La renovación de vivienda pública recibe una inyección de 71 millones en siete años

Las 96 casas del antiguo patronato de Lomo Apolinario son las últimas que se han rehabilitado. La renovación de Jinámar espera por el dinero de Europa

De izquierda a derecha, Javier Doreste, Carmen Reyes, Conchi Monzón, Antonio Morales y Augusto Hidalgo en Lomo Apolinario.

De izquierda a derecha, Javier Doreste, Carmen Reyes, Conchi Monzón, Antonio Morales y Augusto Hidalgo en Lomo Apolinario. / La Provincia

La renovación del parque público de viviendas de la capital grancanaria ha acaparado casi una cuarta parte de la inversión que ha recibido la ciudad desde 2015 hasta ahora. Un total de 71 millones se han inyectado en la rehabilitación de 3.009 viviendas y la reconstrucción de las 379 casas del antiguo patronato de Tamaraceite, pendiente de terminar su último edificio, así como Las Rehoyas-Arapiles, que acaba de arrancar.

La última actuación de rehabilitación que acaba de concluirse ha mejorado el aspecto de las 96 casas de Lomo Apolinario, unas viviendas que fueron construidas hace casi setenta años por el antiguo patronato y cuyos vecinos se muestran encantados de la mejora de las fachadas, los depósitos de agua y las azoteas, así como otros elementos de los inmuebles.

 La intervención, que ha sido cofinanciada por el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento capitalino ha costado 355.830 euros y ha consistido en un completo lavado de cara de las fachadas de las viviendas que dan a las calles Padre Jerónimo Pascual y Padre Villalain, afectadas por las humedades y los desconchones, según relatan las vecinas y vecinos, como Rosario Ramos Peña, que contempló desde su ventana la visita que realizaron al barrio este martes el alcalde Augusto Hidalgo y el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, para ver el resultado de las obras.

Rosario Ramos llegó a su casa con sus padres hace casi sesenta años cuando era una niña. Allí creció y cuando sus progenitores fallecieron heredó la vivienda. Resalta el cambiado de los bidones. «Estoy contenta con la reforma», aseguraba.

Según Víctor Bethencourt, antiguo líder vecinal, «hacía más de 30 años que no se rehabilitaban las viviendas. Ahora queda pendiente el arreglo de las cajas escaleras y eliminar las humedades de las azoteas, pero eso está pendiente de otra fase. Estamos contentos, aunque todavía quedan algunos remates, que esperamos se acometan porque la mayoría de los vecinos son pensionistas y no tienen dinero para afrontar estos arreglos».

Lucía Suárez Rodríguez, hija del histórico líder vecinal Pepucho Suárez, fallecido hace nueve años, resaltó la fuerza con la que sale el agua después del arreglo de las tuberías. «No podemos quejarnos», sostuvo. La actuación se ha centrado en la reparación de las fachadas, pintura, impermeabilización completa de las cubiertas, así como la reposición de las instalaciones de fontanería y saneamiento de los edificios. También se han repuesto las cajas de contadores y se han instalado bidones de menor peso. 

Hidalgo subrayó que las casas de Lomo Apolinario forman parte de las 3.009 viviendas que el Ayuntamiento ha rehabilitado en la ciudad en colaboración con otras administraciones desde 2015», entre ellas El Lasso, San José, La Isleta y Tres Palmas.

«La siguiente rehabilitación será la de La Paterna, que será mucho más contundente porque se incorporan ascensores, como se hizo en la Vega de San José. En La Paterna se va a invertir más de 20.000 euros por vivienda, dijo.

A la rehabilitación de las 3.009 viviendas hay que añadir la reconstrucción de las 379 viviendas del antiguo patronato de Tamaraceite, cuyo último edificio terminará antes de que acabe el año. «Está a punto de terminar Tamaraceite y se ha iniciado la reposición de Las Rehoyas», que contempla más de 2.500 viviendas y una inversión superior a los cien millones.

Desde 2015, resaltó, se han invertido once millones en actuaciones de rehabilitación y 60 millones en reposición de viviendas. «Es una de las mayores transformaciones de la historia de la trama urbana en materia de vivienda y de mejora de las condiciones de vida de esta ciudad y lo hemos hecho en colaboración con el Gobierno de España y el Cabildo, aportando todas las administraciones y siendo capaces de ejecutar estas obras, incluso sin tener competencias».

Casas sociales

En estos momentos, recordó, el Ayuntamiento está dando «un paso más», haciendo los proyectos y sacando a concurso dos edificios de 26 y 72 viviendas en régimen especial de alquiler en León y Castillo y Tamaraceite, respectivamente. Como la competencia le corresponde al Gobierno canario, el Ayuntamiento ha tenido que hacer un convenio para que la empresa Geursa las adjudique, para agilizar el proceso, y luego se cedan al Instituto Canario de la Vivienda, que se encargará de gestionarlas. El Gobierno de Canarias las financiará con 11 millones.

Por su parte, la consejera de Vivienda del Cabildo, Conchi Monzón, resaltó el compromiso de la institución insular con la rehabilitación de vivienda y la mejora de la oferta habitacional. Están en marcha 21 pisos de transición, con los que se intenta ofrecer una alternativa a las personas vulnerables.

Javier Doreste, concejal de Urbanismo explicó que toda la inversión que se ha hecho en Vivienda ha sido posible gracias a la existencia de «gobiernos de progreso, que hace más fácil alcanzar acuerdos para atender la necesidades de rehabilitación. Cuando hay gobiernos de progreso, las instituciones se ponen de acuerdo y ayudan a los ciudadanos».

A los 71 millones que se han inyectado en los últimos siete años están a punto de añadirse en breve 32 millones más para los próximos planes de rehabilitación. El primero que empezará será La Paterna, con la primera fase de la rehabilitación, que comprende 40 casas y una inversión de 20 millones. Le seguirán Jinámar y las casas de Sanz de Orrio en La Isleta, en las que se inyectará unos 12 millones. La licitación de estas últimas está pendiente de que llegue el dinero del Estado.

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