras Públicas y vicepresidente del Cabildo, Miguel Ángel Pérez, supervisa los trabajos.  | | LP/DLP

El consejero de Obras Públicas y vicepresidente del Cabildo, Miguel Ángel Pérez, supervisa los trabajos. | | LP/DLP / LA PROVINCIA/DLP

La Consejería de Obras Públicas, Infraestructuras, Transporte y Movilidad del Cabildo de Gran Canaria está ejecutando las obras de sustitución de la barandilla del paseo del Atlante, en Las Palmas de Gran Canaria, que se encontraba en mal estado debido al óxido producido por la marisma. La obra que se está ejecutando contempla concretamente la retirada de la antigua barandilla, el arreglo de la losa de hormigón sobre la que se asienta y la colocación de una nueva barandilla de acero inoxidable para evitar la corrosión marina.

Dotada con 538.440,92 euros, «la obra va muy avanzada y pronto ya estará terminada», ha informado el vicepresidente del Cabildo, Miguel Ángel Pérez del Pino, este viernes durante su visita a la zona para comprobar el resultado de la actuación.

«Se ha retirado la mayor parte de la vieja barandilla, se ha colocado otra nueva en su lugar y se ha rehabilitado casi todo el suelo de hormigón que estaba en mal estado, el paseo ahora cuenta con 1100 m2 de pavimento nuevo», ha detallado el también consejero de Obras Públicas e Infraestructuras que ha añadido que «el paseo de El Atlante está quedando perfectamente acondicionado para la práctica lúdica y deportiva de los ciudadanos en la salida norte de la ciudad».

La barandilla se está renovando en 750 metros divididos en dos tramos, el primero está comprendido entre los puntos kilométricos 2+500 y 2+800 de la GC-2 aproximadamente, desde el mirador del Lloret hasta la escultura del artista Tony Gallardo, y el otro tramo abarca desde el Mirador del LLoret hasta casi la Plaza de la Música del Auditorio Alfredo Kraus.

Situada en el margen derecho del paseo de El Atlante, la barandilla protege contra las caídas desde la senda peatonal existente que se encuentra al borde de un acantilado. La infraestructura se encontraba según un informe técnico «en un estado de oxidación muy avanzado», circunstancia que suponía un peligro para los usuarios de una ruta peatonal muy frecuentada. Entre los riesgos, «posibles daños, cortes, rasguños o incluso el futuro fallo de algún soporte que pudiera producir una caída desde una altura de diez metros».

La zona más degradada antes del comienzo de las obras era la más cercana al mirador, donde la losa de hormigón se dejaba ver bajo el paseo. El tramo en mejor estado era el más cercano a la ciudad, que aun así se mostraba erosionado por el «ambiente salino y los ciclos de sequedad y humedad», algo generalizado a lo largo de toda la senda.

Las particulares características y ubicación del paseo peatonal han llevado a la elección de un material diferente al de la antigua estructura. El diseño, además, mantiene una estética similar al pasamanos del cercano paseo de Las Canteras.

Los trabajos en el paseo del Atlante también han incluido actuaciones sobre la separación entre la senda peatonal y la autovía GC-2. En este caso se ha aplicado pintura anti-carbonatación a las vallas New Jersey para mejorar su protección y ampliar su vida útil.